Aunque su cáncer, del que se desconoce el tipo, ya está en remisión, las apariciones de Kate Middleton siguen siendo contadas. La enfermedad de la mujer del príncipe Guillermo fue un punto y aparte en cuanto a reformular sus prioridades, como ella misma explicó en un comunicado, que la obligó a poner "lo que verdaderamente importa" en el centro de su vida.

Salud aparte, la princesa de Gales y su marido están apunto de celebrar su 14 aniversario de casados, el próximo 29 de abril. Coincidiendo con esta fecha clave para ellos, se ha desvelado ahora la "rebeldía" que puso en práctica Kate Middleton aquel día, con la que fue en contra del férreo protocolo de la casa real británica y de todos los miembros 'royals' mujeres que la precedieron.

El día clave que Kate Middleton decidió ir en contra de lo establecido por sus predecesoras

Corría el año 2011 y nadie quiso perderse la esperadísima boda real que, por fin, iba a unir en matrimonio al príncipe Guillermo y Kate Middleton. Han pasado cerca de 14 años, que se dice pronto, del 'sí, quiero' por todo lo alto que coincide con uno de los momentos más delicados, aunque cada vez menos, de la casa real británica. La princesa de Gales continúa sin hacer frente a sus obligaciones institucionales como antes del diagnóstico de cáncer. En la otra cara de la moneda, su suegro, el rey Carlos III, que sigue recibiendo tratamiento para combatir su enfermedad en medio de una preocupación creciente por su estado de salud.

La real boda de Kate Middleton y el príncipe Guillermo fue, sin duda, el acontecimiento de aquel 2011, con una Abadía de Westminster repleta hasta la bandera. Acudieron 2.000 invitados, entre miembros de la realeza europea, aristócratas, empresarios, gente del mundo de las artes y la cultura, famosos, amigos de la pareja y, por supuesto, la orgullosa abuela del novio, la Reina Isabel II. Nada se dejó a la improvisación. La ceremonia llevó meses de preparativos previos para responder a un protocolo férreo y ejecución minuciosa cuidada al milímetro. 

Se dice que 40 millones de personas de todo el mundo fueron testigos del enlace a través de la televisión. Nada podía fallar y, sin embargo, hubo un error de protocolo, 'a priori' ínfimo, pero de gran calado y, en ningún caso, improvisado, que ahora los expertos de 'The List' han sacado a relucir. 

La Princesa de Gales en una instantánea del día de su boda luciendo la tiara "Halo" de Cartier

La Princesa de Gales en una instantánea del día de su boda luciendo la tiara "Halo" de Cartier

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El pelo suelto de Kate Middleton que dio al traste con siglos de protocolo de belleza nupcial

Durante 350 años fue costumbre que la novia en una boda real en el seno de la monarquía inglesa llevara el pelo recogido. Pero cuando Kate Middleton se casó con el príncipe Guillermo, la ahora futura reina de Inglaterra decidió lucirlo suelo, melena al viento, no sin oposición de la institución a la que iba a unir su vida. "Fuentes reales me dicen que la casa real británica le indicó con insistencia a Kate que preferirían que llevara el pelo recogido para esta ocasión tan especial", desvela la experta en realeza Ashley Pearson en el documental 'Guillermo & Kate: el viaje', como recoge el medio mencionado en el párrafo anterior. 

"Lo cierto es que Kate Middleton estaba decidida a llevar el pelo suelto con largos rizos sueltos. Este peinado en particular no solo era el favorito de la princesa, sino que a Guillermo también le encantaba. Así que los demás miembros de la realeza cedieron. Terminaron por aceptar su look", añade la experta. Una postura decidida y muy arriesgada por parte de la princesa de Gales, entendiendo que suponía cuestionar los deseos de una figura de la talla de Isabel II, dura como ella sola.  

"La difunta reina Isabel II era conocida por valorar la tradición, pero el estilo refinado y relajado de Kate para su boda demostró que podía cumplir con las expectativas reales sin dejar de ser ella misma", añade la experta real Amanda Matta en conversaciones con 'The List' sobre la postura que adoptó la madre de Carlos III sobre el tema del peinado de la princesa, de un calado insólito.

Boda real entre Kate Middleton y el príncipe Guillermo.

Boda real entre Kate Middleton y el príncipe Guillermo.

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La cada vez más habitual ruptura de reglas por parte de Kate Middleton desde que ingresó a la casa real británica

En todos estos años, Kate Middleton ha demostrado más que de sobra, pero de forma muy sutil, su personalidad combativa a la hora de imponer sus designios dentro de la institución de la que, algún día, será reina consorte. Prueba de ello, el hecho de que no haya retomado su agenda pública desde que fue diagnosticada de cáncer. Esto a pesar de las críticas que está recibiendo por parte de ciertos sectores británicos por su falta de compromiso, entendiendo que la gente "normal" no cuenta con tanto margen de cara a incorporarse al trabajo cuando está convaleciente de la misma enfermedad que padece ella (ya en remisión). 

"Si bien no se la conoce por traspasar los límites del todo, sí ha realizado sutiles ajustes a las normas reales: repite atuendos, defiende la moda de calle y usa pantalones en compromisos oficiales. Como reina, probablemente seguirá encarnando la perfecta combinación entre tradición y modernidad, adaptándose a los nuevos tiempos sin desviarse de los valores fundamentales de una monarquía muy tradicional", sentencia Matta sobre el papel que se espera cumpla Kate Middleton en el futuro.