Todas las alarmas habían saltado este domingo en la mañana, cuando el Rey Felipe VI acudía en solitario al cementerio de San Isidro con motivo del entierro de su primo, Juan Gómez-Acebo. Sin embargo, nada fuera de lo habitual. Ya ocurrió durante el último adiós de Fernando Gómez-Acebo cuando la Reina Letizia no asistió al entierro en sí, aunque en esta ocasión tuvo lugar después de la misa funeral, a la que sí asistió. En esta ocasión, ha vuelto a ocurrir lo mismo y Letizia ha acompañado a su marido a la misa que ha tenido lugar a las 20.30 horas en la Catedral Castrense de Madrid.
El Rey Felipe VI y la Reina Letizia llegaban poco tiempo antes de que comenzara la misa funeral por Juan Gómez-Acebo, hijo de la infanta Pilar. Los hermanos del fallecido ha esperado la llegada de los Reyes, quienes no han dudado en acercarse a darle el pésame y abrazarse ante este momento tan doloroso por el que tienen que volver que atravesar, tan solo unos meses después de que falleciera su hermano, Fernando Gómez-Acebo. Hemos podido ver el caluroso abrazo entre la Reina Letizia y Simoneta Gómez-Acebo.
La Reina Letizia llegaba de riguroso luto, vistiendo un impecable vestido de manga corta, corte evasé y escote a la caja. A sus pies, unos salones de tacón sensato ponían el broche de oro a su impecable estilismo, con el que reaparecía tras sus vacaciones de verano y tras causar baja en dos de los importantes actos junto a la familia del Rey. Ha sido muy llamativo el gesto que han tenido los Reyes, Felipe y Letizia, a su llegada.
Los Reyes, Felipe y Letizia, han llegado andando a la Catedral donde ha tenido lugar la misa funeral
A diferencia del resto de personas de la familia del Rey, Felipe y Letizia han llegado a andando a las inmediaciones de la Catedral, para que así los asistentes que se habían acercado hasta allí para verlos, pudieran hacerlo de mejor forma. Además, se han parado a saludar. Aunque lo han hecho de manera rápida, ya que la misa funeral estaba a punto de empezar y no quería que se retrasen por su culpa.
De los primeros en llegar han sido los hijos de la infanta Elena, Victoria Federica y Froilán. En otro coche, llegaba la infanta Cristina junto a algunos de sus hijos, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. En el mismo vehículo llegaba la emérita, Doña Sofía. Posteriormente, en otro coche, era Don Juan Carlos quien llegaba en solitario, pero pronto se reunía a toda su familia. Tras la llegada de los eméritos, han sido los Reyes, Felipe y Letizia, quienes hacían lo propio a pie.
La Reina Letizia, la gran ausente en los últimos actos
La ausencia de la Reina Letizia ha dado mucho de que hablar en las últimas horas. Sobre todo después de que no asistiera a la boda de la ahijada de su marido, Victoria López-Quesada, la hija mayor de Cristina de Borbón-Dos Sicilias, y el empresario Enrique Moreno de la Cova. Gran parte de la familia del Rey asistió a este enlace e incluso posaron con los novios, distribuyendo una imagen de Felipe VI junto a sus dos hermanas, las infantas Elena y Cristina, que hacía años que no veíamos. La ausencia de Letizia fue una clara declaración de intenciones, ya que en muchas ocasiones se ha hablado de la nula relación de Letizia con sus cuñadas.
En lugar de asistir a esa boda, la Reina Letizia viajó hasta París para acudir a los Juegos Paralímpicos y las malas lenguas aseguran que así poder tener la excusa perfecta para ser la gran ausente de la boda que reunió a gran parte de los Borbones. Hay que señalar que también estuvo presente su suegra, la reina Doña Sofía. Tras su viaje a la capital francesa y este enlace de la alta sociedad, la Reina Letizia alargó sus vacaciones de verano, mientras que Felipe VI regresó a sus labores oficiales la pasada semana. Toda esta coincidencia de cosas ha hecho que existan muchos rumores sobre qué está pasando con Letizia en el Palacio de la Zarzuela.
Y, para terminar, cuando en la mañana del domingo hemos visto llegar al Rey Felipe VI en solitario al entierro de su primo, ya las conjeturas no han tardado en aflorar en el universo 2.0. Sin embargo, todo ha seguido según lo previsto y es habitual que la Reina no acuda a los entierros, pero sí a las misas funerales. Una misa en la que ha coincidido con el rey Juan Carlos I, a quien no veía desde el anterior funeral, el de Fernando Gómez-Acebo, hace tan solo unos meses.