El 2023 ha comenzado fuerte para la Familia Real danesa. Nada menos que abriendo el palacio para celebrar varias galas con las que compartir sus mejores deseos del Año Nuevo con los representantes de las instituciones más importantes del país. En la última, donde recibieron al Cuerpo Diplomático, fuimos testigo de un momento de lo más curioso. La reina Margarita de Dinamarca presidía la recepción, acompañada por los príncipes herederos Federico y Mary.
Después de saludar a los jueces de la Corte Suprema, miembros del Guardavidas Real y el cuerpo de oficiales del regimiento de Húsares, la soberana se trasladó a uno de los grandes salones del palacio de Amalienborg para encontrarse con los distintos embajadores. Allí tomó asiento en un sillón de estilo barroco. Margarita, de 82 años, goza de buena salud, aunque su movilidad ya no es la que era y se le aprecia cierto titubeo al caminar. Por eso mismo eligió continuar el besamanos de esta manera, más cómoda y descansada, mientras que su hijo y su nuera se situaban de pie a su lado.
Todo transcurría con normalidad hasta que el príncipe Federico, de 54 años, empezó a mostrar un gesto algo extraño. Los ojos congestionados, un poco lacrimosos... Su esposa, la princesa Mary le miraba con curiosidad como preguntándole qué le pasaba, pero manteniendo el tipo ante las cámaras. El heredero entonces no pudo seguir aguantando más y acabó estallando en un estornudo, aunque eso sí, tratando de reprimirlo lo más posible tapando su nariz y boca con ambas manos.
Un gesto espontáneo que le puede pasar a cualquiera y en cualquier momento, y más en estas fechas invernales tan proclives a gripes y resfriados. Puede que el brusco cambio de temperaturas haya influido en su salud. Recordemos que el príncipe Federico y su familia han pasado las Navidades en Australia, país natal de Mary, donde ahora mismo es verano. De hecho se les ha visto disfrutar de estas fechas en la playa y desde allí la pareja y sus cuatro hijos nos enviaban una 'postal' de felicitación en zapatillas y pantalones cortos.
Una vez pasada la Nochevieja, los herederos han regresado a Copenhague para cumplir con sus compromisos. La reina Margarita los mencionaba expresamente en su tradicional discurso de Año Nuevo, alabando su mayor implicación en los compromisos tras superar las restricciones de la pandemia. También volvía a referirse a la crisis familiar que les sacude desde hace unos meses, tras la decisión de quitarles el título de príncipes a cuatro de sus ocho nietos.
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