No es una disciplina destinada únicamente a gurús ni a monjes, es un hábito que todos deberíamos practicar a diario para mantener la armonía y el equilibrio emocional, en definitiva, para ser más felices.
Meditar muchas veces se ve como algo ajeno, como si al provenir de otras culturas no pudiéramos dar el paso y abrazar la práctica como algo beneficioso para nuestra vida. La meditación la practica muchísima gente en el mundo, es un hábito saludable que ya han incluido en su rutina diaria famosas como Jennifer Aniston, Madonna, Katy Perry, Jennifer López o Eva Longoria. ¿Por qué es tan recomendable para el cuerpo (y el alma) meditar a diario?
¿En qué consiste meditar?
No, no tiene nada que ver con levitar ni con llegar al Nirvana. Meditar está al alcance de todos y no es necesario tener ningún poder supremo, de hecho es un hábito que deberíamos incluir en nuestra rutina diaria como una herramienta de autoconocimiento que calma la mente y la serena. ¿Qué es exactamente meditar? Hablamos sobre la meditación con La psicóloga y terapeuta holística, Maribel Jiménez, conocida como Aguamarina.
La experta explica a SEMANA que “la meditación es quizá el secreto mejor guardado de la historia de la humanidad. Es una práctica experiencial que te permite llegar a conocerte a ti mismo profundamente y ser libre de tus propias barreras mentales y emocionales”, y añade: “Se trata de focalizar toda tu atención en el momento presente, con absoluta consciencia y presencia y aprender a observarlo. Es ver cómo fluye la vida a través de ti, lo que te lleva a conocerte a ti mismo, a conocer, manejar y expandir todas tus partes (cuerpo, mente y espíritu) para obtener tu pleno potencial. Te permite cuidar y purificar la mente de capas superficiales (preocupaciones, estrés, distracciones…), quitando todo lo que no es para descubrir lo que sí es”.
Es cierto que la meditación proviene de Oriente y por eso tendemos a asociarla con monjes y templos, sin embargo, es una práctica que puede ser muy útil para todas las personas del mundo, vivan donde vivan. “Según el lama Rinchen Gyaltsen, la meditación es el proceso en el que voluntariamente generamos, nos familiarizamos e integramos un estado virtuoso en nuestra mente. Lo mejor es que con la meditación vas accediendo cada vez más a ese estado que después se va asentando en nuestra mente para formar parte de nuestro ser en el día a día” asegura la psicóloga.
Qué efectos tiene meditar en nuestro cuerpo y nuestra mente
Aguamarina asegura que a través de la práctica de la meditación lo primero que logramos es que nuestro pensamiento sea puro, claro y alineado con nuestro sentir interno, pero que también pueden pasar otra serie de cosas:
- Gestionar mucho mejor situaciones que antes te producían estrés, te preocupaban o te ponían nervioso, desarrollando una mayor capacidad para enfrentar los desafíos con calma, paz mental y resiliencia.
- Tener una mayor consciencia y aprender a vivir con presencia y plenitud cada instante, conectándote más con el presente, disfrutando de los pequeños detalles y encontrando belleza y gozo en lo cotidiano.
- Poder separar en tu mente las distintas actividades, liberándote del estrés causado por hacer una cosa mientras tu mente divaga en otra dirección. Te centras en lo que estás haciendo en cada momento, maximizando tu productividad y enfoque.
- Descubrir cómo disfrutar más de la vida y saborear la verdadera felicidad, aprendiendo a fluir con los cambios, a aceptar tus emociones y a comprender los mensajes que te traen. Tendrás mayor equilibrio emocional y bienestar.
- Experimentar muchas más energía y vitalidad. La meditación te ayuda a recargar tus energías, a equilibrar tu sistema energético y a sentirte más vital y enérgico en tu día a día.
- Adentrarte en un proceso de autoconocimiento profundo. A medida que meditas y te conectas contigo mismo, descubres tus fortalezas, debilidades, deseos y sueños más profundos. Te conoces en un nivel más auténtico y te empoderas mucho más para vivir una vida plena y significativa.
Método para comenzar a meditar
Muchas personas piensan que no son capaces de meditar pero lo cierto es que todos podemos hacerlo. Al principio nos invadirán pensamientos, pero poco a poco podremos ir aprendiendo a dejarlos de lado y concentrarnos en nuestra práctica. ¿Cómo podemos empezar a meditar? La experta indica que en los primeros pasos en la meditación, pasamos por dos etapas importantes e imprescindibles para poder ir llegando cada vez más a capas más profundas de la consciencia.
¿Cuál sería la primera etapa? La primera etapa básica sería aprender a relajar conscientemente todos los músculos del cuerpo. Se trata de ayudar al cuerpo a que se destense y se calme mientras mantienes tu atención muy activa al ir recorriendo todas las partes del cuerpo. Puedes comenzar llevando tu atención a la cabeza (cara, mandíbula, cuello) y vas bajando haciendo un recorrido por cada una de tus partes (hombros, brazos, manos, dedos, pecho…), llevando la atención ahí y relajando cada parte. Este proceso lo puedes ir acompañando con la respiración consciente, sintiendo que llevas aire limpio y puro a cada parte del cuerpo al inhalar y al exhalar sacas fuera tensión, estrés y preocupación.
Aprende a tener una atención plena
Una vez que has relajado todo el cuerpo, el siguiente paso básico es aprender a concentrar tu atención. Para ello, Aguamarina señala que “puedes centrar la atención en un punto específico del cuerpo (por ejemplo debajo de los orificios nasales), y vas observando qué ocurre en ese punto haciéndote la pregunta constante de: ¿Qué está ocurriendo en el momento presente en esta zona? ¿Qué información puedo obtener si me concentro más en este punto?”
¿Tener una atención plena equivaldría entonces a meditar? “Al ir aumentando la percepción, vas quitando capas y capas y obtienes más información del momento presente, llegando cada vez más a estados ampliados de consciencia. Para meditar, podemos utilizar herramientas que nos apoyen en la práctica de conexión y concentración y que nos sirvan como anclajes, desde ejercicios específicos de respiración, mantras, mudras, frecuencias armónicas o visualizaciones hasta apoyos energéticos, como cristales o aromaterapia…”
Todos los minutos dedicados a la meditación siempre actúan a nuestro favor, por lo que es una práctica sin riesgo que nos puede aportar muchísimos beneficios en nuestro día a día. ¿Vas a incluir la meditación dentro de tus hábitos saludables? Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.