Hay muchas personas a las que les cuesta incluir más verduras en su dieta, a las que no les gusta encontrarse trocitos o masticar determinadas texturas. Amelia Bono tiene la receta perfecta para ellas porque lleva verduras verdes pero en forma de salsa y en un plato con el que siempre se acierta: la pasta.

La receta de pasta verde de Amelia Bono

Amelia Bono es una amante de la cocina y siempre está probando nuevas recetas. La última ha sido un plato perfecto para aquellas personas que no toman gluten, tiene una salsa cargada de verduras y nutrientes y, además, es baja en calorías: pasta de arroz integral con salsa verde.

Ingredientes para la salsa verde:

  • 1 manojo de espinacas
  • Medio calabacín
  • Media taza de guisantes
  • 1 cucharada sopera de queso cottage

Elaboración: Nada más fácil que triturar todo con un chorrito de agua, sal y aceite al gusto, se mezcla con la pasta de arroz integral previamente cocida y a disfrutar. Amelia afirma que están ¡de morir!

Una opción deliciosa incluso para los niños a los que les suele costar mucho comer verduras. También para llevar al trabajo, para después de una sesión de entrenamiento y para incluir en una dieta saludable en la que se consuman menos calorías. Además, se prepara en un abrir y cerrar de ojos.

Amelia

@ameliabono

Un plato lleno de nutrientes

La pasta de arroz integral, al estar libre de gluten, es ideal para quienes tienen intolerancias alimentarias o buscan opciones más ligeras. Su contenido en fibra favorece la digestión, estabiliza los niveles de azúcar en sangre y ayuda a mantener una sensación de saciedad por más tiempo, lo que la convierte en una excelente aliada para quienes buscan mantener o perder peso sin renunciar al placer de un buen plato. de pasta.

La salsa verde es el verdadero corazón de esta riquísima receta, cargada de beneficios para la salud. Las espinacas aportan hierro, calcio y antioxidantes como la vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y combate el daño causado por los radicales libres. Los guisantes son una fuente excepcional de proteínas vegetales, esenciales para la reparación y construcción de tejidos, así como de fibra, que mejoran la salud intestinal. El calabacín, con su alto contenido de agua y bajo aporte calórico, ayuda a mantener la hidratación y aporta suavidad a la salsa, haciéndola ligera pero saciante. El queso cottage, por su parte, suma proteínas de alta calidad, calcio y una textura cremosa sin añadir un exceso de grasa, una alternativa perfecta para cuidar la alimentación de forma original y muy sabrosa.

El toque final de esta receta es el chorrito de aceite de oliva virgen extra, un auténtico tesoro de la dieta mediterránea. Rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes como la vitamina E, este aceite mejora la salud cardiovascular, combate la inflamación y potencia la absorción de los nutrientes de las verduras.

Amelia Bono

@ameliabono

Otras ideas de salsas healthy para pasta

Además de la deliciosa salsa verde que le agrega Amelia a la pasta, apúntate estas ideas  de salsas para ir variando si no quieres encontrarte los trocitos de verduras en tu plato pero sí beneficiarte de todas sus propiedades:

  • Salsa de calabaza y zanahoria: Una salsa dulce y cremosa elaborada con calabaza asada, zanahoria cocida y un toque de leche de coco o queso crema. Es rica en vitamina A, antioxidantes y tiene un sabor suave y reconfortante. Agrega un poco de nuez moscada o de jengibre para un toque especiado.
  • Salsa de remolacha y yogur: Esta preciosa salsa de color fucsia se prepara con remolacha cocida, yogur natural, ajo y un chorrito de limón. Tiene un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez, y está repleta de antioxidantes y fibra. Es ideal para platos frescos o como acompañamiento para ensaladas tibias.
  • Salsa de pimientos rojos asados: Los pimientos rojos asados se combinan con cebolla caramelizada, ajo y un toque de almendras o anacardos para añadir cremosidad. Es una salsa ligeramente ahumada y llena de vitamina C. Perfecta para pastas o incluso para untar en tostadas.
  • Salsa de coliflor y parmesano: Una salsa suave y cremosa hecha con coliflor cocida triturada, un poco de caldo de verduras y queso parmesano rallado. Es un sustituto saludable para las salsas blancas más pesadas, con un sabor delicioso y bajo en calorías.
  • Salsa de tomate y calabacín: Una versión más ligera de la clásica salsa de tomate, hecha con calabacín rallado, tomate natural triturado, ajo y hierbas como albahaca u orégano. El calabacín aporta textura y suaviza la acidez del tomate.
  • Salsa de espinacas y ricota: Espinacas salteadas mezcladas con queso ricotta, ajo y un toque de nuez moscada. Es una opción rica en proteínas y calcio, con una textura cremosa ideal para pastas al horno o lasañas ligeras.
  • Salsa de alcachofas y limón: Alcachofas cocidas trituradas con ajo, zumo de limón, un chorrito de aceite de oliva y un poco de queso parmesano. Su sabor ligeramente ácido y textura cremosa combina genial con pastas largas o incluso para mojar con crudités.
  • Salsa de brócoli y anacardos: Brócoli cocido combinado con anacardos triturados, ajo, levadura nutricional (o parmesano) y un poco de caldo vegetal. Es una salsa densa y nutritiva que también se puede usar como relleno para lasañas o canelones.

¡Bon appétit!