La posición del exmarido de la extenista frente a la Justicia cada vez es más complicada, a diferencia de la de Arantxa.
Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana, se han convertido en dos de los últimos protagonistas de la crónica social. Hace poco más de un mes, ambos se veían las caras de nuevo en un juicio por presunto alzamiento de bienes, delito por el que la Fiscalía pedía cuatro años de cárcel para ellos. Sin embargo, la tenista salió mejor parada frente a la Justicia que el que fuera su compañero de vida, a quien ahora se considera el “cerebro, el que diseña, pertrecha y orquesta todas las operaciones que se llevan a cabo” y por las que los dos se han tenido que sentar en el banquillo.
El juzgado Penal 25 de Barcelona ha sido el escenario en el que se ha celebrado una nueva sesión del juicio que sitúa a Aranxa Sánchez Vicario y Josep Santacana en el ojo del huracán. Supuestamente, la pareja intentó evitar el pago de una deuda al Banco de Luxemburgo. Un delito por el que el ministerio público ha afirmado, en la exposición de su informe final, que el empresario es quien tiene “la participación más activa” dentro del plan “delincuencial” al ser “la persona que diseña toda la operativa”.
De esta manera, la situación de la deportista mejora considerablemente frente a la Justicia. Ya el pasado 15 de septiembre, la Fiscalía modificó sus conclusiones y rebajó la petición de pena inicial contra Arantxa de cuatro a dos años de prisión. Esto significa que, en caso de ser condenada, al tratarse de una petición igual o inferior a dos años, la extenista eludiría el ingreso en la cárcel. Por su parte, Josep tendría que entrar directamente en un centro penitenciario al haberse mantenido la solicitud inicial de cuatro años.
Arantxa Sánchez Vicario "siguió las consignas de su marido", según la Justicia
La fiscal ha dado por válida la versión de Sánchez Vicario al considerar que, en todo momento, esta última “siguió las consignas de su marido”, porque ella “está en otro mundo”, el del tenis, y no tenía conocimiento alguno del ámbito de las finanzas. Algo por lo que finalmente ha quedado exenta de cargos que podrían haber jugado en su contra de cara a los próximos años.
Por si fuera poco, la profesional en cuestión también ha puesto en valor la disposición de la deportista de devolver la deuda a la entidad bancaria al tener patrimonio suficiente para afrontarla. Fue Santacana quien lo impidió y llegó hasta el final en una trama de descapitalización patrimonial.
Por último, la fiscal ha desacreditado las palabras del que fuera compañero de vida de Sánchez Vicario de que toda estructura encargada de su gestión patrimonial ya existía antes de este caso. La profesional asegura que, cuando él toma las riendas económicas del matrimonio “hay una ruptura absoluta” con los trabajadores anteriores, ya que se mantienen los nombres pero cambian las personas que están al frente de todo aquello relacionado con los números.