El 14 de mayo de 2004, lo más granado de las monarquías europeas se dejó caer a las puertas de la Catedral de Copenhague par asistir al esperado enlace de la por aquel entonces llamada Mary Elizabeth Donaldson con el que fuera heredero del trono de Dinamarca, Federico Andrés. Hoy se cumplen 20 años de estas nupcias que tanto han dado que hablar. Sobre todo, desde que, el pasado 14 de enero, ambos se convirtieran en reyes de la noche a la mañana, por la inesperada abdicación de Margarita II anunciada durante el discurso de año nuevo. A todos pilló de sorpresa, pues hacía menos de un mes que salía a la luz un supuesto rende-vouz entre el ahora rey de Dinamarca y Genoveva Casanova, exmujer de Cayetano Martínez de Irujo. Hoy, te contamos todos los detalles sobre la casa de infancia de Mary de Dinamarca en Australia, a la que, seguramente, hubiera deseado volver para olvidarse de los problemas conyugales.
Como era de esperar, las declaraciones de la reina Mary de Dinamarca acerca de estas escandalosas informaciones han sido lacónicas. Aunque sí ha hablado largo y tendido sobre cómo recordaba el día de su boda con Federico y ha recalcado los nervios y las inseguridades que le asaltaron los días previos al enlace con el monarca. No nos extraña en absoluto, pues el cambio de vida era completamente drástico: de vivir en un pequeño barrio de Sídney, a convertirse en una royal.
Las mudanzas de Mary de Dinamarca durante su infancia
Aunque Mary Elizabeth Donaldson nació en Hobart, capital del estado insular de Tasmania. Aunque su infancia la pasó a caballo entre Texas y Australia, pues por motivos laborales, puesto que su padre había conseguido un trabajo en el centro espacial de la NASA, la familia se trasladó a EE.UU.
Años después, volvieron a Australia y allí, Mary empezó a estudiar en un centro educación primaria llamado Waimea Heights, a este le siguieron dos institutos el Taroona High School y el Hobart Matriculation College antes de empezar sus estudios superiores de derecho y comercio en la Universidad de Tasmania allá por el 1989.
Después de dos posgrados de marketing y publicidad, una becaría en Melbourne y un trabajo como gerente de cuentas, Mary retornó a Sídney, ciudad que pondría patas arriba de un día para otro su tranquila vida de directora de ventas de una agencia de publicidad. Pues en el año 2000 se cruzó en su vida Federico cuando estaba disfrutando de una tarde con amigos en el bar de copas Slip Inn durante los Juegos Olímpicos.
La antigua casita de la familia de Mary Donaldson en Rose Bay
En la costa de Nueva Gales del Sur, la familia contaba con una casita que había adquirido años ha, pues su padre era marinero y necesitaba un alojamiento cuando fondeaba en Sídney. De vez en cuando, la familia pasaba unos días en ella y desconectaban así de su vida en Tasmania. Concretamente, esta segunda vivienda se encontraba en el barrio de Rose Bay, una zona acomodada. El pequeño refugio, sito en el 27 de la calle Ebsworth, contaba entonces con una sola planta, un jardín modesto con césped y un pequeño porche de madera a la misma altura que la puerta trasera de la casa. La cocina era bastante amplia, con techos de madera y las habitaciones eran suficientes para alojar a sus tres hermanos.
La espectacular reforma de la que era la casa de Rose Bay de Mary Donaldson
No obstante, en 2011 salieron a la luz las imágenes del interior y del exterior de la casa, pues se puso a la venta a un precio de 1.810.000 dólares. Fue adquirida por dos nuevos propietarios Iljko Miocevic y su esposa Louisa. Así, la que era una de las casas de infancia de la Reina Mary se convirtió en lujoso chalet.
¿Por cuánto se vendió por última vez este precioso chalet?
El matrimonio reformó por completo la casa y, ahora, cuenta con: dos plantas, una cocina de estilo europeo, garaje con espacio para dos coches, 4 baños, 4 habitaciones y una enorme piscina acristalada en el jardín; un merendero adjunto al novísimo porche, paredes y techos renovados y un mobiliario escogido con muy buen gusto.
Este chalet, aunque no lo parezca, tiene un terreno de 454 metros cuadrados. Sin embargo, los nuevos propietarios la volvieron a poner a la venta 6 años –en febrero de 2017– después de la reforma, a un precio de 3,975,000 dólares. La reforma les salió barata.