La Princesa Leonor, una soldado más en la tradicional ofrenda a la Virgen del Pilar en Zaragoza

La Princesa Leonor ha participado este viernes 6 de octubre en la tradicional ofrenda floral a la Virgen del Pilar en Zaragoza. Lo ha hecho rodeada de sus compañeros y ataviada con el uniforme militar. Esta importante cita es el paso previo a otro evento señalado en su agenda militar que tendrá lugar el viernes 7 de octubre: la jura de Bandera en la Academia General Militar de Zaragoza. Con este acto, la dama cadete Borbón-Ortiz invocará la protección de la patrona. Un gesto de respeto y profunda tradición por el que también tuvo que transitar su padre hace 30 años.

La Princesa Leonor, recibida entre aplausos y vítores

Se trata del primer acto militar y religioso que afronta la Princesa Leonor desde que se "alistó" en el ejército para iniciar su formación castrense. La heredera al trono de España ha aparecido en la Plaza del Pilar de la capital aragonesa a las 18:30 en punto, junto a su batallón, el número 11. Le ha sido imposible pasar desapercibida, a pesar de que iba vestida con el uniforme de gala reglamentario, como una cadete más. La expectación era máxima y ha sido recibida entre los vítores y los aplausos de los vecinos, curiosos y familiares.

Ha llamado la atención que la futura Reina de España no ha parado de sonreír en ningún momento durante la espera. Esto, previo paso a la verificación de tropas por parte del director de la Academia, Manuel Pérez López. A la hija del Rey Felipe VI y la Reina Letizia se la ha visto compartiendo confidencias y risas con el resto de cadetes de su batallón. Su actitud relajada dentro de la pompa evidente que se traduce de este acto militar deja entrever que está totalmente integrada a su nueva vida castrense.

A esta primera parte del acto, le ha seguido la entrada en orden a la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar. El primer batallón ha sido el encargado de depositar el arreglo floral a la patrona de la ciudad ante la atenta mirada del resto de cadetes. El acto ha durado en total apenas 30 minutos. Tiempo suficiente para comprobar que Leonor está en su salsa y, a tenor de las imágenes, feliz.