La princesa Kate Middleton, reconocida por su estilo de crianza consciente y su enfoque en la salud familiar, ha compartido en múltiples ocasiones detalles sobre los hábitos alimenticios de sus hijos: George, Charlotte y Louis. Hace algunos años, durante una conversación con la famosa chef Mary Berry para el programa ‘A Berry Royal Christmas’ de la BBC, la Princesa de Gales bromeó sobre el apetito voraz de sus pequeños: “Mis hijos tienen pozos sin fondo. Me siento como una máquina de alimentación constante”. Sin embargo, siguen una dieta meticulosamente equilibrada, inspirada en principios mediterráneos y diseñada para nutrir tanto el cuerpo como la mente.
La alimentación de los hijos de los Príncipes de Gales combina tradición y ciencia. Kate ha revelado que, desde temprana edad, sus pequeños han mostrado predilección por verduras como zanahorias, remolachas y legumbres, ingredientes que no solo son ricos en fibra y vitaminas, sino que también reflejan un compromiso con la sostenibilidad y la nutrición integral. Otro dato curioso que reveló la princesa sobre los gustos de sus hijos es que Charlotte adora las aceitunas. Este snack saludable y tan mediterráneo, es un aliado nutricional poco convencional para los niños, cargado de beneficios que van desde la salud intestinal hasta el apoyo al desarrollo cognitivo.
La princesa Charlotte en una foto de archivo. GTRES
Este alimento, no solo es una fuente de grasas saludables, sino que también forma parte de los llamados fermentados, un grupo de productos que han ganado popularidad por sus propiedades probióticas. Según Noemí Bermúdez, experta en nutricosmética y CEO de Mímate Cosmétics, “los ácidos grasos omega, especialmente el omega-3, omega-6 y omega-9, son esenciales para múltiples funciones del organismo, sobre todo para el cerebro, el corazón y las articulaciones”. Un detalle que convierte el gusto de Charlotte por este aperitivo en una elección tan deliciosa como inteligente.
Beneficios del omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son una pieza clave en el rompecabezas de la nutrición moderna. Según Bermúdez, “nuestro cuerpo no puede producir algunos de estos ácidos grasos por sí mismo, por lo que es necesario obtenerlos de la dieta”. Este nutriente, presente en alimentos como el pescado azul, las semillas y las aceitunas, desempeña un papel vital en la prevención de enfermedades crónicas y en el mantenimiento de funciones corporales esenciales.
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Entre sus beneficios más destacados se encuentra su capacidad para reducir la inflamación sistémica. Además, el omega-3 es fundamental para nuestro cerebro: “Está relacionado con la mejora del estado de ánimo y reducción del estrés”, explica Bermúdez. Estudios científicos respaldan que su consumo regular puede mejorar la memoria, la concentración y el desarrollo neuronal en niños, algo crucial en etapas de crecimiento acelerado como la de los pequeños de Gales.
Pero los beneficios no terminan ahí. Estos ácidos grasos también ayudan al cuerpo a combatir infecciones, y mejoran la apariencia de la piel y el cabello, gracias a su papel en la mantención de la elasticidad celular. Para los niños, cuyos cuerpos están en constante desarrollo, incorporar omega-3 es una inversión a largo plazo. No es casualidad que en el hogar de los royals, donde la alimentación se planifica con rigor, estos nutrientes ocupen un lugar privilegiado en el menú familiar.
Alimentos ricos en omega-3
La dieta mediterránea, que Kate Middleton sigue como modelo para sus hijos, es un tesoro de opciones ricas en omega-3. Además de las aceitunas —el snack estrella de Charlotte—, existen numerosos alimentos que pueden integrarse en comidas sencillas y apetitosas. Según Noemí Bermúdez, “para mantener el bienestar, es clave incluir fuentes naturales como los pescados grasos (salmón, sardinas, caballa…), semillas de chía o linaza, frutos secos como nueces y almendras, huevos, aceite de oliva virgen extra y algas como la espirulina”.
