No saber qué va a ocurrir puede provocar estrés y ansiedad hasta el punto de limitar la vida diaria. Hacer una buena gestión emocional es clave para convivir con la incertidumbre en paz y armonía.

Vivir con incertidumbre no es nada fácil porque puede generar angustia, estrés o miedo ante el futuro o ante aquello que desconocemos. Pero podemos intentar llevarnos bien con ella haciendo un ejercicio de aceptación y cambio de percepción de la realidad. 

¿Por qué la incertidumbre nos provoca ansiedad?

No saber qué va a pasar es algo que puede provocar inquietud, incluso a algunas personas, la incertidumbre puede llegar a aterrarlas, paralizarlas y estresarlas muchísimo. ¿Por qué hay ese miedo a lo incierto? La terapeuta Judit Mateu, especializada en gestión emocional y autora del libro Sobrevivir en la mente o vivir en el corazón (Ed. Hakabooks), explica a SEMANA que “la incertidumbre surge cuando no tenemos el control de la situación, sea una situación del presente o del futuro. Si percibimos y sentimos nuestro presente o futuro como algo desconocido e incierto, esto nos puede generar estrés, ansiedad, miedo u otro tipo de malestar emocional”.

¿Es la falta de control entonces el detonante para sucumbir al “pánico”? “Para sentirnos seguros y en confianza necesitamos tener la sensación de que controlamos la situación. En la vida hay cosas que podemos controlar (porqué dependen de nosotros, de nuestras elecciones y actuaciones) y hay cosas que no podemos controlar porque no dependen en absoluto de nuestras decisiones ni acciones. Depende de cómo vivimos el “no tener el control” de la situación, sea presente o futura, que la incertidumbre nos va a generar más o menos malestar emocional”, analiza la experta.

Muchas personas necesitan tener la seguridad (sea o no real) de tener todo controlado, ¿este “control” constante supone una forma sana de gestión emocional? “Tenerlo todo controlado no nos ayuda a estar en paz, pues nos mantiene en un estado de alerta permanente, con las consecuencias que esto tiene para nuestra salud física, mental y emocional”, apunta Mateu, y añade que: “es entonces cuando emerge el estrés, la ansiedad y el miedo”.

La incertidumbre provoca miedo y malestar emocional.
La incertidumbre puede provocar en algunas personas ansiedad, miedo y estrés. (Pexels)

Cómo podemos evitar que la incertidumbre nos genere malestar emocional

Lo primero que deberíamos hacer es identificar lo que está en nuestras manos (y por tanto podemos gestionar y modificar con nuestras decisiones, elecciones y maneras de actuar), y lo que no. Lo único que podemos hacer es aceptar las cosas tal y como son para que no nos generen malestar, pero esto no es siempre fácil ni sabemos cómo hacerlo.

Ya lo decía el filósofo griego estoico Epicteto “lo importante no es lo que nos ocurre en la vida sino cómo vivimos lo que nos ocurre en la vida”. Para reducir el estrés, la ansiedad y el miedo a la incertidumbre, si no podemos cambiar la situación porqué no depende de nosotros, vamos a tener que cambiar nuestra realidad, la percepción de la situación, para poder vivirla mejor, con menos ansiedad, con más paz y aceptándola.

lo importante no es lo que nos ocurre en la vida sino cómo vivimos lo que nos ocurre en la vida

Parece que la solución a la ansiedad y el malestar que genera la incertidumbre pasa por hacer un cambio de percepción para poder vivir con una mayor armonía y bienestar, pero ¿qué significa exactamente “cambiar la percepción”? “Cambiar nuestra percepción significa cambiar nuestras creencias arraigadas, las maneras de pensar y de gestionar las emociones que hemos ido adquiriendo desde la infancia. Esto lo podemos hacer de una manera racional, desde la voluntad, el coraje y la determinación pero si no es suficiente, tendremos que trabajarlo de manera más profunda dialogando con nuestro inconsciente, que es donde se alojan nuestros patrones de conducta, nuestras creencias más arraigadas y nuestras emociones más primitivas”, comenta la terapeuta.

Cambiar la percepción de la realidad es la clave para aliviar la ansiedad por incertidumbre.
Cambiar nuestra percepción de las cosas es clave para evitar la ansiedad por incertidumbre. (Pexels)

La importancia de hacer un cambio en la percepción

Una vez que ya sabemos cuál es el camino, hay que recorrerlo pero no es nada fácil. ¿Cómo podemos poner en práctica este difícil ejercicio de cambio en la percepción de la realidad para mejorar nuestro estado de ánimo?

“Para cambiar de manera efectiva, real y rápida nuestra percepción de situaciones que nos generan malestar, lo más probable derivadas de heridas, dolor emocional y trauma no resuelto, tenemos que visitar nuestro cerebro más profundo, el cerebro que conocemos como subcortical, formado por el cerebro reptiliano y emocional, sede de nuestra mente inconsciente”, subraya la experta, y añade que: “En nuestro inconsciente es donde hemos alojado de manera automática todo lo doloroso que en su momento no pudimos sostener y tuvimos que reprimir para sobrevivir. Esta mente inconsciente es la que tiene la memoria de experiencias pasadas que nos están condicionando la vida presente, como por ejemplo, en estas situaciones inciertas en las que sentimos ansiedad y no sabemos por qué".

La técnica terapéutica del Brainspotting, explica Mateu, sería perfecta en estos casos. No podemos cambiar lo que ocurrió, pero sí la percepción de lo que ocurrió, y esto es lo que va a hacer posible vivir de manera más sana, consciente, saludable y con más aceptación las situaciones de incertidumbre.

La meditación ayuda a vencer el miedo y la ansiedad que provoca la incertidumbre.
Estrategias como la meditación son esenciales para hacer una buena gestión de la incertidumbre. (Pexels)

Estrategias para convivir con la incertidumbre de forma sana y consciente

Judit recomienda una serie de herramientas para poder gestionar la ansiedad ante la incertidumbre y poder vivir con más tranquilidad y paz:

1. Identificar y hacer consciente las situaciones que nos generan incertidumbre: Nos acostumbramos a vivir con ansiedad y malestar emocional. No es necesario, podemos cambiarlo pero antes es necesario identificarlo y tener la voluntad de querer introducir cambios en nuestra vida.

2. Identificar si tenemos control o no sobre estas situaciones: Seguir analizando de manera consciente la situación que nos está generando incertidumbre y ansiedad para poder saber si podemos transformarla y cómo hacerlo.

3. Si tenemos control sobre la situación que nos genera ansiedad, intentaremos ver cómo podemos introducir cambios en nuestra manera de actuar, pensar y gestionar las emociones. Por ejemplo:

  • Practicar la respiración consciente para mantenernos más en el momento presente y no pensar tanto en el futuro (por naturaleza desconocido e incierto).
  • Practica la meditación (mindfulness) para entrenar nuestra mente hacia una mente más presente y menos divagante, que tengamos de aliada para vivir más presentes y menos en el futuro.
  • Haz meditación en movimiento para aumentar la conciencia corporal y como consecuencia de ello aumentar las sensaciones agradables que nos proporciona el cuerpo, estar más cerca de nuestro corazón y de las emociones más elevadas que habitan en él para poder acoger la ansiedad y los momentos de incertidumbre con más amor, compasión, benevolencia y gratitud.

4. Si no tenemos control sobre las situaciones que nos generan ansiedad:

  • Aceptar la situación tal y como se presenta… y si esto es demasiado difícil…
  • Cambiar la percepción que tenemos de la situación hasta que podamos aceptarla tal y como se presenta.