Kate Middleton y el príncipe Guillermo continúan en Balmoral, la residencia de los Windsor en Escocia, disfrutando de unas vacaciones con sus hijos y el resto de familia real británica, antes de volver a Londres. La confesión más dura de la princesa de Gales tras conocer su enfermedad ha vuelto a generar mucha intranquilidad en torno a su recuperación y a su vuelta al trabajo una vez termine el verano.
Mientras se desvelan las dudas, la prensa británica ha traído a colación el curioso nombre en clave que utilizaba la futura reina consorte de Inglaterra y su llamativa relación con quien fue señalada a principios se este año como la supuesta amante de su marido, Rose Hanbury. Una coincidencia que recupera el complicado momento que vivió el matrimonio antes de anunciar el cáncer de Kate Middleton a raíz de los rumores constantes de distanciamiento.
La gran damnificada de la desaparición de Kate Middleton antes de anunciar que padecía cáncer
Antes de que Kate Middleton hiciera público que padece cáncer y recibe quimioterapia para afrontar la enfermedad, las especulaciones sobre el verdadero estado de su matrimonio con Guillermo de Inglaterra se dispararon. Rose Hanbury, examiga de la pareja, se convirtió en la gran protagonista involuntaria, muy a su pesar, después de que la prensa británica la señalara como la causante que la sólida relación de los príncipes de Gales estuviera en jaque.
Fue tal el escándalo que la mujer de 40 años, casada a su vez con David Cholmondeley, se vio obligada a romper su silencio a través de sus abogados y desmentir de forma tajante las informaciones que se decían sobre ella, así como cualquier vínculo sentimental con el hijo de Carlos III. Lo cierto es que la marquesa de Cholmondeley, el título que ostenta Rose Hanbury, se convirtió en la gran damnificada de la desaparición mediática de Kate Middleton, que se produjo entre enero y marzo de este año.
La extraña estrategia de la casa real británica para deshacerse del fantasma de Rose Hanbury
Los rumores sobre un posible 'affaire' entre el príncipe Guillermo y Rose Hanbury volvieron a resurgir con fuerza el pasado mes de julio cuando se desveló la inquietante estrategia que el Palacio de Kensington había puesto en marcha para borrar cualquier rastro de la supuesta amante del heredero en Internet, como denunciaron varios medios internacionales. Gracias a una investigación periodística se descubrió que el contenido digital en Reino Unido sobre la marquesa había desaparecido de la noche a la mañana.
En otras palabras: alguien se había dado a la tarea de borrar a conciencia las noticias sobre la supuesta infidelidad del heredero al trono inglés con la examiga de Kate Middleton. "No estamos hablando solo de acusaciones de romance extramatrimonial, sino también de alusiones a una aparente tensión entre las amigas Rose y Kate Middleton", denunciaron desde 'Vulture'. El problema de esta dinámica, como resaltó 'The list' es el efecto contrario que podía tener en la opinión pública este apagón informativo sobre la supuesta amante de Guillermo.
La extraña coincidencia que ha vuelto a unir a Kate Middleton y Rose Hanbury
Sea como fuere, el nombre de Rose Hanbury vuelve a protagonizar nuevas informaciones después de que 'The list' se haya hecho eco del particular nombre secreto (uno de los tantos) que utilizó Kate Middleton en el pasado. En este caso, fue durante un viaje privado a las islas Seychelles del que disfrutó junto al príncipe Guillermo en el año 2007 cuando eran novios. De acuerdo con la biografía 'William y Catherine', escrita por Andrew Morton, en lugar de utilizar sus verdaderas identidades, la princesa de Gales optó por emplear el nombre en clave de Rose Middleton. Su marido, que por aquel entonces no lo era, optó por el de Martin Midleton.
"El viaje se produjo después de que la pareja volviera a estar junta, ya que tuvieron una ruptura temporal en 2007. No está claro cómo eligieron esos apodos, pero que Kate se llame Rose es especialmente irónico", recogen desde el citado medio. En el libro sobre el matrimonio real, Morton escribe que la escapada romántica de los príncipes de Gales al paradisíaco lugar situado en las costas africanas fue todo un éxito.
Una postura que también defiende Marcia Moody, autora del libro 'Kate', en conversaciones con la revista 'People'. "Durante ese viaje, Kate Middleton y el príncipe Guillermo decidieron que, en los próximos años, trabajarían a conciencia, pero sacarían el tiempo para disfrutar de sus vidas privadas, sabiendo que en algún momento, cuando el tiempo fuera el adecuado, se convertirían en marido y mujer y tendrían que asumir nuevas responsabilidades", señaló la experta. Un tiempo que llegó el 29 de abril de 2011, cuando la pareja contrajo matrimonio en la abadía de Westminster en la boda real del año a la que, valga el apunte, acudió Rose Hanbury en calidad de amiga de la pareja.