Mantener la serenidad y alcanzar un estado mental equilibrado era el enfoque de los estoicos para mejorar su bienestar y felicidad. Descubre más sobre esta filosofía de vida enfocada en evitar el sufrimiento ante las situaciones externas.
¿Podemos ser los guardianes de la fortaleza de nuestra mente? De esta manera las circunstancias adversas y los problemas no nos afectarían tanto y los aceptaríamos como algo que forma parte de la vida de manera natura. Esto no es nada fácil pero hace siglos, filósofos enmarcados en el estoicismo como Séneca, Epicteto o el propio Marco Aurelio, ya practicaban estas enseñanzas que les reportaban una mente en calma y una vida más feliz.
Cómo conseguir una mente imperturbable
Una mente en calma, una vida más tranquila y que las circunstancias no nos sobrepasen sería lo ideal para estar más cerca de la felicidad y aumentar el grado de bienestar. ¿Cómo podemos trabajar que las adversidades nos afecten menos?
Marcos Vázquez, autor de Fitness Revolucionario, habla en su podcast La Ciudadela Interior sobre las enseñanzas de los filósofos estoicos acerca de cómo conseguir una mente imperturbable: “El estoicismo nos puede ayudar en muchos sentidos pero uno de sus aportes principales es el de mantener la calma en el caos y la claridad en la incertidumbre. Para los estoicos el estado mental ideal era la llamada ataraxia que podría traducirse como ausencia de perturbaciones. Por perturbaciones entendían emociones desproporcionadas o emociones que nos hacían sentir mal y que no tenían ninguna utilidad. Miedos infundados, ira, ansiedad por cosas que no podemos cambiar… Marco Aurelio hablaba del concepto ‘ciudadela interior’ y aseguraba que nuestra mente es como una fortaleza que puede mantenerse en calma a pesar de las tempestades externas que azotan sus murallas”
La Ciudadela Interior
Además de mantener nuestra mente más calmada, ¿qué beneficios ofrece la ataraxia? Vázquez apunta que “el beneficio de mantener nuestra ecuanimidad es doble. Por un lado sufriremos menos por nuestra situación y por otro podremos dedicar más energía y atención a mejorar esta situación. El objetivo final es devolver el poder sobre su mente a la única persona que lo debería tener, esa persona eres tú”.
Acepta la adversidad como algo natural
Cuántas veces nos agobiamos por no llegar a todo, algún comentario en redes sociales, un golpe en el coche… o nos vemos sobrepasados por una pérdida, por el trabajo o por una ruptura en la pareja. ¿Cómo deberíamos plantearnos estas circunstancias desfavorables para no perder el equilibrio mental? “Los estoicos como Seneca, nos recuerdan que la adversidad forma parte de la vida, por eso enfadarse cuando surgen problemas es tan absurdo como sorprenderse de que la higuera dé higos. Sea cual sea el problema que enfrentas o la causa de tu enfado es algo que compartes con muchos humanos, de hecho, la única forma de no enfrentar problemas es estando muerto” señala Vázquez.
Marco Aurelio, figura sobresaliente dentro de la corriente del estoicismo, decía que esperar pasar por la vida sin que nos ocurra nada malo es tan absurdo como un ojo quisiera ver solo el color verde. Igual que el ojo acepta la gama de colores que recibe nosotros debemos aceptar la gama de experiencias vitales que se nos presentan, sean o no de nuestro agrado.
¿Qué podemos hacer para que nos nos fagociten los problemas? Los estoicos aconsejaban ver los problemas como oportunidades para mejorar nuestra vida ya que la mente se fortalece enfrentando problemas. Por eso sentían pena por aquellas personas que no habían podido afrontar ninguna adversidad ya que esto les impedía desarrollarse. En palabras de Séneca “Los árboles agitados por el viento desarrollan raíces más fuertes. Los árboles que crecen en valles soleados son los más débiles”.
Los árboles agitados por el viento desarrollan raíces más fuertes. Los árboles que crecen en valles soleados son los más débiles
Entonces, ¿es bueno tener problemas para proteger nuestra mente? Vázquez aclara que, según el estoicismo, “no es que debamos buscar adversidades y problemas, pero entender que son parte inherente de la vida y que además pueden ayudarnos a crecer, harán que el impacto sobre nuestro estado mental sea menor”, y añade que “una mente imperturbable es una mente curtida pero paradójicamente la única manera de curtir nuestra mente es enfrentando adversidades”.
