Parecía que el último movimiento de Mette-Marit en medio del escándalo por la detención de su hijo era un buen síntoma de que la situación de Marius Borg comenzaba a rebajar de nivel. Nada más lejos de la realidad. Los últimos detalles que han salido a la luz de la investigación que está llevando a cabo la policía de Oslo podrían dar un vuelco al futuro nada halagüeño al que se enfrenta el joven de 27 años.
La prensa noruega ha hecho saltar todas las alarmas por los efectos devastadores que está teniendo el caso en la credibilidad de la casa real que lidera Harald de Noruega, cada vez más cuestionada. "La monarquía está en peligro", advierten.
La reaparición de Mette-Marit en medio del complicado momento que vive su hijo mayor
Después de cancelar su viaje a los Juegos Olímpicos a raíz de la detención de su hijo mayor, Mette-Marit retomaba sus planes iniciales. Finalmente, y contra todo pronóstico, se reunió con Haakon de Noruega en París para apoyar al equipo noruego en la cita olímpica. La princesa optaba, así, por cambiar de estrategia y volver a la palestra pública con el objetivo de normalizar el momento por el que atraviesa debido a la complicada situación que tiene en el punto de mira a Marius Borg. Se la pudo ver muy sonriente y entregada en las gradas del Stade de France mientras animaba, como una incondicional más, a los atletas de su país.
El caso del hijo de Mette-Marit se podría complicar y mucho en los próximos días, de acuerdo con la prensa del país, que ha tenido acceso a nueva información sobre la investigación policial. Recordemos que el hijo de Mette-Marit fue detenido el pasado domingo 4 de agosto después de que una mujer de 20 años alertara a la policía de que este le había agredido tras mantener una fuerte discusión. "El piso estaba completamente destruido cuando la policía llegó al lugar el domingo por la mañana. Marius fue detenido inmediatamente. Se negó a dar explicaciones a la policía siguiendo el consejo de su abogado defensor", informa el 'SE og HØR' noruego.
El cuchillo clavado en la pared que podría ser determinante en la acusación contra Marius Borg
No corren buenos tiempos para la casa real de Noruega. A medida que pasan los días, se van conociendo más detalles de la investigación que tiene al hijo de Mette-Marit contra las cuerdas. Lo último que se ha desvelado, de acuerdo con el medio noruego anteriormente citado, es que la policía de Oslo tiene en su poder un cuchillo que encontró clavado en una de las paredes de la casa de la víctima, donde tuvo lugar el supuesto delito perpetrado por Marius Borg. Aunque faltan por hacerse las pruebas dactilares que lo confirmen, todo apunta a que, efectivamente, fue él quien, durante el trascurso de la pelea que mantuvo con la víctima, clavó el arma blanca.
"El cuchillo incautado, que fue clavado en la pared en el apartamento de la víctima, podría convertirse en una prueba decisiva en el caso contra Marius Borg. Y si las huellas dactilares del hijo de Mette-Marit coinciden con las huellas dactilares del cuchillo, esto podría dar lugar a que se amplíen los cargos por lesiones corporales que actualmente pesan sobre él. Si al final la acusación añade las amenazas y, además, con un cuchillo, el grado de gravedad aumenta significativamente y podría suponer una pena de cárcel", aclara el 'SE og HØR.
A esto se suma una supuesta grabación en la que se escucha al hijastro de Haakon de Noruega amenazar a la denunciante de prender fuego a su ropa y a sus pertenencias si no hace lo que él dice. De acuerdo con el medio de comunicación, el audio se corresponde a una llamada de teléfono que habría realizado Marius entre el incidente y su detención.
El hijo menos público de Mette-Marit que está poniendo en peligro la monarquía de Noruega, según los expertos
Este año se cumple el 25 aniversario desde que el príncipe heredero Haakon de Noruega y Mette-Marit se conocieron. Se comprometieron un año después y el 25 de agosto de 2001, hace cerca de 23 años, se dieron el 'sí, quiero', en la Catedral de Oslo. La relación comenzó con polémica debido a la situación de la joven princesa, que aportaba al matrimonio un niño de dos años, el pequeño Marius, como empezó a referirse a él la opinión pública, fruto de una relación anterior. Aunque el hijo de Mette-Marit nunca ha ostentado un título real, no hay duda que sus movimientos, decisiones y actos impactan de lleno en la estabilidad de la monarquía del país.
"Lo que ha sucedido con Marius no es algo que deba o pueda permitirse, independientemente de si tiene un título real o no. Esto daña a la monarquía y la pone en peligro. Y daña la relación de Marius con el resto de miembros de la familia real", sentencia la experta real Caroline Vagle. A la espera de que se conozca la fecha del juicio que tendrá que afrontar el hijo de Mette-Marit, todo parece indicar que esta situación puede tener consecuencias irreversibles en la monarquía de Noruega.