La esposa del Príncipe Alberto ha protagonizado una entrevista para Monaco-Matin unas horas después de que su marido también lo hiciera.
Dados los rumores de crisis que han azotado su matrimonio en los últimos meses, Charlène de Mónaco ha tomado la palabra. La esposa del Príncipe Alberto ha protagonizado una entrevista en Monaco-Matin para contar, con todo lujo de detalles, cómo afronta esta vuelta a la rutina ahora que su salud ha mejorado y que los comentarios sobre su posible divorcio del soberano monegasco no dejan de crecer. Algo a lo que ha respondido tan solo unas horas después de que su marido llevara a cabo también una charla con Corriere della Será en la que hacía frente a los mismos problemas públicos que ahora su compañera de vida.
Con las pilas cargadas tras haber vivido un verano cuanto menos intenso a raíz de la recuperación en su estado de salud mental y de los rumores de crisis matrimonial, Charlène de Mónaco ha hablado. La consorte de Mónaco ha hecho gala de su cercanía con los medios de comunicación para asegurar que se siente “en muy buena forma, feliz y serena” tras haber superado una infección otorrinolaringológica por la que tuvo que ser operada tres veces. En ese momento, la que fuera nadadora no pudo salir de su África natal en un periodo de seis meses en los que, al parecer, tuvo tiempo de reflexionar al máximo.
¿Vuelta a la natación?
Entre los pensamientos que rondaron por la cabeza de Charlène está el de volver a practicar deporte, concretamente el que la hizo ser una figura de gran importancia a nivel internacional: “Camino habitualmente, pero me gustaría volver a entrenar en natación, para recuperar un poco más de energía y sentirme más fuerte”, ha comentado en el medio en cuestión, visiblemente optimista al tener la mirada puesta en el futuro.
Alberto y Charlène: un tándem irrompible
Por otro lado, no hay duda de que dos de los pilares fundamentales en la vida de la Princesa son sus hijos, Jacques y Gabriella. Por su bienestar Charlène ha podido anteponerse a cualquier bache, razón por la que ahora quiere que ambos tengan una buena formación académica que les ayude no solo en términos estudiantiles, sino también en personales. La prioridad de la consorte con sus hijos es que tengan “una infancia feliz” y que, de cara al futuro, tengan confianza en sí mismos para adaptarse “a un mundo en constante cambio” y puedan realizar actividades a diario que les hagan mejorar. Un objetivo que se incrementa si se tiene en cuenta que, en los próximos años, los pequeños tendrán un inquebrantable papel en la Corona del Principado monegasco.
Charlène tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de hacer referencia a su marido con el objetivo de demostrar que no existe ningún problema entre ellos. La zimbabuense ha aclarado que Alberto de Mónaco es el máximo apoyo también de sus niños, y es por ello que la pareja quiere inculcarles la importancia del deporte acuático: “Lo primero que nos pareció fundamental a mí y a mi marido fue enseñarles a nadar, y que no le tuvieran miedo al agua”, ha señalado. Pero lo cierto es que, finalmente, Jacques se ha decantado por el taekwondo y Gabriella por el baile al estilo hip-hop. Dos caminos que, tanto Alberto como Charlène apoyan y en los que permanecerán unidos entre ellos y a sus hijos.