José María Ortega Cano nació en el seno de una familia humilde, y muy pronto se inclinó hacia el mundo de los toros. Tomó la alternativa en 1974 en Zaragoza, de manos de José María Manzanares, y acabaría convirtiéndose en uno de los maestros indiscutibles de los años 80 y 90. De la plaza de Las Ventas de Madrid, la más importante del mundo, salió a hombros en cuatro ocasiones, y también lidió a Belador, en 1982, que hasta la fecha es el único toro que se ha indultado en dicho coso. En la cruz del éxito también sufrió muchas cogidas a lo largo de su carrera, y algunas de suma gravedad, sobre todo en su última etapa. En esa época conoció a la cantante Rocío Jurado, con la que inició un romance que perpetuaba la idea romántica de los toreros y las tonadilleras. La pareja se casó por todo lo alto en febrero de 1995, en la capilla de la finca Yerbabuena, por entonces propiedad del diestro desde 1992, que le había comprado a su compañero Espartaco. Ortega La vendió en 2013 a la millonaria peruana Rocío Torres Carcasi por casi cinco millones y medio de euros. El torero y Rocío Jurado adoptaron a una pareja de hermanos procedentes de Colombia: José Fernando (18 de junio de 1993) y Gloria Camila (21 de febrero de 1996). Él no tenía aún hijos biológicos, y la cantante era madre de Rocío Carrasco. Durante la grave enfermedad de la artista, que en 2006 fue diagnosticada con un cáncer de páncreas, tratándose en una clínica privada en Huston (EE.UU.), Ortega Cano estuvo siempre apoyándola. Su muerte, acaecida el 2 de junio de 2006, le sumió en una profunda tristeza. Y se centró en la crianza de sus hijos. Se retiró de los ruedos el 21 de noviembre de 2004, aunque luego volvió a torear en algunas corridas especiales y festivales. Entre 2008 y 2009 exploró una nueva faceta concursando en ¡Mira Quién Baila! (TVE). El 28 de mayo de 2011 tuvo un gravísimo accidente de tráfico en una carretera sencundaria cerca de su finca sevillana, en el que resultó muerto el conductor del coche contra el que chocó, Carlos Parra. El torero salió con graves lesiones y ambas piernas rotas. Más tarde se supo que conducía bajo los efectos del alcohol, por lo que fue enjuiciado. El 24 de abril de 2013 el juzgado número 6 de Sevilla condenó a Ortega Cano a dos años, seis meses y un día de prisión por un delito de homicidio imprudente y conducción temeraria. El abogado de Ortega Cano, Enrique Trebolle Lafuente, recurrió la sentencia. El 11 de diciembre de 2013, la Audiencia Provincial de Sevilla confirmó la condena. El 23 de abril de 2014, el extorero ingresó en la prisión de Zuera (Zaragoza). Después de un año y un mes en prisión le dieron el tercer grado de semilibertad. Afuera le esperaba su nueva pareja, Ana María Aldón, con quien tuvo su primer hijo biológico, el 9 de febrero de 2013, llamado José María, como él. El 4 de mayo de 2017 nació su primera nieta, Rocío Ortega Rodríguez, fruto de su hijo José Fernando y su novia, María Jesús Rodríguez, conocida como Michu. El diestro ha sufrido posteriormente algunos problemas de salud, derivados de sus problemas cardiacos, y en marzo de 2017 tuvieron que someterle a un cateterismo. Mientras tanto, la preocupación por el estado de su hijo, con reconocidos problemas de drogas, persiste.