Esta ha sido la primera vez para ambos. Isabel Ordaz (66) jamás había abierto las puertas de su casa a ninguna revista y SEMANA no había tenido nunca la oportunidad de sentarse con ella.

Aparte de luminosa y con algunos carteles de sus obras de teatro colgados en las paredes, si por algo se caracteriza el hogar de esta mítica intérprete, ganadora de un Goya a Mejor Actriz Revelación por Chevrolet, son los libros. Cuando estás allí tienes la sensación de encontrarte en una biblioteca y es, sin duda, el elemento que define a Isabel.

Lectora empedernida, nuestra protagonista nos invita a hablar de su nueva función, La profesora, que arrasa en el Teatro Bellas Artes de Madrid. Además, revela anécdotas desconocidas de su vida y contesta con sinceridad al preguntarle por ‘La Hierbas’, personaje que interpretó en Aquí no hay quien viva y que la hizo popular en televisión.

Isabel, tu casa desprende energía.

Sí, estoy en un momento de mi vida donde quiero estar bastante: haciendo teatro
rodeada de libros, escribiendo poesía… Creo que la edad te va dando un poco del paso del tiempo.

¿Piensas mucho en eso?

No hablemos de edad. Me refiero a que te va entregando ese fruto que necesitas según lo que hayas plantado. Desde luego, tu mirada emana tranquilidad. Eso me lo noto yo cuando me miro. Me siento feliz.

Quiero conocerte más. Por ejemplo, ¿con qué disfruta Isabel?

Me gusta mucho leer y salir al campo. Adoro muchísimo estar en contacto con la naturaleza. Ahora he pasado unos días en Cantabria, y ese color verde del paisaje y el olor a tierra mojada me fascinan. Me gusta estar con amigos. Disfruto mucho de la amistad.

¿Cuál es la plan perfecto?

Una cenita, con un vino, dos o tres (risas). Compartir una copa forma parte de nuestra cultura, nos suelta la lengua, nos hace imaginar…

¿Tienes buena mano en la cocina?

¡Me llevo fatal con ella! La cocina y yo no somos almas gemelas. No podía ser perfecta
(risas). Suelo comprar platos hechos, prácticos y de calidad. Hay que optimizar el
tiempo, así que trato de cuidarme, tomar una dieta compensada y poco más.

Isabel Ordaz "Aquí no hay quién viva"

Amante de la lectura, combina esta pasión
con sus salidas al campo.

Fotos: Alberto Bernardez

Los libros inundan tu casa por todas partes.

No somos nada sin ellos. Evidentemente, el amor es fundamental, pero los libros
también te enseñan a amar. Además de actriz, eres escritora de poesía y has
publicado varios libros. Es importante descubrir tu voz propia. Ni siquiera yo la
había encontrado en el teatro, a pesar de amarlo tanto y trabajar tantos años en él. Sobre el escenario, los actores siempre estamos con la voz prestada, la que te da el autor. Luego, tú la conviertes en tu creación y la narras como intérprete.

¿Esa es la razón por la que escribes?

Eso es por la fuerza de la palabra. Cuando no hay palabras, hay balas. Es una manera
de tener un poco de paz en el alma. De conocer la verdad. Porque en poesía la palabra no es prosa, va más allá de sus propias fronteras. Lo es porque sí, por derecho. No está secuestrada por mí o por una trama, o no tiene la obligación de un desenlace. La palabra ejerce su derecho reinando en esa capacidad del lenguaje de
la que solo disponemos nosotros, los seres humanos.

Además, eres una mujer que no deja de estudiar.

Soy chica UNED (risas) y, cuando puedo, me matriculo de distintas asignaturas. Y
busco en internet tesis importantísimas de filólogos y filólogos, que publican para
nuestra disposición, gratis.

¿Cómo sacas tiempo para todo?

Me aburro mucho. Me gusta trabajar y no perder el tiempo. Además, estudio y leo
cada vez que puedo porque me llena muchísimo. Tengo un talante contemplativo y
una edad también para observar.

Isabel Ordaz "Aquí no hay quién viva"

Isabel Ordaz, en un rincón de su casa madrileña rodeada de sus libros.

Fotos: Alberto Bernárdez Peluquería y maquillaje: Alba Montes y María Julia by Alberto Dugarte Institute

Con una larga trayectoria en cine, televisión y teatro, ¿estás cansada de que siempre te pregunten por ‘La Hierbas’?

Sí. Ha sido una pequeña cosa pesada, aunque no le presto atención. Ahora estoy
haciendo una obra de teatro que quiero que llegue a mucha más gente.

¿Qué se va a encontrar el público en La profesora?

Es una comedia con momentos muy divertidos. Se habla de todo lo que nos preguntamos sobre la sociedad contemporánea: las dificultades en la enseñanza, en las relaciones entre padres hijos… Pues a todo esto se añade un tinte dramático, porque la historia se pone muy dura por momentos. Es un cóctel de emociones que mantiene al espectador enganchado.

¿Cómo es tu personaje, América Alcalá?

Interpreto a esta profesora que no quiere jubilarse por miedo a la soledad, y que está
harta de luchar contra la precariedad de la escuela pública. Lo digo subrayando mis palabras por si acaso se cambian los Presupuestos Generales del Estado (risas).

En esta obra escrita por Eduardo Galán se habla mucho sobre los roles de género.

Se habla de bullying a través de ese padre (Marcial Álvarez) que acude a mi despacho
para buscar explicaciones sobre su hija y conocer el motivo de sus conflictos. Se
plantea esa dificultad de acceso de los padres a los hijos. Lo bonito de esta obra es que se habla en un tono siempre amable y realizando un llamamiento a la tolerancia.
Es fundamental.

¿Qué tenía este papel para querer aceptarlo?

Yo dije que sí porque me parecía muy difícil hablar de ese tema desde el arte, en este
caso, desde la dramaturgia del teatro que aborda la actualidad. Ahora, los adolescentes están muy confundidos. Los padres no saben qué hacer. Desde aquí quiero dedicar mi rendido homenaje a los representantes de la docencia, maestros
y maestras, profesores y profesoras.

Isabel Ordaz "Aquí no hay quiñen viva"

La actriz y poeta posa con varios ejemplares
de sus libros.

Fotos: Alberto Bernárdez Peluquería y maquillaje: Alba Montes y María Julia by Alberto Dugarte Institute

¿Cómo te llevas con el mundo de redes sociales?

Me parecen una ocasión maravillosa para buscar oportunidades y, a la vez, el mismísimo infierno. Por eso la formación es tan importante.

Acumulas premios: un Goya, otro de la Unión de Actores... ¿Qué significado tienen en tu vida?

Me producen mucho cariño e ilusión. Es un reconocimiento, o bien de la profesión,
o de compañeros… Ya han transcurrido unos cuantos años desde que los recibí.
Hablamos del Pleistoceno.

¿Qué esperas ahora?

Deseo que me sigan escuchando porque es un acto de amor, una demostración de
cariño para alguien como yo que me muestro en público con un relato, una poesía o
una obra. Que te lean bien, que te sepan leer, que compartan tu universo, es muy
bonito. Es maravilloso que te sigan descubriendo.