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Los pescados azules, por ejemplo, son un pilar en la cocina de la familia real británica. El salmón, en particular, suele servirse asado o al horno, acompañado de verduras de temporada, una combinación que garantiza un aporte equilibrado de proteínas, grasas saludables y fibra. Para los niños más pequeños, como Louis, Kate opta por presentaciones creativas, como albóndigas de pescado o tacos de lechuga rellenos, estrategias que hacen más atractivos estos ingredientes.
En el caso de las semillas y frutos secos, su versatilidad permite incorporarlos en desayunos (como topping en yogur o smoothies) o en las meriendas. Las nueces, por ejemplo, son un recurso rápido para llevar al parque o de excursión, algo práctico para una familia tan activa. Por otro lado, el aceite de oliva virgen extra, otro básico mediterráneo, no solo se usa en ensaladas, sino también para cocinar al vapor o saltear verduras, maximizando la absorción de nutrientes.
Pero no todo es pescado y aceites. Las algas, aunque menos comunes en Occidente, están ganando terreno como superalimento. La espirulina, por ejemplo, puede añadirse en polvo a batidos o sopas, ofreciendo una dosis concentrada de omega-3 sin alterar el sabor de los platos. Una opción que, sin duda, podría estar ya en la despensa de Kensington Palace.
Consecuencias de la falta de omega-3
Ignorar el consumo de omega-3 puede tener repercusiones para la salud. Según Noemí Bermúdez, “cuando no consumimos suficiente omega, pueden aparecer problemas de piel seca, inflamación, fatiga, cambios de humor y hasta dificultades cognitivas”. En niños, esto se traduce en un mayor riesgo de déficit de atención, bajo rendimiento escolar e incluso trastornos del sueño.
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En el caso de las mujeres —y aquí entra el interés de Kate Middleton por la nutrición preventiva—, el omega-3 es crucial para equilibrar hormonas y prevenir complicaciones durante la etapa reproductiva.
Para quienes no logran cubrir las necesidades diarias a través de la dieta, Bermúdez menciona que “existen algunas opciones que pueden complementar este aporte”, como suplementos de aceite de pescado o algas. Sin embargo, recalca: “Siempre es recomendable priorizar la alimentación natural”. Un consejo que parece resonar en la cocina de los Middleton, donde los fermentados como el kéfir o el chucrut —ricos en probióticos— complementan la ingesta de omega-3, mejorando la absorción de nutrientes y fortaleciendo la microbiota intestinal.
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El auge de los fermentados: más allá del omega-3
Aunque no son fuente directa de omega-3, los alimentos fermentados han ganado popularidad en hogares conscientes de la salud, como el de Kate Middleton. Productos como el kéfir, el chucrut o el kimchi no solo aportan probióticos que equilibran la flora intestinal, sino que también mejoran la digestión. “Cada uno tiene su propio perfil de sabor y beneficios, pero todos contribuyen al bienestar intestinal”, explica Bermúdez.
Para los niños, introducir estos sabores puede ser un desafío, pero la duquesa de Cambridge ha demostrado que es posible. Servir aceitunas, incorporar yogur natural en postres o añadir encurtidos en ensaladas, son estrategias sencillas para normalizar estos alimentos. Un enfoque que, además de nutritivo, educa el paladar desde la infancia.
La elección de las aceitunas como aperitivo favorito de Charlotte no es un capricho, sino un reflejo de la filosofía nutricional que Kate Middleton ha implementado en su familia: combinar lo delicioso con lo funcional. En un mundo donde los snacks procesados dominan el mercado, optar por alimentos ricos en omega-3 y fermentados es un acto de cuidado y prevención.
Desde los pescados grasos hasta las aceitunas, cada bocado cuenta en la construcción de una salud de hierro. Como bien resume Noemí Bermúdez: “Los omega-3 son perfectos para las articulaciones y hasta para equilibrar el estado de ánimo”.