Recomendaciones estoicas para mantener la ataraxia o calma mental
Hay una serie de consejos dentro del estoicismo, además de afrontar la adversidad como algo normal, que nos acercan a una mente serena y en armonía. Marcos Vázquez recoge 9 recomendaciones más:
Vigila tus percepciones: Cuando sientas que tu mente está alterada examina la causa. No hay que confundir los pensamientos con hechos, dos personas pueden interpretar de manera distinta al mismo acontecimiento y nuestra reacción se basa en impresiones propias. No es la circunstancia en sí lo que te daña sino el juicio que haces sobre ella y tienes el poder de cambiar tu juicio. Las percepciones hay que examinarlas como hipótesis y no como hechos.
Practica la pausa estoica: Los estoicos proponían estar prestar atención al espacio que hay entre un estímulo y nuestra respuesta. Ese es el momento que puede cambiarlo todo y da la oportunidad de escapar del piloto automático en el que están inmersas muchas personas. Esta pausa nos permite transformar una reacción emocional en una respuesta racional, de esta manera no nos controlarán eventos externos.
Hazte responsable de tus respuestas: Es una extensión de la recomendación anterior. Culpar a los demás por cómo nos sentimos estamos dando a otros el control de nuestra mente. Debemos aprender a proteger nuestra mente evitando que sea influenciable por otras personas. No permitas que otros controlen tu estado de ánimo. Si te ofrenden con facilidad te controlan con facilidad.
Analiza las circunstancias que llegan a tu vida
No asumas mala intención: Las acciones y las palabras de los demás pueden afectarnos y con frecuencia asumimos mala intención en ellas. A veces puede que esto sea cierto pero la gran mayoría de las veces no es así. Antes de asumir mala intención en las acciones de los demás, pregúntate cuantas veces has cometido tú mismo ese error sin darte cuenta. Atribuimos nuestras equivocaciones a circunstancias externas pero achacamos los errores de los demás a su mala intención. No te tomes nada como algo personal, el universo no gira a tu alrededor.
Céntrate en lo que depende de ti: El estoicismo tenía claro que una de las mayores causas de insatisfacción es hacer depender nuestro bienestar de cosas que están fuera de nuestro control. La mayoría de lo que perturba nuestra mente no depende de nosotros. No podemos controlar lo que nos ocurre pero sí podemos controlar nuestra respuesta.
Pone el foco en el presente: La capacidad de visualizar el futuro es una gran ventaja, sin embargo puede hacernos también infelices. Pensar en problemas del pasado y en posibles problemas del futuro hace que no disfrutemos de lo único que realmente tenemos, el presente.
Que te importe lo importante: Perdemos tanto tiempo y energía en cosas irrelevantes que al final nos olvidamos de los realmente importante. Cuando notes que tu mente se altera pregúntate cómo de importante es eso que te ha hecho perder tu ataraxia. Evita ser arrastrado por los demás y elige tus valores y tus objetivos y decide qué batallas merece la pena luchar. Si te encuentras un problema que realmente te preocupa aplica la regla 10-10-10, preguntándote cómo te importará dentro de 10 días, 10 meses y 10 años. Si es algo que no importará en 10 años intenta que deje de preocuparte ahora.
La difícil tarea de dejar ir
Aprende a dejar ir: Los budistas afirmaban que una de las principales causas del sufrimiento es el apego y esta creencia la comparten los estoicos. El estoicismo aconseja ver todo lo que llega a nuestra vida como un préstamo del universo y hay que estar listos para decir adiós. La pérdida de un ser querido o pérdidas menores, alteran nuestra mente. Los filósofos estoicos nos proponían pensar que esa pérdida es un préstamo del universo que se ha devuelto, Epicteto decía que todo lo que valoramos es temporal y que un día terminará. La capacidad de dejar ir las pequeñas cosas nos prepara para dejar ir las grandes.
Calma tu cuerpo: Hay una relación entre la mente y el cuerpo. Si intuimos un peligro nos ponemos en tensión y nuestro corazón late más rápido, por el contrario si estamos en un paisaje idílico nos sentiremos en calma, menos tensos y relajados. La meditación o el yoga nos hacen prestar atención a la respiración, gesto que hace que nuestro cuerpo se relaje y nuestra mente se tranquilice. Cuando notes de tu mente se altera practica respiraciones profundas.
No es fácil aplicar estas enseñanzas del estoicismo pero lo cierto es que, con práctica, podemos reducir el tiempo en el que nos afectan las cosas y su intensidad. De esta manera ganaríamos en salud, bienestar, serenidad y calma, y esto nos haría sentirnos más felices. Ya lo decía Séneca: “Sufrimos más en la imaginación que en la realidad”.
Sufrimos más en la imaginación que en la realidad