Froilán vuelve a ser noticia. El hijo de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar está disfrutando de unas merecidas vacaciones de verano en España, pero tiene billete de vuelta para volver pronto a los Emiratos Árabes. Sin embargo, su vida allí va a sufrir un cambio, ya que se va a mudar a Dubái, dejando atrás su vida en Abu Dabi, donde precisamente reside su abuelo, el Rey Juan Carlos, que acaba de abandonar España tras varios días en Sanxenxo.

El joven vivirá desde este mes de agosto en Dubái, tal y como informa Vanitatis. Esto hace pensar que por ahora la vuelta de Froilán a España no está cerca, ya que ahora mismo tiene pendiente una mudanza a una nueva casa, donde se quedará al menos hasta el próximo mes de enero de 2024.

Volverá a España en enero del próximo año

Froilán pasea por las calles de Madrid
Froilán se muda a Dubái en agosto. Foto: Gtres.

La mudanza a Dubái responde a sus necesidades laborales, tal y como aseguran fuentes del medio anteriormente citado. Y es que podría haber sido una recomendación que la organización para la que trabaja le ha hecho a Froilán porque la Cumbre del Clima COP28 tendrá lugar en esta ciudad desde el 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre. Es una reunión de nivel global dentro de la organización de la Convención Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.Froilán no ha tenido problemas y ha aceptado encantado porque por ahora está contento con su trabajo. A partir de ahora iniciará una nueva vida en Dubái, pero lejos de su abuelo, al que trataba de ver con frecuencia cuando ha estado en Abu Dabi, ciudad en la que también se encuentra su abuelo.

Un trabajo con el que se centra Froilán

Este trabajo ha conseguido entusiasmar a Froilán, que en los últimos años ha protagonizado bastantes polémicas. Siempre en el punto de mira, ha protagonizado incontables titulares y no por su comportamiento ejemplar o en sintonía con su posición social privilegiada. Su marcha a los Emiratos Árabes se produjo después de diferentes escándalos que incluían noches de desenfreno, fiestas ilegales, falta de proyección laboral y mala relación con los medios de comunicación.