El domingo 14 de enero fue el día grande para la monarquía danesa con el cambio de relevo en la cabecera. La reina Margarita (83) daba paso a su heredero tras una sencillo acto de abdicación por el que su primogénito se convertía en el nuevo rey Federico X (55). Y con él su esposa, Mary, como reina consorte. Los flamantes soberanos se dieron poco después su primer baño de multitudes en un desfile en carroza por las calles de Copenhague. Hoy, tras la resaca de los fastos de la proclamación, Federico y Mary han cumplido con su primer acto oficial ya instalados en el trono.
Esta mañana los ya reyes Federico y Mary han acudido a una recepción en el Parlamento danés, cita a la que les ha acompañado el también nuevo heredero, el príncipe Christian. El joven, que cumplió 18 años el pasado 15 de octubre, comienza a ser un rostro cada vez más habitual en los compromisos oficiales de enjundia, iniciando así el camino profesional tras los pasos de su padre.
La reina Mary (51) ha aparecido con un llamativo conjunto en azul pavo real, tocada con sombrero y adorno de plumas, que contrasta con el impoluto traje blanco que estrenó para su proclamación. Pese a la lluvia que estaba cayendo en abundancia en la capital danesa, a los soberanos no se les borraba la sonrisa de la boda. Ayer fue un día muy emotivo para toda la Familia Real, que ha despedido a la carismática abuela después de 52 años en la jefatura del Estado.
El beso con el que Federico y Mary sellan la paz tras el "affaire Genoveva"
Y como imagen icónica nos quedamos con el beso que se dieron los nuevos reyes en el balcón del palacio de Christianborg ante su pueblo. Un cariñoso momento con el que, haciendo una lectura más amplia, ambos sellan la paz tras el "affaire Genoveva Casanova" protagonizado por Federico en una polémica escapada a Madrid.
Había otros invitados relevantes en esta jornada tan especial post proclamación. De hecho, no ha faltado la soberana emérita, apoyando a su hijo en este trascendental comienzo de reinado. El primer gesto que ha captado la atención de manera inevitable ha sido cuando la nueva consorte Mary se ha encontrado con su suegra. A diferencia de otras ocasiones a lo largo de los años, Mary no la ha saludado haciéndole la reverencia. Su cambio de estatus permite que ahora trate a la reina emérita Margarita de igual a igual según las reglas del protocolo. Un solo beso en la mejilla ha bastado para mostrarle sus respetos y su cariño como nuera.
Los Reyes Felipe y Letizia felicitan a los nuevos reyes de Dinamarca
En el recuerdo quedan las numerosas veces en las que Mary ha dado de qué hablar precisamente por la entrega en cada una de las reverencias que hacía, doblando las rodillas casi hasta el suelo. Sin ir más lejos, la vimos haciéndolo durante la visita oficial de nuestros Reyes al país nórdico el pasado noviembre. Don Felipe y Doña Letizia se les han mostrado también sus mejores deseos publicando un mensaje de felicitación dirigido sus homónimos daneses, con los que mantienen una cordial relación.
Además estaban su hermana, la princesa Benedicta, y su hijo menor, el príncipe Joaquín. Este último apenas se dejó ver en público en la proclamación, cediendo todo el protagonismo a su hermano mayor. Como sabemos, el príncipe ha viajado en solitario desde Washington, donde ahora reside con su familia, tras la negativa de su esposa, la princesa Marie, de estar en este histórico momento. La Casa Real danesa ha alegado que su ausencia se debe sencillamente a que sus dos hijos pequeños, Henrik y Athena, tienen colegio, aunque esta es una excusa que no ha convencido demasiado y que ha avivado los rumores de diferencias con el ahora matrimonio real.
La reina Margarita, su hijo menor y su hermana continuarán ostentando el título de Regentes del reino en caso de que fuera necesario sustituir a los soberanos titulares, motivo por el cual su presencia era necesaria en el Parlamento.