A punto de cumplir los 55 años, Susanna Griso se encuentra en una forma física envidiable. Hacer ejercicio es esencial para aumentar la calidad de vida y la presentadora, que se cuida mucho, ha querido motivar a sus seguidores en redes sociales con unas instantáneas en las que se muestra entrenando al aire libre con su entrenador personal.

Susanna Griso y su entrenamiento

La presentadora de “Espejo Público” ha querido concienciar desde sus redes sociales de la importancia de cuidarse todo el año y ha publicado unas fotos en las que aparece con su entrenador personal, David Piñeiro, en una sesión de entrenamiento al aire libre.

Vemos en las fotos como equipamiento una esterilla y unas mancuernas con las que Susanna trabajo brazos y hace un entrenamiento funcional guiado por su entrenador para sacarte el máximo partido a los ejercicios y atender a sus necesidades específicas. Solo hay que ver los brazos y los gemelos de Susanna Griso para saber que entrena duro y que está fuerte y en plena forma. Hay que entrenar todo el año para mantenerse en forma, aunque se haya acabado el verano, como ella dice: “Estamos en la ‘operación abrigo’”

Entrenar la fuerza a partir de los 50 es fundamental para las mujeres, ya que contribuye a mejorar la salud física, mental y emocional en esta etapa de la vida. Con el paso del tiempo, el cuerpo experimenta cambios naturales que afectan la musculatura, la densidad ósea y el metabolismo, por lo que incorporar ejercicios de fuerza en la rutina diaria se vuelve esencial para mantener un estilo de vida activo y saludable.

La importancia de entrenar fuerza a partir de los 50

A partir de los 30 años, las mujeres comienzan a perder masa muscular de manera progresiva, un proceso que se acelera después de los 50 debido a la menopausia y los cambios hormonales. El entrenamiento de fuerza ayuda a combatir la sarcopenia (pérdida de músculo), permitiendo mantener y aumentar la masa muscular, lo que a su vez mejora la movilidad, la estabilidad y la funcionalidad en las actividades diarias.

La densidad ósea también disminuye con la edad, lo que incrementa el riesgo de osteoporosis y fracturas. Entrenar fuerza, sobre todo con ejercicios que impliquen cargar peso, estimula la formación de tejido óseo, contribuyendo a fortalecer los huesos y reduciendo el riesgo de lesiones y enfermedades relacionadas con la fragilidad ósea.

El metabolismo tiende a ralentizarse con la edad, lo que puede llevar a un aumento de peso y una mayor acumulación de grasa. El entrenamiento de fuerza eleva el metabolismo basal, ayudando a quemar más calorías incluso en reposo, lo que facilita el control del peso. También promueve una mejor distribución de la grasa corporal y contribuye a mejorar la composición corporal en general.

Un ejercicio todoterreno en la menopausia

El entrenamiento funcional o de fuerza cuenta con muchos beneficios y es cada vez más popular entre las mujeres de más de 50. Lejos queda ya la creencia de que las mujeres no pueden entrenar fuerza.

El entrenamiento de fuerza no solo fortalece los músculos, sino que también tiene efectos positivos en la salud cardiovascular. Al reducir la grasa corporal y mejorar la resistencia muscular, se alivia la presión sobre el sistema circulatorio, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas y presión arterial alta, que son más frecuentes en mujeres mayores de 50 años.

Además, el ejercicio regular ayuda a regular los cambios hormonales provocados por la menopausia, mejorando el estado de ánimo y reduciendo síntomas como los sofocos o la fatiga.

A medida que el cuerpo envejece, es común que disminuya el equilibrio y la coordinación. Los ejercicios de fuerza fortalecen no solo los grandes grupos musculares, sino también los músculos estabilizadores, lo que mejora el equilibrio y la postura, reduciendo el riesgo de caídas, una de las principales causas de lesiones en mujeres mayores.

El entrenamiento de fuerza tiene beneficios psicológicos significativos. Mejora la autoestima, la confianza y el bienestar general al sentir mayor control sobre el cuerpo. También reduce el estrés, la ansiedad y los síntomas de depresión, gracias a la liberación de endorfinas durante la actividad física.

Incorporar en la rutina diaria el entrenamiento de fuerza, como hace Susanna Griso, es esencial para las mujeres, especialmente a partir de los 50, ya que combate la pérdida muscular, fortalece los huesos, mejora el metabolismo y promueve un equilibrio físico y emocional. No solo contribuye a un envejecimiento más saludable y activo, sino que también mejora la calidad de vida, prolongando la independencia física y el bienestar general. ¿Te apuntas a la ‘operación abrigo’ de Susanna Griso?