La estricta regla de Kate Middleton y el príncipe Guillermo por el bien de sus hijos y que solo rompen cuando es necesario es solo parte de una serie de normas que los príncipes de Gales imponen a Charlotte, Jorge y Louis. El matrimonio tiene como prioridad que los menores crezcan lo más normal posible, dentro de las posibilidades que su papel institucional les permite.
Ahora bien, que hagan algunas salvedades respecto a su crianza y educación, no les exime de mantenerse firmes cuando la tranquilidad del hogar se ve afectada por el mal comportamiento de los niños. Como cualquier progenitor que se precie. Kate Middleton y el príncipe Guillermo han ideado una fórmula para mantener a sus hijos a raya.
El cambio de postura de Kate Middleton y el príncipe Guillermo respecto al cuidado de sus hijos
En estos, algo más de ocho, meses desde que a Kate Middleton le diagnosticaron cáncer, ella y el príncipe Guillermo se han blindado en Adelaide Cottage, su residencia oficial, situada a las afueras de Londres. Su prioridad no ha sido otra que proteger a sus hijos ante la complicada situación que vive su madre, quien recientemente anunció que ha terminado su tratamiento de quimioterapia. Una buena noticia que no significa, en cualquier caso, que está curada de la enfermedad. Como apuntó su marido en su último evento institucional, a la futura reina consorte todavía le queda un largo camino por recorrer para poder afirmar que está curada.
Tan presentes han querido estar los príncipes de Gales en la vida de Charlotte, Jorge y Louis que, incluso, optaron por reducir la jornada de sus trabajadores domésticos y de confianza para, de este modo, ocuparse ellos mismos del día a día del hogar y las rutinas de los menores. Entre ellos, la jornada de la nanny española, María Turrión, que lleva más de 10 años encargándose de cuidar a los nietos del Rey Carlos III.
Una postura que evidencia el giro de 180 grados que ha dado la vida de la pareja real en este último año, que, no solo ha afectado de lleno a sus prioridades, sino también a la forma en la que encaran la educación de sus tres hijos.
Las prohibiciones a las que están sujetos Charlotte, Louis y Jorge en presencia de sus padres
Se sabe que los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo siguen una conjunto de normas mucho más estrictas que la mayoría de los niños de su edad, donde prima la disciplina y el mantenimiento de la estructura del hogar familia, de acuerdo con el 'Daily Express'. No se permiten ni llantos ni rabietas, mucho menos en público. Las salidas de tono están terminantemente prohibidas y se refuerza en los niños la capacidad de expresar sus emociones sin tener que recurrir a los berrinches, recoge el citado medio.
Lo que no se conocía hasta ahora es que los príncipes de Gales tienen un código secreto al que se remiten cuando Jorge, Charlotte y Louis se portan mal. Se trata de un gesto sutil que pasa casi inadvertido para quien no lo conoce y con el que la pareja real pone en vereda a sus hijos cuando cruzan la línea y no se comportan como se espera de ellos. Ha sido el experto real Tom Quinn quien ha desvelado este detalle desconocido de la vida familiar de Kate Middleton y Guillermo y del que se ha hecho eco 'The Mirror'.
La breve y sutil frase con la que los príncipes de Gales amonestan a sus hijos en público
Para el experto, el código secreto salió a la luz cuando el príncipe Louis "se portó mal" durante el Jubileo de Platino de la difunta Reina Isabel II. cuando "le sacó la lengua a su madre" delante de todo el mundo. La reacción de Kate Middleton, indica Quinn, "fue muy elogiada" porque "empleó su código secreto para calmar a los niños", al que recurre en ocasiones. "Simplemente, dice 'tomemos un descanso'. Los niños saben que estas pocas palabras tienen mucho más peso del que podríamos imaginar", recoge el citado medio.
No es la única fórmula que guardan bajo la manga los príncipes de Gales para que Jorge, Charlotte y Louis entren en razón. "Cuando uno de los jóvenes miembros de la realeza tiene problemas emocionales o pierde los estribos, se dice que Kate Middleton y el príncipe Guillermo se los llevan para lo que ellos denominan una 'charla en el sofá. La idea es que, en lugar de tener un tiempo a solas, castigados, con sus pensamientos y sentimientos, alguno de los padres de los niños está ahí a su lado para ayudarle a comprender lo que ha sucedido y canalizar mejor sus emociones", sentencia el biógrafo real.