Este viernes, los reyes Carlos III y Camila han comenzado un nuevo viaje de Estado. El matrimonio ha aterrizado en Australia, siendo recibidos con grandes honores. Tras más de 20 horas de trayecto, ambos han posado sonrientes en Sidney, ciudad que se ha preparado para el evento y ha querido ponerse a la altura de sus invitados, en un momento crucial para la monarquía del país. 

El monarca británico es mariscal del ejército australiano, mariscal de su fuerza aérea y almirante de la flota, por lo que ha sido recibido con honores militares. Su relación con este país siempre ha sido destacada, por lo que antes de acudir, Carlos III y Camila han mostrado su ilusión por su viaje. "Realmente tenemos muchas ganas de regresar a este hermoso país para celebrar las extraordinariamente ricas culturas y comunidades que lo hacen tan especial", han escrito en sus redes sociales, con cierto entusiasmo. Es la primera vez que visitan este país como monarcas, ya que su último viaje fue en 2018. 

Un problema de seguridad empaña el viaje de Carlos III y Camila a Australia

Sin embargo, este viaje se ha visto empañado por un problema de seguridad. Un hombre, de nombre Charles Dorante-Day, afirma ser hijo del matrimonio, por lo que quiere encontrarse con ellos por las calles australianas. Él tiene 58 años y nació en Reino Unido, aunque actualmente reside en Australia. Durante años ha exigido una prueba de ADN para confirmar sus sospechas, por lo que ahora pretende comentárselo directamente a ellos y reprocharles su adopción. 

Recibimiento de Carlos III y Camila en Australia.

Recibimiento de Carlos III y Camila en Australia.

Gtres

El australiano ha compartido en sus redes sociales sus intenciones de encontrarse con sus supuestos padres durante su visita al país. Sin embargo, se desconoce cómo intentará coincidir con Carlos III y Camila, ya que no ha querido mostrar los pasos de su plan “¿Qué voy a hacer esta vez? Bueno… Sería muy tonto si no tomara medidas cuando él entre en la misma jurisdicción que yo. Pero creo que sería aún más tonto si revelara mis intenciones prematuramente”, explicaba hace unos meses en su Facebook, haciendo saltar todas las alarmas.

Carlos III y Camila toman medidas ante estas amenazas

Según se ha afirmado en exclusiva en Daily Mail, el joven, dado en adopción nada más de nacer, considera que es hijo de la pareja, por lo que quiere verlos de nuevo. Se desconoce cuáles son sus intenciones para ponerse en contacto con ellos y exigirles una prueba de ADN, por lo que los monarcas han tenido que tomar medidas para abordar el asunto. Ante las amenazas, se han visto obligados a aumentar el servicio de protección y seguridad de la Casa Real. De este modo, Dorante-Day estará vigilado de cerca por los guardaespaldas reales mientras ellos continúan con su agenda oficial en el país. 

Sin embargo, el joven niega estar siendo vigilado. "No he recibido ningún consejo para no viajar cerca del rey Carlos y la reina Camila", ha afirmado en sus redes sociales. Por ello, considera que puede seguir adelante con su plan. Carlos III y Camila pasarán el fin de semana en Sydney antes de viajar, el lunes 21 de octubre, a Canberra, momento en el que este joven puede intentar seguir los pasos de la pareja por las diferentes ciudades del país. 

Los planes de Carlos III y Camila durante su viaje a Australia

Además, según ha podido confirmar el mismo medio, los monarcas han aprovechado su viaje para disfrutar de la ciudad. En su primer día de viaje en el país han dado un paseo por los jardines de Admiralty House en Kirribilli, en la costa norte de Sydne . Alrededor de las 10 de la mañana de este sábado han sido captados por las cámaras. Para esta caminata privada, Carlos III ha lucido un elegante traje beige, mientras que Camina ha apostado por vestido veraniego en azul oscuro. Debido al acoso recibido, han contado con la presencia de un guardaespaldas.

¿Quién es el hombre que ha amenazado a Carlos III y Camila?

El hombre que afirma ser el hijo secreto de Carlos III y Camila fue adoptado con tan solo 8 meses, en 1966. En ese momento, la reina tan solo tenía 18 años y el monarca, 17. Según la biografía del rey, la pareja aún no se conocía. Sin embargo, el australiano defiende que su abuela adoptiva trabajaba para Isabel II, por lo que ayudó a que la pareja ocultara su romance y entregara al bebé a su hija en Australia. 

Según las palabras del australiano, el matrimonio coincidió en el funeral de Winston Churchill, en enero de 1965, momento en el que surgió su amor. Sin embargo, los datos oficiales siempre han apuntado a que la pareja se conoció en 1970, durante un partido de polo en Windsor Great Park.