El regreso de Froilán a nuestro país se debe a la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. El joven acudió al enlace acompañado de su abuelo, el rey Juan Carlos, su madre, la infanta Elena, su tía, la infanta Cristina, y su hermana, Victoria Federica. Sorprendió que no se quedara hasta el fin de fiesta. En su lugar, optó por abandonar la finca 'El Canto de La Cruz' cuando aún era de día junto a su abuela, doña Sofía. Ahora descubrimos los otros planes que tenía Froilán.
Desde la localidad madrileña de Colmenar Viejo, Froilán puso rumbo al centro de la capital. Allí acudió a la fiesta que se celebró con motivo del primer aniversario de una conocida discoteca. Antes pasó por casa para cambiarse de ropa. Y es que a la boda asistió con traje y corbata. Con una vestimenta más informal compuesta por pantalón negro y sudadera, estuvo hasta las seis de la mañana en un local de moda ubicado muy cerca de Plaza España. No terminó allí la noche para el joven. Posteriormente, se desplazó hasta la localidad de Leganés.
Froilán salió de un 'after' a las once de la mañana del domingo
El joven fue sorprendido por las cámaras del programa 'Socialité' a las once de la mañana de este domingo, 7 de abril. A esa hora cogía un vehículo que le llevaría de regreso a casa. Salía rápidamente y en solitario, sin ganas de responder ninguna pregunta de la prensa. Entró enseguida en el coche para descansar de una jornada frenética.
Las 24 de horas de Froilán han sido 'non stop'. Pasadas las 11:30 de la mañana del sábado se dejaba ver en el madrileño barrio de Salamanca para asistir a la boda de Almeida y Teresa Urquijo. El gran acontecimiento de la capital que congregó a muchos curiosos, también a un destacado número de reporteros. Tras la ceremonia religiosa, la familia protagonizó un improvisado posado a las puertas de Sagrado Corazón y San Francisco de Borja.
Desde principios del año pasado, Froilán lleva residiendo en Abu Dabi, donde también vive su abuelo. El joven está intentando mantener un perfil bajo. Durante un tiempo fueron muy sonadas sus salidas nocturnas en las que se vio involucrado en distintos escándalos. Entre ellos, estuvo implicado por la policía en una pelea de navajas en una discoteca. Intenta regresar de forma habitual a nuestro país. En unas de las últimas ocasiones confirmaba que se sentía "tranquilo y feliz" con este giro que había dado su vida en el último año.
La boda de José Luis Martínez-Almeida ha vuelto a reunir al rey Juan Carlos con sus hijas y nietos
Tanto don Juan Carlos como Froilán han regresado de Abu Dabi con motivo de esta boda. El rey emérito tiene previsto acudir este lunes al funeral de su sobrino, Fernando Gómez-Acebo, que tendrá lugar en la iglesia catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid. El hijo de la Infanta Pilar falleció el pasado 1 de marzo, a los 49 años, pero al monarca le fue imposible asistir al entierro.
Don Juan Carlos acudió al "sí, quiero" del alcalde de Madrid acompañado de sus hijas y nietos. Además, disfrutó del banquete en el que, según han contado los invitados, tuvo cierto protagonismo. El periodista Roberto Gómez confesaba que había recibido una ovación por parte de los asistentes. Una fiesta que vivió uno de sus momentos más destacados cuando los novios abrieron el baile con un chotis en homenaje a Madrid, en vez del tradicional vals.
La reina Sofía prefirió no estar presente en la ceremonia religiosa celebrada en plena calle Serrano. Sin embargo, sí que fue al banquete. Según lo trascendido, los reyes eméritos no compartieron mesa. SEMANA ha podido saber que Almeida realizó una llamada a su prometida antes de la boda. El único objetivo del alcalde era decirle a Teresa Urquijo lo mucho que la quería. Además, le comunicó que se sentía feliz por el paso que estaban a punto de dar.
No se esperaba la presencia de los Reyes Felipe y Letizia. Entre los motivos de su ausencia a esta boda, figuraba otro compromiso en la agenda del monarca. El mismo sábado debía presidir la final de la Copa del Rey en el Estadio Olímpico de La Cartuja de Sevilla. Un acto en la que sorprendió que no estuviese acompañado por su hija, la infanta Sofía. El año anterior, la hija pequeña de los Reyes, gran aficionado al fútbol, sí que estuvo presente en la final.