La Reina Letizia ha echado el cierre al viaje oficial a Dinamarca. Tres días de viaje muy intensos para los que se ha llevado una maleta muy completa. Aunque durante la visita se ha cruzado el escándalo por las fotos del príncipe Federico y Genoveva Casanova en Madrid, nosotros no podemos perder el foco sobre la consorte. En su equipaje ha incluido 6 looks en total para cumplir con un variado rango de compromisos, desde la etiqueta cóctel hasta la gala, en los que hemos encontrado reciclajes, joyas de impresión y algún que otro estreno. Hay hasta guiños y sorpresas que no esperábamos y que denotan el sumo cuidado con el que la Reina y su estilista, Eva Fernández, han preparado esta maleta. Ahora vamos a analizarla punto por punto.
La Reina Letizia no ha dado puntada sin hilo. Ya en el aeropuerto de Madrid, antes de poner rumbo a Dinamarca, desveló la primera sorpresa: una nueva chaqueta de color pistacho de Hugo Boss. El resto del estilismo era negro y básico para viajar. Fue a su llegada a Copenhague cuando nos ofreció el primer look oficial propiamente dicho.
Los 6 looks de la Reina Letizia en Dinamarca, al detalle
Tras hacer un cambio exprés en el avión, vimos bajar por la escalerilla a una Letizia transformada con elegancia gracias a un abrigo 'oversize' de color crudo de &Other Stories junto con un vestido lápiz rojo de Carolina Herrera. Nada de esto era nuevo. Y aunque entonces no lo sabíamos, esa iba a ser la tónica general, pues la Reina Letizia ha recurrido sobre todo al reciclaje de prendas de su armario, en lugar de novedades.
Contemplando ahora todo el panorama al completo vamos a destacar varias claves. La Reina Letizia se ha llevado cuatro abrigos (negro, crudo, camel y rosa) para afrontar las frías temperaturas del país nórdico.
En el capítulo de joyas, la Reina Letizia ha brillado de forma especial con piezas espectaculares. En particular los tres pares de pendientes que le ha prestado su suegra, la Reina Sofía, para este viaje: los de paloma de rubíes, los de esmeraldas y los de zafiros, siendo estos últimos los más imponentes y la primera vez que ella se los ponía en público. Por otro lado, Doña Letizia también recuperó los pendientes de chatones del histórico lote de "joyas de pasar" legadas por la Reina Victoria Eugenia.
Pero si hablamos de una joya, LA joya por antonomasia es la Tiara de Lis, que fue la escogida por la Reina Letizia para deslumbrar en el banquete de Estado ofrecido en honor de nuestros Reyes en el palacio de Christianborg.
De los cinco vestidos que se ha puesto (ningún pantalón), solo dos de ellos eran de estreno. Uno verde de la firma española Dándara y otro negro de lentejuelas de Rotate, esta danesa, haciendo un bonito gesto a la moda local. Lentejuelas y escote para mostrarnos su lado más sexy en la noche.
Pasamos a los peinados. La Reina Letizia nos ha ofrecido un moño bajo, una melena ondulada con glamour, un pelo suelto alisado y una coleta. Esta era una coleta bastante especial, pues sobre ella acopló la impresionante tiara en la cena de gala. La consorte no suele utilizar este recurso cuando se corona. Esta llevaba raya al lado y entremetidos laterales que desembocaban en una cola voluminosa con bucles. Muy de princesa Disney.
El vestido princesa de Felipe Varela que la Reina Letizia es de 2015
Aunque para voluminoso, su vestido 'de Cenicienta'. El diseño más regio del viaje, azul con bordados y amplísima falda, era obra de Felipe Varela. Una manera de recordar a su antiguo modisto de cabecera, trayéndolo del pasado al presente para sentar cátedra. No se ha olvidado de él, aunque ya no le compre. Este vestido data de 2015, pero le sigue sentando como un guante. Y sobre todo, es EL vestido de corte princesa por antonomasia.
Para su despedida, la Reina Letizia dejó una estampa inmaculadamente lady en blanco. Un vestido camisero plisado de Ralph Lauren sirvió para 'poner paz' en plena tormenta mediática sobre el príncipe Federico. Sobre él se colocó un abrigo rosa de Carolina Herrera, que puestos a buscar simbolismos, añadía una pizca de dulce sobre la amarga situación. Y además llevaba una cartera de mano de Zara propiedad de su hija mayor, la Princesa Leonor. Aunque entre madres e hijas lo de la propiedad se diluya. Ya vemos que comienzan a intercambiarse cositas del armario con toda naturalidad. Así que todo queda en casa.