Mantener una actitud optimista es fundamental para hacer frente a desafíos y adversidades. Esto no significa ignorar los problemas sino abordarlos con una perspectiva que nos permita buscar soluciones y oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Para aumentar nuestro bienestar y tener una vida más plena y feliz, el pensamiento positivo juega un papel muy importante.

Las claves del pensamiento positivo

Mucho se habla de pensamiento positivo pero realmente ¿qué es el pensamiento positivo y cómo se define? Daniela Constantin, psicóloga, experta en el poder de la mente inconsciente para el bienestar emocional, explica a SEMANA que “el pensamiento positivo es un proceso a través del cual interpretamos ciertas situaciones de la vida viendo el lado bueno. No significa no ver las situaciones desagradables o duras, sino enfrentar los momentos difíciles con una actitud positiva y buscando la solución a los problemas. No se trata de pensar que todo es perfecto, sino tener un optimismo realista”.

Parece ser que hay ciertas investigaciones que sugieren que la actitud puede influir en nuestro bienestar. ¿Cómo puede la mente positiva influir en nuestra salud mental y física? “Hay muchos estudios que ponen de manifiesto cómo influye el pensamiento en nuestra salud mental y física. Por lo tanto, si una persona controla sus pensamientos y observa que en la mayor parte del tiempo hay más pensamientos positivos que negativos, puede mejorar física y mentalmente”.

La experta advierte que hay ciertos momentos y situaciones que no podemos cambiar por muchos pensamientos positivos que tengamos, pero sí que tenemos mucho poder sobre cómo nos tomamos las cosas, tanto buenas como malas. “Los estudios dicen que las personas que tienen una mente más positiva tienen un sistema inmunológico más fuerte y por supuesto sufren menos ansiedad”.

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Cómo desarrollar una mentalidad positiva

Aunque tengamos claro que una mente positiva nos va a traer muchos beneficios, implementar esta idea en nosotros puede ser una ardua tarea. ¿Qué errores comunes se deben evitar al intentar desarrollar una mente positiva? “En primer lugar, no hay que pensar que el pensamiento positivo significa negar la realidad o negar la presencia de los problemas o los acontecimientos negativos. Al mismo tiempo hay que aceptar que también hay pensamientos y emociones negativas. Nadie puede pensar 100% de forma positiva. Pensar de esta forma no es sinónimo de salud y equilibrio”.

Daniela asegura que otro error frecuente es cuando alguien tiene la creencia de que pensar de forma positiva lo arregla todo. Pensar de forma positiva, aclara, ayuda y nos beneficia en todos los niveles, pero estos pensamientos deben ir acompañados por diferentes acciones y hechos. No se trata de pensar que un problema se resuelve con optimismo. Hay que buscar opciones, soluciones, incluso ayuda. 

¿Qué impacto tiene el pensamiento optimista en la toma de decisiones y la resolución de problemas? “Tener un pensamiento optimista influye en cómo tomamos las decisiones y en cómo resolvemos los problemas. A la hora de tomar decisiones en función de cómo es nuestra forma de pensar actuamos con rapidez y claridad o tenemos exceso de análisis lo que nos provoca la parálisis. Al tener pensamientos optimistas se aumenta la confianza en las propias capacidades y esto hace que se puedan tomar decisiones más fáciles. Una mentalidad positiva fomenta la creatividad para resolver problemas, más opciones para dichos problemas, así como soluciones para diferentes contextos”.

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Técnicas efectivas para cultivar el pensamiento positivo

El pensamiento positivo no es repetir mantras, escribir frases bonitas y verlo todo con optimismo. Pensar de forma positiva es una habilidad que se desarrolla y que se aplica en diferentes contextos donde se necesita flexibilidad y resiliencia. La experta nos ofrece algunas técnicas para desarrollarla:

  • No etiquetes pensamientos: Cuando detectes un pensamiento recurrente, en vez de etiquetarlo como “bueno” o “malo”, pregúntate: ¿Me está ayudando o me está frenando? ¿Es 100% cierto o hay otras formas de verlo?¿De dónde viene esta creencia? Esto te ayuda a tomar distancia y darte cuenta de que no eres tus pensamientos, sino quien los observa.
  • Cambiar la historia que te cuentas: Tu forma de ver la vida depende de la narrativa que has construido sobre ti. Si ves tu historia solo desde las heridas, los fracasos y lo que no lograste, te vas a convencer de que tu futuro sigue esa misma línea. Además, esta narrativa es en realidad una serie de autosugestiones y cuando nos hablamos de forma repetida y en tono negativo, todo esto va al inconsciente y nos lo creemos. Tenemos más tendencia de integrar lo negativo que lo positivo. Escribe una nueva versión de tu historia, donde te reconozcas como alguien que ha superado retos, aprendido lecciones y sigue avanzando. Cambiar la historia que te cuentas cambia la identidad que construyes sobre ti.
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  • Reprogramar la mente o el diálogo interno: No se trata de repetir afirmaciones que no crees, sino de encontrar una versión creíble de ellas. El cerebro rechaza lo que le parece falso, pero sí acepta sugestiones y discursos que son realistas para uno mismo. Cuando detectes un pensamiento limitante, en vez de cambiarlo radicalmente, reformúlalo con un matiz positivo y creíble. En lugar de: “Soy un desastre, nunca hago nada bien”, prueba: “A veces me equivoco, pero también he logrado muchas cosas”.
  • Utilizar la visualización con sensaciones: El pensamiento positivo no es solo palabras, sino emociones y sensaciones. Si no sientes lo que dices, no tiene impacto real. Cierra los ojos y visualiza un momento futuro donde ya hayas logrado lo que deseas, pero en lugar de centrarte en la imagen, concéntrate en la sensación: ¿Cómo se siente en tu cuerpo haberlo logrado? ¿Cómo respiras en esa escena? ¿Qué cambia en tu energía? Cuanto más clara sea la sensación, más efectiva será la visualización.

“Antes de intentar cambiar un pensamiento negativo, hay que identificarlo y entender de dónde viene. Muchas veces nos castigamos por tener pensamientos limitantes, pero la clave está en observarlos sin juicio”, apunta Daniela.