Este verano, el rey emérito y su hijo Felipe VI, han decidido disfrutar de sus vacaciones en dos destinos opuestos, aunque unidos por una misma afición desde hace muchos años: la vela.
El rey Juan Carlos, ha elegido la localidad pontevedresa de Sanxenxo y se hospedará en casa de su íntimo amigo Pedro Campos. Este pintoresco pueblo gallego, con sus hermosas playas y su puerto deportivo, es el paraíso para cualquier amante de la vela. Como en anteriores ocasiones, el Emérito participa en la competición velera de la copa de España, en la que regatea su barco, el Bribón. Por el momento, no se sabe cuánto tiempo se quedará en Galicia o si marchará a alguna otra localidad de España durante las próximas semanas. La anterior visita del monarca, en el mes de mayo, duró un mes.
Por ahora disfruta de la vela y de su círculo de amigos más próximo en Galicia. También es habitual que a la vivienda de Pedro Campos venga una furgoneta de una de las pescaderías más populares de la lonja de Portonovo con sus “productos del día y pescados frescos”.
Felipe VI a bordo del Aifos
Por su parte, Felipe VI ha escogido las aguas turquesas de Mallorca para practicar su deporte preferido. Recientemente, fue visto navegando por las costas de la isla balear a bordo del Aifos, el velero de la Armada que está considerado de los más rápidos, casi tanto como un coche Fórmula 1.
Esta elección de destinos tan opuestos para pasar sus vacaciones pone de manifiesto la distancia que parece existir entre padre e hijo. Aunque comparten la misma pasión por la vela, la relación entre el rey Juan Carlos y Felipe VI sigue siendo objeto de numerosas especulaciones y debates. El Emérito, a pesar de su retiro, sigue siendo una figura todavía relevante en el mundo de la vela, mientras que Felipe VI está aprovechando su tiempo para prepararse para la 41 Copa del Rey Mapfre de vela que comenzará el próximo lunes en aguas de la bahía de la capital balear.
Se espera que don Felipe permanezca en Mallorca durante buena parte de sus vacaciones de verano, mientras que Juan Carlos I planea pasar una estancia más corta en Sanxenxo y separado del resto de la familia real. Estas vacaciones, además, son significativas porque doña Sofía ha conseguido reunir a toda su familia en el palacio de Marivent. Ha logrado que vayan allí Froilán, Victoria Federica y su madre, la Infanta Elena. La Infanta Cristina y sus hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, también van a acudir a ver a su abuela. Es una estampa que no se repetía en Mallorca desde hacía mucho tiempo y que demuestra que al resto de la familia no hay nada que les separe.