Isabel Pantoja ha sufrido una fuerte crisis de ansiedad en 'Supervivientes 2019'. Un episodio de gran dureza que le ha recordado el peor momento de su vida: su condena en la cárcel de Alcalá de Guadairsa. Al final, ha superado la crisis ha explicado los motivos por los que está sufriendo constantemente en las costas de Honduras.
La crisis de ansiedad de la tonadillera
Desde que entró en el concurso, son habituales las subidas y bajadas emocionales de Isabel Pantoja en Honduras. Sin embargo, nunca hasta ahora había tenido una crisis de ansiedad tan profunda como la de hace un día.
"Me siento encerrada"
En su episodio más duro en Honduras, Isabel lloraba desesperada. "Si estuvieran aquí mis hijos y mis hermanos me hubieran sacado ya de aquí. Me da igual todo. No me estoy lamentando. Estoy tomando una decisión: ¡que me voy". Omar, a su lado, intentaba tranquilizarla: "Come mango, que te puede pasar algo". Pero la artista no quería comer: "Me siento encerrada y yo no puedo estar así. Mi mente, mi mente, mi mente... Mi mente no puede más".
"¡Quiero irme!"
"A mí ya no me retiene nadie. ¡Quiero irme! ¡Aunque sea nadando, pero me voy!". Una Isabel a punto del colapso y como nunca la habíamos visto ha estado a punto de abandonar, una vez más, 'Supervivientes'.
"Sentí deseos de abandonar el concurso"
Apenas 24 horas después de su crisis de ansiedad, Isabel ha explicado el porqué de su ansiedad. Y los motivos de sus vaivenes emocionales en el programa. "Hoy me encuentro un poco mejor. Ayer pasé un mal día. Me dio una crisis de ansiedad bastante grade, la cual llevo superándola desde la primera semana que estoy aquí. Por un momento se me metió en la cabeza abandonar. Sentí deseos de abandonar el concurso".
"Estar en una isla me recuerda que no tengo el mando de mi vida en mis manos"
"Todo el mundo sabe que yo he venido a concursar. Soy una concursante más. Desde 211 era el sueño de mi vida, pero todo el mundo sabe que yo lo he pasado muy mal. Yo pensaba que mi mente estaba bien. Yo físicamente también. Pero el estar en una isla me recuerda día a día que no tengo el mando de mi vida en mis manos. Cuando estoy allí lo voy sobrellevando lo mejor que puedo, pero cuando llega la noche me dan ganas de salir y no puedo. Estoy rodeada de mar por todas partes. Ahí ya no puedo dormir...". Así ha explicado Isabel la manera en la que la isla le recuerda sus peores días de encierro en la cárcel.