Fue al llegar a la mayoría de edad cuando los cambios físicos en Victoria de Suecia se hicieron más evidentes. Su extrema delgadez en los años 90 hizo saltar las alarmas y la Casa Real de Suecia confirmó que la princesa padecía un trastorno de la conducta alimentaria. La noticia de la anorexia de Victoria dio la vuelta al mundo y fue el detonante para que surgiera la reflexión: ¿puede ser tan sumamente estresante para una joven ser miembro de la realeza como para hacerle sufrir este tipo de trastornos? Claramente las responsabilidades y obligaciones que suponen una posición social como la suya pueden hacer estragos en la salud mental de una persona tan joven.
La peor época de Victoria
La presión que sentía la princesa, el saberse observada constantemente, juzgada y analizada por ser la heredera al trono, terminó pasando factura a la princesa que cayó en una anorexia nerviosa al no tener herramientas, dada su juventud, para gestionar la situación que estaba viviendo.
La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario caracterizado por una preocupación obsesiva por mantener un peso corporal bajo, lo que lleva a una restricción severa de la ingesta de alimentos. Las personas con anorexia nerviosa, como le pasó a Victoria, suelen tener una imagen distorsionada de su cuerpo y pueden verse más gordas de lo que realmente son. Esta condición puede tener graves consecuencias para la salud física y mental, incluyendo desnutrición, problemas cardíacos y depresión.
Victoria admitió en aquel entonces que su autoestima se había resentido y que este hecho hizo que su relación con la comida y su imagen física cambiara. Su obsesión por ser delgada la llevó a poner en riesgo su salud física, pero con el apoyo de profesionales y terapia, logró superar su trastorno alimentario.
El tratamiento de Victoria para salir de la anorexia
El tratamiento de la anorexia nerviosa generalmente implica un enfoque multidisciplinario que incluye terapia nutricional, psicoterapia y, en algunos casos, medicación. Es importante que las personas que sufren de anorexia reciban apoyo profesional para superar los desafíos asociados con este trastorno. La recuperación puede ser un proceso largo y difícil, pero con el apoyo adecuado, muchas personas pueden recuperarse y llevar una vida saludable.
El abordaje de Victoria para salir de la anorexia fue de 360º, incluyendo terapia psicológica, un plan nutricional personalizado y una rutina de ejercicios. Además, encontró apoyo y estabilidad tanto en los suyos como en su relación con Daniel Westling, con quien contrajo matrimonio en 2010 y que también fue su entrenador personal. Juntos, trabajaron en su recuperación y hoy Victoria lleva una vida saludable y feliz. Su historia ha visibilizado un problema que afecta a muchas y muchos jóvenes y de ella podemos extraer la importancia de buscar ayuda para recuperarse de los desórdenes alimentarios que pueden ser devastadores para la salud.
Los hábitos saludables de la heredera al trono
Victoria de Suecia ha adoptado una serie de hábitos saludables después de superar su trastorno alimenticio. Se ha enfocado en tener un plan nutricional adecuado y en hacer ejercicio de forma regular. Es fan de la comida sana y ha encontrado la forma de tener una relación sana y consciente con la comida. De esta manera ya no ve su imagen distorsionada en el espejo, se acepta tal como es y abraza un estilo de vida saludable que le hace sentirse mejor y llevar una vida más satisfactoria.
Madre de 2 hijos, y totalmente recuperada de sus problemas de alimentación, Victoria es una deportista nata. Practica running, esquí, monta en bicicleta… es una auténtica aventurera y hemos podido verla a borde de una canoa, practicando el tiro al blanco, haciendo kárate, montando en patinete, jugando al fútbol o haciendo remo. No hay deporte que se le resista.
El deporte como salvavidas
Además de la terapia, el ejercicio físico ha sido para ella un verdadero bálsamo sanador. La actividad física puede aumentar los niveles de endorfinas mejorando el estado de ánimo y reduciendo la ansiedad. Ayuda a ganar músculo por lo que fortalece el cuerpo y mejora la apariencia, algo que hace que la relación con el espejo vaya cambiando al verse cada día más saludable, mejorando la autoestima.
Es una buenísima herramienta de distracción ya que hacer ejercicio desvía la atención de los pensamientos obsesivos como la comida y el peso haciendo que la mente se enfoque en el deporte que se está practicando, como en un ejercicio de mindfulness.
Afortunadamente la heredera al trono sueco pudo salir de su anorexia y ha dejado patente que se pueden dejar atrás los trastornos alimenticios gracias a estrategias como la terapia, el ejercicio físico, un plan de alimentación saludable y el apoyo incondicional de las personas que te quieren.
Hoy en día, Victoria está a punto de cumplir 47 años y vive una vida plena y feliz, lejos han quedado sus problemas de autoestima y sus inseguridades que le hicieron vivir un verdadero infierno en los 90. Todo un referente para aquellas jóvenes que pasan por esta misma situación o no ven solución a su problema. Victoria es la prueba de que sí se puede conseguir adoptando unos hábitos saludables y con ayuda profesional.