Tras las vacaciones de verano, la Infanta Sofía ha vuelto al UWC Atlantic College de Gales para cursar segundo de bachillerato. Aunque las clases no comienzan hasta el tres de septiembre, la hija menor de los Reyes de España ya se ha desplazado hasta el colegio para llevar a cabo una primera toma de contacto con los que serán sus compañeros en los próximos meses. La joven seguirá una hoja de ruta durante estos días de la que la escuela en cuestión se ha hecho eco en su página web.
Tal y como ha revelado el UWC Atlantic College de Gales, la bienvenida a los nuevos estudiantes y a sus padres ha tenido lugar este mismo martes, 27 de agosto. Entre las 13:00 y las 14:30 horas de la tarde se ha celebrado una ceremonia en la que trabajadores y profesores han acogido a los jóvenes que ingresan en la escuela y a sus familias, para enseñarles cómo serán las habitaciones en las que vivirán durante los próximos meses.
La ceremonia de bienvenida del UWC Atlantic College a los estudiantes y a sus familiares
Pero los eventos relacionados con este primer día no han quedado ahí, y mientras los estudiantes han tenido oportunidad de integrarse con otros compañeros, sus padres han estado entretenidos. A las 14:30 horas se ha repartido té y café a los progenitores que lo han deseado, para que así pudieran conocer a los padres de otros estudiantes y también al equipo que compone la prestigiosa escuela de Gales. Más tarde, a las 15:00, ha tenido lugar una presentación en la que padres e hijos han podido aprender sobre el UWC Atlantic College, qué salidas podrá brindar a sus futuros graduados, y cómo afrontan los alumnos de segundo su último año. Entre ellos, la Infanta Sofía.
A las 16:00 horas se ha celebrado una “cena temprana” en la que los padres han podido degustar el menú que se sirve en el colegio de manera habitual. Sin embargo, todos ellos han tenido que abandonar el comedor a las 17:00 horas, para que sus hijos pudieran cenar con sus compañeros, y por ende, dar pistoletazo de salida a este nuevo curso en Gales.
Ya a las 17:30, los familiares de los estudiantes han realizado un recorrido opcional por el campus y han escuchado a algunos jóvenes que ya han pasado por el UWC Atlantic College provenientes de todos los rincones del planeta. Sin duda alguna, una fuente de inspiración para los alumnos que comienzan su andadura en este colegio, y que esperan salir de allí perfectamente preparados para continuar con su formación.
En torno a las 18:30 horas ha llegado el momento de la despedida. Los estudiantes y sus familiares han tenido que decirse adiós de manera temporal, pues los jóvenes están a punto de comenzar una aventura académica que cambiará sus vidas de manera definitiva. Y aunque la Infanta Sofía es ya conocedora de la dinámica del UWC Atlantic College, este último año escolar será decisivo para saber si quiere seguir estudiando en la universidad, o si prefiere seguir los pasos de la Princesa Leonor y formarse en términos militares.
Comienzan los nueve meses decisivos en la vida de la Infanta Sofía
Pero la hija menor de don Felipe y doña Letizia todavía dispone de mucho tiempo para pensarlo. No será hasta el próximo 24 de mayo de 2025 cuando la joven tenga que decidir cuáles son los próximos pasos que quiere seguir en líneas académicas. Todavía dispone de nueve meses para meditar sobre su futuro, en los cuales no solo tendrá tiempo de estudiar, sino también de disfrutar de algunos de los muchos deportes que ofrece el centro.
No hay duda de que la nieta de Juan Carlos I es una apasionada del deporte, y aunque el fútbol está entre sus favoritos, gracias al UWC Atlantic College de Gales podrá descubrir otras aficiones. Baloncesto, voleibol, natación, baile, yoga, tenis, cricket o boxeo son algunas de las actividades que podrá realizar en las instalaciones de la escuela, aunque ya desempeñó una de lo más extrema durante el primer curso de bachillerato.
Siguiendo la estela de la Reina Letizia, la Infanta Sofía se animó a realizar unas clases de escalada sobre rocas y muros. Una actividad para nada sencilla y que requiere de mucha concentración, ya que no solo aporta beneficios físicos a quienes la practican, sino también mentales. Algo de lo que es totalmente conocedora la consorte, razón por la que instaló un rocódromo en Zarzuela en el que garantizaba poder poner este deporte en práctica en la intimidad y lejos de las miradas ajenas. Sobre todo, porque se trata de una actividad muy enriquecedora que mejora la fuerza muscular y la resistencia, aumenta la flexibilidad y el equilibrio, promueve el desarrollo neurológico, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo y desarrolla la resiliencia emocional.