La evolución de María Teresa Campos mantiene preocupado a todo su entorno. Saben que son horas decisivas, de hecho, a la salida del hospital en el que la comunicadora se encuentra su círculo se ha mostrado desencajado. Así podíamos ver este domingo 3 de septiembre a Terelu Campos, quien prefería remitir al parte médico que tanto ella como su hermana Carmen Borrego autorizaron para que todos fueran conscientes de su gravedad. Un escrito en el que se revelaba que había sufrido una insuficiencia respiratoria tras la que llamaron a familiares y amigos y que por supuesto alertaba a todos, pues había sido hospitalizada de urgencia. Tal está siendo la angustia que Terelu se rompía este lunes al entrar en la clínica, lágrimas que ha tratado de reprimir hasta que en el hall se ha roto sin poder evitarlo. Las cámaras en ese momento han tratado de darle su espacio, ya que son conscientes del delicado momento que atraviesan en la familia.
Terelu, rota a su llegada al hospital
Había familiares de otros pacientes, desconocidos que nada tenían que ver con ella, pero Terelu se sentía desbordada. Tanto que nada más atravesar la puerta del hospital en la que hay numerosos periodistas, se derrumbaba. Cerca de los ascensores la colaboradora de televisión no ha escondido el momento en el que se encuentra. Mientras portaba unas bolsas, en las que se ha podido ver algo de ropa negra, la hija de María Teresa Campos entraba a toda prisa y sin querer hacer declaraciones. Quizás por el temor a romperse y a que ni siquiera salga un hilo de voz que explique la crudeza con la que han empezado el nuevo 'curso'. "Se ha venido abajo, no podía contener las lágrimas (...) Gustavo bajó a ayudar a Terelu", aseguraban en 'El programa del verano'.
Tan solo se ha ausentado unas horas de la clínica para hacer algunos recados y respirar aire fresco. Era a media mañana cuando regresaba al hospital, donde, por cierto, ha pasado la noche para no separarse ni un minuto del lado de María Teresa. A primera hora de la mañana Carmen Borrego le tomaba el relevo y es que ambas son conscientes de lo importante que es estar descansadas y al cien por cien dadas las circunstancias. Esta última era quien acompañada de su hija Carmen Almoguera entraba también a todo prisa, eso sí, más habladora de Terelu y quien, además, contaba que su madre había pasado una noche "tranquila".
Desean que María Teresa responda al tratamiento, pero tampoco existe novedad acerca de su delicado estado de salud, lo que provoca una fuerte desazón en todos. En cuestión de horas, gran parte de sus seres queridos se han personado en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, donde existe un continuo goteo de visitas.
No todos han podido llegar todavía debido al fuerte temporal que ha azotado Madrid y que ha provocado la cancelación de trenes procedentes de Andalucía, siendo solo algunos de ellos los que se han podido desplazar a la capital. Ha sido Gustavo, mano derecha de María Teresa, el encargado de recoger a muchos de ellos y llevarles al hospital, donde les esperaba la comunicadora en la habitación.