Federico de Dinamarca y Mary de Dinamarca están de celebración. Hace dos décadas se dieron el 'sí, quiero', en una boda por todo lo alto que reunió en Copenhague a lo más nutrido de la monarquía europea. El Rey Felipe (por aquel entonces, Príncipe de Asturias) y doña Letizia no se perdieron esta gran cita 'royal' con la que el hijo de Margarita II sentaba las bases para lo que sería su futuro reinado.
La relación entre el monarca y la australiana no ha sido un camino de rosas. En los últimos tiempos, su matrimonio ha estado marcado por las fotografías de Federico paseando por Madrid con Genoveva Casanova, que generaron una tensión inédita entre ellos y un cuestionamiento público sin precedentes. En estos 20 años, Mary Donaldson ha tenido que hacer de tripas corazón por obra y gracia de los escándalos de su marido en varias ocasiones. De hecho, hubo un tiempo en el que al rey de Dinamarca le apodaron el 'príncipe turbo' por su afición a las salidas nocturnas y sus escarceos amorosos.
Las imágenes que pusieron en jaque el matrimonio de Federico de Dinamarca y su mujer
"Mantenemos una política desde hace años de no comentar ni confirmar cualquier detalle relacionado con asuntos privados. Además, nos gustaría enfatizar nuestro compromiso de respetar la privacidad de los miembros de la Familia Real, incluido el Príncipe Heredero”. Con este breve comunicado, la Casa Real danesa trató de dar carpetazo a las insólitas imágenes de Federico de Dinamarca y la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo que pusieron al, ahora, rey danés, en el punto de mira. Y con él, la estabilidad de su matrimonio con Mary de Dinamarca.
Un breve texto que, muy lejos de acallar los rumores sobre una posible infidelidad, no hizo más que dar rienda suelta a un sinfín de especulaciones. En los meses posteriores a la publicación de las fotografías, se fueron desvelando detalles inéditos del encuentro 'secreto' entre Federico de Dinamarca y la socialité mexicana que pusieron en jaque, no solo su situación personal con la madre de sus cuatro hijos, sino la estabilidad de la monarquía del país nórdico.
A Margarita II no le quedó otra que abdicar a favor de su hijo, a la espera de que este movimiento borrara cualquier cuestionamiento sobre el compromiso de Federico con sus labores institucionales. Y, de paso, para que sentara la cabeza de una vez por todas. Mary Donaldson, por su parte, hizo del hermetismo y la discreción su principal baza para afrontar el escándalo mayúsculo en el que se vio involucrada. Dejó aparcados sus compromisos, se marchó a su Australia natal con sus hijos durante un mes, volvió para la proclamación de su marido como rey, se convirtió en reina consorte y el resto es historia.
La ajetreada vida personal de Federico de Dinamarca a espaldas de su mujer Mary
Las imágenes de Genoveva Casanova y Federico en Madrid, sin duda, marcaron un antes y un después en la vida de Mary de Dinamarca y en el rumbo de su matrimonio. Cabe recordar que, aunque se tomaron el 25 de octubre de 2023, salieron a la luz una semana después, a principios de noviembre, coincidiendo con el viaje de Estado de los Reyes Felipe y Letizia al país nórdico. Sus Majestades debieron interpretar un papelón, que, fue, como mínimo, épico. Desde que Federico y Mary contrajeron matrimonio hace dos décadas, los rumores de crisis y posibles infidelidades siempre han sobrevolado a la pareja. Incluso mucho antes de su fastuosa boda celebrada el 14 de mayo de 2004.
Pillado besándose con una mujer cuando ya estaba casado con Mary
Al príncipe turbo o príncipe de los escándalos, como apodaron a Federico de Dinamarca en su momento, se le ha relacionado con numerosas mujeres (muchas de ellas modelos) a lo largo de sus 55 años (cumplirá 56 al 26 de mayo). Sus escarceos cuando estaba soltero llegaron a un punto de tal repercusión que el Parlamento danés pidió, incluso, que renunciara a sus derechos dinásticos. Esto después de que en la Nochevieja de 1992 fuera detenido junto a su novia de aquel entonces, Malou Aamund, quien conducía a toda velocidad, en estado de embriaguez y sin carnet de conducir.
Parece que Margarita II metió a su hijo en vereda y, por algún tiempo, dejó de ser un habitual en las portadas de la prensa del corazón. Sin embargo, más de una década después, en 2008, cuando ya estaba casado con la abogada australiana, salieron unas fotografías de él besando a una mujer durante una de sus tantas salidas nocturnas por Copenhague. En 2017, la pareja real formada por Mary y Federico de Dinamarca volvió a enfrentar fuertes rumores de crisis después de que la revista danesa 'Her & Nur' desvelara otra infidelidad. La publicación afirmó que el heredero había pagado a la mujer 7.000 euros para evitar que se conociera su romance.
La mansión de dos millones de euros que el marido de Mary de Dinamarca no declaró
Tres años más tarde, se descubrió que Federico tenía una propiedad secreta en Suiza de la que la Casa Real danesa no había informado. La mansión, valorada en dos millones de euros, había sido adquirida una década antes. Hasta ahí se trasladó el ahora monarca con su mujer, Mary Donaldson, para estar cerca de sus hijos, quienes acudían a un prestigioso y carísimo internado en el país vecino. El hecho de que el hijo de Margarita II no hubiera dado parte de la compra de la vivienda fue tema de debate en el Parlamento de Dinamarca.
La pillada del rey danés con Genoveva Casanova solo fue la gota que colmó el vaso para la opinión pública del país. Una ciudadanía cansada por las continuas polémicas de quien, por aquel entonces, estaba llamado a liderar de una de las monarquías más antiguas de Europa. Por hacer el símil, es como si a don Felipe le hubieran sacado unas imágenes en una ciudad extranjera con otra mujer que no es la Reina Letizia. Y más aún: que nadie desde el Palacio de la Zarzuela hubiera avisado de antemano del viaje privado ni de la, 'a priori', relación de amistad del monarca con la hipotética mujer. Un escándalo en toda regla que, visto con retrospectiva, parece que les ha salido bien a Federico y a Mary, reyes de Dinamarca. A pesar o a propósito de todo.