Los concursantes de 'Gran Hermano' han vivido una noche de lo más especial y lacrimógena durante la última gala de los martes, 'Límite:48 horas'. Tras más de cincuenta días conviviendo en Guadalix de la Sierra y sin apenas noticias del exterior, han recibido mensajes y regalos de sus seres queridos que han generado las reacciones más extremas. Desde quienes no han podido evitar las lágrimas, hasta los que se han quedado completamente desubicados por el contenido de las informaciones que les han llegado.
Una de las que más se ha emocionado ha sido Laura, pero por los motivos equivocados. La hija de María José Galera se ha venido abajo, rota de dolor, al ver que sus compañeros eran agasajados por la organización, pero ella se quedaba con las manos vacías. Una discriminación que no ha entendido y ha obligado a los responsables a intervenir, para satisfacción de la joven de 20 años.
Los concursantes de 'Gran Hermano' enfrentan su noche más emotiva con sus seres queridos muy presentes
Las primeras en recibir noticias del exterior de 'Gran Hermano' han sido Violeta y Edi. Jorge Javier Vázquez las ha citado en el confesionario sin que ninguna de las dos imaginara el motivo de ese llamado insólito. Las concursantes han entrado en la sala y se han quedado muy sorprendidas al ver dos regalos en el sillón. La primera en abrirlo ha sido Edi, que ha encontrado la almohada de su hijo y una carta escrita por su madre en la que la ha alentado a seguir.
Luego le ha tocado el turno a Violeta, que ha recibido sus bandas de Miss firmadas y otra misiva, también de su madre, en la que esta le trasladaba una llamativa frase que la ha dejado del todo pensativa y muy descolocada. A su regreso a la casa, no ha podido evitar las lágrimas amargas por la falta que le hacen las personas que ha dejado fuera de la casa.
Uno a uno o, mejor, de dos a dos, los concursantes de 'Gran Hermano' han ido pasando por el confesionario. Los siguientes han sido Ruvens y Óscar. El director de cine se ha venido abajo como pocas veces le hemos visto al recibir un pequeño joyero con un hueso de su perra fallecida dentro. "Después de 17 años, la sacrificamos en marzo. Ley de vida, pero… Darle las gracias a mis padres por mandarlo", ha contado entre lágrimas. Óscar, por su parte, ha cambiado la tónica de la noche y se ha puesto muy contento al encontrarse con uno de sus gorros de hípica, con un especial significado para él.
Lágrimas entre los concursantes de 'Gran Hermano' después de medio mes sin noticias del exterior
Jorge Javier Vázquez ha continuado citando a los concursantes de 'Gran Hermano' en el confesionario, ante la atenta mirada de quienes debían aguardar pacientes. Entre ellos, Laura, cada vez más nerviosa por no escuchar su nombre. Nerea y Luis han sigo los siguientes en acceder a la sala, donde se han encontrado con dos cartas escritas por sus respectivas madres y dirigidas a ambos.
La pareja se ha derrumbado sin posibilidad de réplica al leer en voz alta los consejos que estas les ha trasladado y su opinión respecto a las peleas que están protagonizando durante su paso por el concurso. Nerea ha sido la peor parada, muy afectada por las palabras de las dos mujeres.
En el caso de Maica y Daniela, la segunda ha llorado desconsolada con las fotos de su gato, a quien echa mucho de menos, mientras que la primera se ha emocionado con la tarjeta en forma de mariposa que le ha enviado su familia. A lo que hay que sumar la romántica videollamada de Tomasso, el concursante de 'Grande Fratello' con el que tuvo una especial sintonía. Nada que Jorge Javier se acordaba de Laura, que se ha mostrado del todo inquieta hasta que, finalmente, ha escuchado su nombre alto y claro.
El cambio de actitud de Laura de 'Gran Hermano' al comprobar que la organización de 'Gran Hermano' la ha tenido en cuenta
Los primeros recelos de la hija de María José Galera, la primera expulsada de la historia de 'Gran Hermano', se han visto disipados cuando Jorge Javier Vázquez le ha llamado al confesionario junto con Manu. El rostro le ha cambiado de un momento a otro, de la expectación máxima, a la decepción más absoluta. Laura recibía una pulsera de su hermana, Patricia, dentro de una caja que, ha asegurado, olía a ella. El problema ha llegado cuando el presentador catalán le ha indicado que leyera la carta que le habían enviado sus familiares y, sin embargo, no había ninguna misiva para ella.
Una de cal y otra de arena. "La carta llegará enseguida, no te preocupes. Está el cartero que no da abasto", le ha indicado entre risas Jorge Javier Vázquez. La cara de la joven se ha transformado por completo, visiblemente descontenta ante lo que ha considerado una actitud discriminatoria hacia ella por parte de los responsables de 'Gran Hermano', que no le han hecho llegar su carta. Ya dentro de la casa, su malestar ha ido creciendo una vez se ha percatado de que había perdido su oportunidad de leer la misiva de sus allegados, al contrario de lo que ha sucedido con el resto de sus compañeros.