En medio de la recuperación del cáncer que padece, el rey Carlos III está haciendo frente a la complicada situación en la que se ha visto inmerso por obra y gracia de una oferta laboral para contratar a un empleado doméstico en el Castillo de Windsor. Y la polémica está servida, evidentemente, y como era de esperar. 

El aluvión de críticas que está recibiendo el padre del Príncipe Guillermo le ha obligado a modificar 'in extemis' las condiciones del puesto que necesita ocupar para el correcto funcionamiento de su casa. Un movimiento que, en cualquier caso, no ha rebajado las acusaciones que la opinión pública ha vertido sobre él. A esto se suma el problema que está viviendo el soberano por la férrea postura de su hermano Andrés, que no quiere abandonar Royal Lodge a pesar de los ultimátums.

Los requisitos del Rey Carlos III para su viaje de Estado a Australia y Samoa, el primero tras anunciar que padece cáncer

Desde que el pasado mes de febrero anunció que padece un tipo de cáncer no revelado, la salud de Carlos III ha estado en el punto de mira y ha sido motivo de preocupación entre la ciudadanía del Reino Unido. Más recuperado, el monarca se embarcará en los próximos días en un importante viaje oficial que le llevará a Australia y Samoa, el primero que realiza desde que le diagnosticaron la enfermedad.

Se trata de un paso clave con el que deja entrever que su recuperación va viento en popa, aunque todavía se está sometiendo a tratamiento, del que tampoco se saben especificaciones. En el caso de su nuera, Kate Middleton, anunció hace apenas un mes el fin de la quimioterapia que recibía para luchar contra el cáncer que padece y le fue descubierto a principios de este año. Al igual que el de su suegro, tampoco ha trascendido el tipo. 

Junto con su equipo de confianza, el Rey Carlos III ha preparado al detalle todo lo relativo a esta importante travesía que le llevará al otro lado del mundo. Para ello, ha solicitado una serie de requerimientos irrenunciables que tienen mucho que ver con su estado de salud. Según ha revelado 'The Times', entre las medidas adoptadas por el soberano para evitar cualquier contratiempo, un grupo de médicos viajarán con él y estarán disponibles para intervenir las 24 horas del día. Carlos III también viajará con un suministro de sangre de su misma tipología en caso de que fuera necesaria una trasfusión de urgencia. 

El itinerario del también padre del príncipe Harry incluye, así mismo, un día de quietud, sin actividades, y se han descartado los compromisos innecesarios en las horas de la noche para, de esta forma, asegurar el correcto y necesario descanso del rey. A sus 77 años, el marido de la Reina Camilla sí acudirá a dos cenas de Estado que se organizarán en su honor en Australia y Samoa. 

Carlos III y Camilla durante un acto

Carlos III y Camilla durante un acto

Gtres

La última polémica en la que se ha visto envuelto Carlos III, a quien tachan de "tacaño"

La feliz noticia del primer viaje al extranjero de Carlos III tras anunciar que padece cáncer, se ha visto empañada en las últimas horas por un escándalo que le tiene en el centro del debate público. A él y a la institución que preside. Todo se ha desatado a propósito de una oferta de trabajo ciertamente precaria que ha publicado la casa real británica en su página oficial. Se busca un asistente de limpieza para entrar a trabajar de manera urgente en el Castillo de Windsor, la residencia oficial del Rey y la Reina Camilla, situada en Berkshire, a una hora y cuarto en coche de Londres. 

El problema no es tanto el cargo como el sueldo que el monarca estaba dispuesto a pagar a la persona contratada, de apenas 22.000 libras esterlinas al año (algo más de 26.300 euros). Esto por trabajar cuarenta horas semanales, lo que se traduce en una tarifa de 10,54 libras (12,61 euros) la hora. Se trata de un sueldo muy por debajo del salario mínimo que se establece en Reino Unido para adultos mayores de 21 años, situado en 11,44 libras (13,56 euros). 

El rey "tacaño" y "agarrado", obligado a rectificar ante la presión mediática

Nada más trascender la noticia, la prensa del país y los británicos en general han puesto el grito en el cielo por lo que se ha pasado a denominar una "oferta miserable". Entendiendo, además, que el empleador es uno de los monarcas (y personas) más ricos del mundo y un patrimonio inmobiliario envidiable la opinión pública ya le ha tachado de "tacaño" y "agarrado".

La repercusión de este hecho insólito ha sido tal que ha obligado al equipo de Carlos III a rectificar la dudosa oferta y subir el sueldo para que se ajuste al salario mínimo que opera en Reino Unido. "El salario que figuraba originalmente era un error que luego fue modificado", ha asegurado una fuente oficial al portal 'Need to Know'. En estos momentos, se ofrece una remuneración al año para el polémico cargo de 24.188, que en euros alcanza los cerca de 29.000 euros anuales.