Muchas emociones corrieron por el Teatro Campoamor durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias. Pero hubo mucho más. Cuando los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, abandonaron el recinto entre aplausos y al son de las gaitas, la noche todavía continuó unas horas más. Eso sí, fuera de cámaras. Anécdotas, encuentros y algún secreto revelado alargaron un día mágico para la Familia Real. Y eso es precisamente de lo que SEMANA fue testigo.
Una vez que se acabó la retransmisión televisiva de la gala, los Reyes, sus hijas y la Reina Sofía, que como siempre había presenciado todo desde el palco de honor, hicieron el 'paseíllo' de salida del teatro entre una lluvia de flashes. Mejor esta lluvia que no la de verdad y que al menos dio un respiro durante la llegada y la marcha de la realeza. No hubo necesidad de paraguas.
Ahí vimos el reencuentro público de Doña Sofía con los suyos, los gestos de ternura con sus nietas y la charla informal que mantuvo con su nuera. Al parecer, las dos soberanas comentaron que la Princesa Leonor se había puesto los pendientes de aguamarinas de Letizia, unas magníficas piezas que Bvlgari le regaló precisamente por el nacimiento de su hija mayor hace casi 18 años. Un precioso guiño. Desde ahí cada uno se metió en varios coches oficiales y pusieron rumbo al Hotel de la Reconquista, donde tenía lugar la recepción posterior.
Oviedo, encantada con sus 'royals'
En este breve trayecto, Oviedo se vuelca desplegando grupos y bandas regionales de música amenizando el recorrido. Como la noche estaba fresquita y amenazaba lluvia, muchos invitados optaron por subirse a los pequeños autobuses en lugar de trasladarse a pie. Aún así, la gran cantidad de invitados de este año provocó una considerable cola fuera del hotel. Sandra Ibarra y Juan Ramón Lucas comentaban cosas animadamente con el periodista Juan Cruz, mientras Pedro J. Ramírez y su esposa caminaban por detrás...
Fiesta en el patio del Hotel de la Reconquista
Las condiciones climatológicas deslucieron un poco el evento y se notaba en los vacíos del histórico patio descubierto del hotel, donde en otras ediciones no cabe un alfiler. Mientras tanto, en las galerías superiores, los rostros más conocidos de los informativos diarios (Carlos Franganillo, Vicente Vallés...) hacían sus programas en directo desde allí.
La temperatura algo desapacible hizo que los invitados se repartieran por los pasillos y el lobby, donde un pianista nos deleitaba con temas de Abba y The Police, entre otros. Para entonces, la Familia Real disfrutaba de una cena íntima a puerta cerrada con Doña Sofía y resto de autoridades. Después de reponer fuerzas, todos salieron a saludar y conversar con los presentes, como suelen hacer para poner el broche.
La Reina Sofía, por su parte, abandonaba el hotel hacia las 21:30 de la noche para regresar a Madrid. Y antes de salir nos comentaba a los medios que había visto "muy bien" a su nieta Leonor. Sin duda, un viaje exprés para una mujer de casi 85 años que demuestra su fidelidad a esta cita.
Nuestro encuentro con los Reyes y sus hijas
En un 'corrillo' informal tuvimos oportunidad de conocer las primeras impresiones de los Reyes y sus hijas en esta jornada tan especial. La Reina Letizia preguntaba a los periodistas sobre la ceremonia, mientras una algo tímida Leonor sonreía a su lado al enfrentar su 'trabajo' ante la opinión pública. Estaban entusiasmadas con Mery Streep, la otra 'reina' de este año. Por cierto, fuimos testigo de cómo la actriz se retiraba a sus aposentos a descansar entre una nube de personas.
Ante la visita al Pueblo Ejemplar de esta edición, que son tres parroquias de la comarca de Villaviciosa, la Reina Letizia nos confesaba que ya las conoce todas, como es natural. De pequeña hacían excursiones con el colegio a todas las zonas de Asturias y, como ella remarcó, "me he pasado 15 años aquí". Sin embargo, reconocía que la visita era nueva para Leonor y Sofía.
La Princesa también se mostró ilusionada ante su próximo gran reto, la Jura de la Constitución en su 18 cumpleaños, el 31 de octubre. Respecto a su formación militar nos dijo que se había aprendido los siete himnos militares.
La Infanta Sofía, altísima y tan bien maquillada como su hermana, volvió a comentar que tras este viaje a Asturias se marcharía a Gales para seguir con sus estudios, pero que regresaría la semana próxima, pues a partir de 27 de octubre tienen vacaciones de otoño en el internado.
La nueva férula especial del Rey Felipe
Por su parte, el Rey Felipe, que iba por su cuenta saludando a muchos de los invitados, también tuvo un momento para compartir un aparte con la prensa. Cercano, sonriente y relajado, el monarca destacaba la responsabilidad y compromiso de su hija mayor con el papel que le ha tocado y que, aparte de los consejos de sus padres, Leonor ya tenía "madera".
Como no podía ser menos, le preguntamos cómo iba evolucionando su lesión en la mano izquierda. Tras la Fiesta Nacional se hizo daño jugando un partido de pádel y se encontraba bien, según nos confirmó. Aunque si la fisura no cicatriza como es debido, quizás deba someterse a una intervención quirúrgica en el futuro. De momento le esperan al menos de cuatro a seis semanas de convalecencia.
Si los días pasados había lucido una férula color carne, en esta ocasión llevaba una negra. El propio Rey Felipe nos contó que era nueva y de última generación, para sujetar mejor la mano, muñeca y antebrazo. Todavía le quedan un tiempo para su completa recuperación, pero lo cierto es que esa noche no le dolía nada. Al contrario, todo había salido perfecto en los Premios Princesa de Asturias.