Mientras el estado de salud del Rey Carlos sigue siendo uno de los temas de mayor preocupación dentro del Reino Unido, el monarca ha continuado con su agenda oficial con total normalidad. En la última ocasión ha protagonizado un viaje de estado a Italia junto a su esposa, la Reina Camilla. Una escapada que ha llamado especialmente la atención por el trasfondo con el que cuenta.

El Rey Carlos y Camilla en Italia

El Rey Carlos y Camilla en Italia.

Gtres

Este detalle no ha pasado desapercibido para la prensa italiana. Tanto es así, que el medio de comunicación ‘Oggi’ ha hecho hincapié en que podría ser un desplante en toda regla por parte del Rey Carlos hacia su hijo, el Príncipe Guillermo. Y es que, este último aterrizó en Londres el pasado domingo, 6 de abril. Mientras tanto, el monarca británico puso rumbo a Roma el lunes, 7 de abril, para empezar su visita de Estado. Algo con lo que demuestra que, pese a llevar más de un año sin ver a su hijo, su prioridad es sacar adelante la Corona y dejar a un lado las polémicas que haya podido tener con el hijo menor de Lady Di. 

Carlos III pone tierra de por medio con el Príncipe Harry y da prioridad a la Corona

Desde el medio italiano indican que, teniendo en cuenta que los Reyes de Reino Unido regresan a Londres el próximo jueves, 10 de abril, por la noche; lo más probable es que estén planeando una reunión con el Príncipe Harry, que seguirá en su tierra natal. Si algo parece claro es que no tendrá ningún encuentro con su hermano, el Príncipe Guillermo. Un movimiento que demuestra que las relaciones del duque de Sussex con los miembros de su familia siguen siendo frías, especialmente con el heredero al trono.

El Príncipe Harry saludando

El Príncipe Harry saludando.

Gtres

Por si fuera poco, el Príncipe Harry se enteró precisamente por la prensa de la breve estadía en el hospital de su padre a consecuencia de los efectos secundarios propiciados por su tratamiento contra el cáncer. No obstante, todo apunta a que el duque de Sussex está haciendo todo lo que está en su mano para que ocurra una reconciliación entre ellos, aunque no parece que vaya a tenerlo nada fácil.

La razón por la que el duque de Sussex ha cruzado el Atlántico para regresar a Londres no es otro que para seguir el juicio sobre la protección que Scotland Yard le brindó tanto a él como su familia. Estas audiencias se han celebrado a lo largo de estos dos últimos días, después de que Harry emprendiera acciones legales contra el Ministerio del Interior por una decisión tomada en febrero de 2020 por el Comité Ejecutivo para la Protección de la Familia Real y Figuras Públicas. En esta, se indicaba que el hijo menor de Lady Di debería tener un menor nivel de protección financiada por los contribuyentes durante sus visitas al Reino Unido. 

Algo con lo que el protagonista no parece estar especialmente de acuerdo, pese a no ser un miembro activo de la Familia Real británica desde hace cinco años. Es por ello que, en febrero del 2024, el juez Sir Peter Lane desestimó su apelación, pues consideró que este enfoque no era ni irracional, ni mucho menos injusto. Ahora, el Príncipe ha vuelto a poner el asunto en manos de la Justicia para saber si la decisión final le favorece, o más bien todo lo contrario. De ocurrir esta última opción, y teniendo en cuenta que su protección en Reino Unido sería menor de la habitual, lo más probable es que viajara de una manera menos seguida a su tierra natal, lo que no favorecería en absoluto a un acercamiento con el resto de miembros del clan Windsor

 

El monarca británico celebra su vigésimo aniversario de boda con la Reina Camilla en Roma

Por otro lado, Carlos III ha pasado unos días con Camilla Parker en la conocida como ciudad del amor por excelencia. Durante su estancia en Roma, los reyes de España se han reunido con el presidente, Sergio Mattarella; y la primera ministra, Giorgia Meloni. Una visita que ha tenido lugar en un momento muy especial para el matrimonio británico, pues han celebrado su vigésimo aniversario de boda, que ha traído consigo dos nuevas fotografías oficiales tomadas en la capital de Italia, concretamente en el jardín de Villa Wolkonsky, residencia del embajador británico. 

 

En las instantáneas en cuestión, la pareja ha hecho gala de su exquisito gusto estilístico. Mientras comparten miradas de complicidad y buena sintonía, la Reina viste de blanco y Carlos III luce un traje de rayas azules. Una muy buena elección con la que, también, el monarca ha conseguido apaciguar los comentarios que giraban en torno a su salud, y demostrar que se encuentra en buenas condiciones para permanecer en la primera línea de la Corona.