Se ha hecho viral en redes sociales por ser un truco que promete perder peso y mejorar la salud muy fácilmente nada más levantarte. ¿Realmente funciona?
Uno de los propósitos de Año Nuevo suele ser cuidarse más. Hacer más ejercicio, comer mejor, perder peso… y no tiene por qué ser un objetivo frustrado porque, gracias a trucos como este, podemos conseguir esta meta sin invertir mucho esfuerzo que es lo que hace que suelan fracasar estos buenos propósitos. Te contamos como el método 30-30-30 está siendo un éxito en redes y cómo puede ayudarte a cumplir tus objetivos saludables.
¿Qué es el método 30-30-30?
¿Por qué tiene este nombre y qué hace que se haya hecho viral en redes el método 30-30-30? Se llama así porque la recomendación es tomar en el desayuno 30 gramos de proteína en los primeros 30 minutos después de despertar y realizar 30 minutos de ejercicio físico de baja intensidad.
Parece un método lógico, bastante asequible y naturalmente eficaz, ¿por qué? Porque desayunar proteína va a ayudar a regular tus niveles de azúcar en sangre, impidiendo que haya picos de insulina. Estos picos o subidas lo que hacen es que el páncreas segregue insulina, una hormona que lo que hace es mover la glucosa desde la sangre hasta las células para que estas la utilicen como energía. Cuando hay un exceso de glucosa, lo que ocurre es que esta se almacena en forma de grasa, es decir, engordas. Por eso es tan importante mantener regulados los niveles de azúcar.
Por otro lado, la proteína es saciante así que desayunar proteína va a evitar que piques entre horas, te sentirás con más energía a lo largo del día y tu metabolismo está más activo por lo que te será más fácil quemar grasa.
Hacer ejercicio físico por la mañana, aunque al principio cueste integrarlo en la rutina, es muy beneficioso para nuestra salud y el complemento perfecto a ese desayuno proteico energético.
Beneficios de incluir proteína en el desayuno
Además de regular los niveles de azúcar en sangre, desayunar proteína tiene otros muchos beneficios para la salud. La proteína es un nutriente esencial que participa en la formación y la reparación de los tejidos corporales, especialmente los músculos, los huesos, la piel y el cabello. Desayunar proteína ayuda a mantener y aumentar la masa muscular, lo que mejora la fuerza, la resistencia y el metabolismo. Además, la proteína previene la pérdida de masa ósea y la osteoporosis, y favorece la cicatrización de las heridas y la salud de la piel y el cabello.
Ya hemos visto que la proteína tiene un alto poder saciante, lo que significa que produce una sensación de plenitud y satisfacción que dura más tiempo que otros nutrientes. Comer proteína ayuda a controlar el apetito y a evitar los antojos, los ataques de hambre y los picoteos entre horas, lo que facilita el mantenimiento o la pérdida de peso.
Además, es fundamental para el funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, ya que interviene en la síntesis de neurotransmisores, hormonas y enzimas que regulan el estado de ánimo, el sueño, el estrés y la cognición. Tomar proteína ayuda a mejorar la concentración, la memoria, el aprendizaje y la creatividad, y a prevenir el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas. Mejora el ánimo, la autoestima y la confianza, y reduce la ansiedad, la depresión y el insomnio. ¿Necesitas más razones para empezar a incluir proteína en tus desayunos? Puedes optar por una tortilla de espinacas, yogur con nueces, semillas y frutos rojos, tostada de pan de centeno con huevo y aguacate, batido de frutos rojos con proteína en polvo, semillas y crema de cacahuete...
La mañana, el mejor momento para hacer ejercicio
Combinar un buen desayuno proteico en los 30 minutos que siguen al despertar y hacer ejercicio físico suave es una buenísima estrategia para mantener un estado de salud envidiable y controlar el peso de manera efectiva.
Hacer ejercicio por la mañana ayuda a quemar más grasa y calorías, ya que el cuerpo utiliza las reservas de energía que se han acumulado durante la noche. Además, el ejercicio matutino activa el metabolismo y lo mantiene elevado durante el resto del día, lo que favorece la pérdida de peso y la prevención de enfermedades.
Si te animas a hacer ejercicio a primer hora del día verás que mejora el estado de ánimo y reduce el estrés, ya que el ejercicio libera endorfinas, serotonina y dopamina, que son sustancias químicas que producen sensaciones de placer, felicidad y relajación. Además, el ejercicio matutino aumenta la autoestima, la confianza y la motivación, y ayuda a afrontar el día con más energía y optimismo.
Si todo eso no te termina de convencer, ten presente que hacer deporte mejora la concentración, la memoria, el aprendizaje y la creatividad, ya que el ejercicio oxigena el cerebro, estimula la formación de nuevas neuronas y conexiones, y mejora la función cognitiva. Además, el ejercicio matutino ayuda a prevenir el deterioro mental y las enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el párkinson.
No hace falta que sea algo muy exigente, puedes salir a caminar a paso ligero, hacer yoga, bicicleta…
¿Te apuntas al método 30-30-30? Se perfila como una de las mejores estrategias (y más sencillas) para mantener cuerpo y mente saludables.