¿Tienes una boda a la vista y eres de esas invitadas que se la quiere jugar con un diseño fuera de lo común? Te traemos una propuesta. Las redes sociales, en temporada de bodas, bautizos y comuniones, se convierten en catálogos de invitada y lo cierto es que ahora es difícil sorprender con un look. Todo está muy visto. Sin embargo, hay quienes saben salirse del camino fácil y de lo clásico y es ahí precisamente cuando surgen looks de invitada que nos dejan con la mandíbula desencajada. En esta ocasión, Isabelle Junot ha asistido junto a su esposo, Álvaro Falcó a la boda de Carmen Gómez Acebo y Borja Álvarez Estrada con un estilismo que a nadie a dejado indiferente y con el que podemos decir que se la ha jugado. El órdago le ha salido bien y consiguió sorprender con un estilismo de lo más innovador y lleno de tendencias. Analizamos cada detalle de su look a continuación.
Hoy, la iglesia de la Concepción Real de Calatrava, en la calle Alcalá de Madrid, ha dado cita a la boda de Carmen Gómez Acebo y Borja Álvarez Estrada. Entre los invitados más conocidos, se encontraban los marqueses de Cubas, que hace bien poco hicieron dos años de casados. Para asistir a este enlace Isabelle le dio una oportunidad al diseñador Juan Duyos y dejó a un lado por una vez los diseños de The IQ Collection que tanto le gusta llevar en este tipo de celebraciones.
El original vestido de Isabelle Junot para triunfar en una boda de tarde
Esta vez, la hija de Philippe Junot no escogió un vestido común. En su último estilismo de invitada no había corte midi, ni escote asimétrico, ni mangas abullonadas, ni drapeados, ni todos estos motivos que colman las colecciones de ceremonia de un tiempo a esta parte. La influencer se decantó por un vestido-túnica que no dejó a nadie indiferente. El diseño estaba confeccionado en organza negra y contaba con un tablero de damas repleto de lentejuelas brillantes de color azul, negro y morado. El diseño contaba con un cuello a la caja cerrado, mangas túnica, un cinturón que ajustaba a su cintura la parte más superficial de su vestido y daba paso a una falda larga rematada con plumas de marabú que también adornaban las mangas.
Por supuesto, el diseño contaba con un vestido mini con escote corazón y falda corta que hacía las veces de forro y que asomaba entre las transparencias del tablero exterior. Este look tiene todo lo que debe tener un estilismo para asistir a un enlace de tarde o noche: brillo, corte largo, negro y un toque de color.
En cuanto a los accesorios, no se complicó demasiado. La empresaria optó por un minibolso de mano trenzado en color azul marino y con asa corta que encajaba muy bien con los tonos del vestido. Como era de esperar, para sus pies, eligió unas sandalias verdes confeccionadas en terciopelo, que también encajaban con la cuadrícula de su estilismo. Por si bajaba la temperatura, llevó en su mano un chal de color azul marino, un buen aliado para bodas de entretiempo. El estilismo ya tenía varios puntos focales, por lo que Isabelle decidió incorporar joyas discretas que no enturbiaran el look: un par de anillos de oro, una pulsera discreta y unos pendientes tipo aro muy finos y pegados al lóbulo.
El makeup natural más acertado para culminar su look de invitada
El maquillaje de Isabelle Junot para asistir a esta celebración también fue elegido con mucho tino. Ya que su estilismo contaba con muchos motivos llamativos, optó por equilibrar un poco la parte beauty con un aspecto más natural. Eligió un lipstick en un tono parecido al de sus labios, un poco más saturado, pero con acabado satinado que es pura tendencia. También le dio a sus mejillas un toque de rubor muy ligero, sin estridencias. Pero lo que realmente destacó fueron sus ojos definidos, enmarcados por una máscara de pestañas telescópica y un eye-liner fino para lograr una mirada con profundidad. También apostó por una manicura roja que se salía de la paleta de colores elegida para el outfit, pero que llamaba la atención y le sentaba muy bien. Cada trazo, cada detalle, contribuía a crear un equilibrio perfecto entre lo natural y lo glamuroso.