Las últimas semanas han sido especialmente intensas para la Princesa Leonor. La hija mayor de los Reyes se encuentra completando su formación castrense a bordo del Juan Sebastián de Elcano en aguas chilenas. Anteriormente la Princesa de Asturias ha pasado por países como Brasil o Uruguay donde la presión mediática se ha podido sentir. En su primera parada en Salvador de Bahía pudimos ver unas fotografías de la joven asistiendo en compañía de sus amigos a una festividad local o caminando por las preciosas calles del casco histórico de la ciudad brasileña. En Uruguay un fotógrafo se llevó el gato al agua y capturó las primeras imágenes de la Princesa en biquini disfrutando de unos días de descanso con sus compañeros guardiamarinas, algo muy normal en este tipo de formaciones.
Ya en Chile estalló la polémica con la filtración a la prensa por parte de un centro comercial de las imágenes de su circuito cerrado de cámaras de seguridad. Este movimiento, contra las leyes de protección de datos fue de inmediato denunciado y perseguido por Casa Real que anunció acciones legales contra el establecimiento y marcó un punto final en el límite de la persecución de la intimidad de la Princesa. Sin embargo, esta semana se han alcanzado nuevas cotas en el interés sobre la primogénita de Felipe VI con la publicación de las imágenes tomadas hace un mes en Uruguay. Con todo este torbellino de atención y presión mediática muchas han sido las voces que han apuntado a que la Princesa de Asturias no estaría pasando su mejor momento gestionando esta ola de presencia mediática.
Ahora, con Macarena Arnás, experta en Comunicación No Verbal analizamos lo que nos dice del estado emocional de la Princesa su última aparición en público en Chile donde las cámaras de la prensa han captado todos sus movimientos.
La Princesa Leonor camina conteniendo la sonrisa y apretando los puños.
Gtres
“Tiene poca expresión emocional, cierta frialdad”
Al comenzar a analizar la secuencia fotográfica del encuentro de la Princesa de Asturias con la prensa hoy lo primero que capta la atención de nuestra experta es que “tiene un aspecto con una comisura de los labios que va boca abajo, que esto indicaría cierta tristeza”, además Arnás añade que “el rostro tiene poca expresión emocional, por lo tanto, hablaría de cierta frialdad o tristeza, más bien tristeza en ese momento, pero utiliza una sonrisa social”. En muchas de las fotografías nuestra experta señala que “no se ve toda la dentadura completa, solo se ve una parte y no se achinan los ojos. Eso que llamamos en comunicación no verbal una sonrisa más social, donde de algún modo quiere mostrar cierta amabilidad, pero hay bastante control emocional”.
Nuestra experta sentencia que la sonrisa de la Princesa en este acto “no es una sonrisa, digamos, real”. La mirada de Leonor también tiene pistas sobre su estado emocional para Macarena Arnás. “Muestra una mirada donde los ojos se abren bastante más, está en alerta y me llama la atención el puño de la mano que permanece cerrado”. Este gesto en las manos de la Princesa de Asturias escondería “que hay muchísima contención o control, pero que también en esos momentos está tensa. Diríamos que está pasando por un momento de muchísima emoción, pero esas emociones están totalmente controladas”.
“Está en alerta, controlando la situación”
En otra de las imágenes que han captado los reporteros gráficos de nuevo la mirada de Leonor delata que “está en alerta, controlando la situación”. Para nuestra experta es especialmente llamativo que, aunque en algunas fotografías muestra “una sonrisa más relajada” la joven “no termina de perder esa rigidez, esa tensión en sus manos, ese gesto de apretar el puño”, lo que nos podría hablar de una cierta tensión emocional generada por la estresante situación que ha atravesado con la publicación de las fotos. Aun así “no deja de querer mostrar cierta amabilidad hacia la prensa, hacia los medios que están allí sobre el terreno”.
La Princesa, una más entre sus compañeros guardiamarinas.
Gtres
Para concluir Arnás añade que “a grandes rasgos, diría que en ese momento en concreto la Princesa de Asturias está atravesando un instante de muchísima carga emocional. Está conteniendo todas esas emociones de las que hemos hablado”. Además, nuestra experta en Comunicación No Verbal y Grafología, Macarena Arnás comenta que “también la veo bastante en tensión, en alerta y con ciertas pinceladas de tristeza que se evidencian en su mirada y en su rictus facial”. Sin duda, bajo el punto de vista de nuestra experta, el momento emocional que atraviesa la Princesa no sería el óptimo, algo lógico por otro lado al enfrentarse por primera vez al juicio público de unas fotografías en biquini. Este tipo de atención no solicitada si no se gestiona bien podría devenir en episodios de ansiedad social o de depresión, sin duda la Princesa de Asturias estará perfectamente rodeada para saber lidiar con esto sin que le afecte en el desarrollo.