Se subastan las joyas y otras piezas de Henrik de Dinamarca

El príncipe consorte de Dinamarca falleció el 13 de febrero de 2018, a los 83 años, dejando viuda y desconsolada a la reina Margarita de Dinamarca, a sus dos hijos, Federico y Joaquín, y el resto de su familia. Algo más de un año después, los suyos han decidido desprenderse de algunos de los bienes que le hicieron feliz en vida, para lo cual han organizado una subasta.

Jade y piezas africanas

La Casa Real danesa ha anunciado de forma oficial que tendrá lugar una subasta a partir del próximo agosto, en la que pondrán a disposición del público parte de las colecciones de jade oriental y de esculturas y máscaras africanas que fue atesorando el príncipe Henrik a lo largo de su vida. La casa de subastas Bruun Rasmussen se encargará de gestionarla, ya que incluye unas 6.000 piezas.

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Siguiendo su voluntad

Tal decisión se debe a que Henrik así lo dispuso en su testamento. Ahora la familia no hace sino cumplir su voluntad. Pese a esto, la Reina y sus hijos se reservarán una parte representativa de estas colecciones. Según han manifestado, la guardarán en el Castillo de Caix, la residencia palaciega situada en el sur de Francia, propiedad de la familia del Príncipe, donde solían pasar muchos veranos.

Un príncipe original

Henrik fue un auténtico apasionado de las piedras naturales, que solía lucir acopladas en distintas joyas, sobre todo collares, mostrando un estilo muy original para la realeza masculina de su época. Su colección es tan interesante que incluso ha llegado a exponerse, sin ir más lejos en 2017, en el castillo de Koldinghus, en la península de Jutlandia.

Infancia en Indochina

Henrik vivió su infancia junto a su familia en Indochina, actual Vietnam, que entonces pertenecía a las colonias de Francia, motivo por el cual sentía una especial predilección por la cultura asiática, materializada en los jades. Su interés por las obras africanas también se despertó a temprana edad, asegura la Casa Real.

El adiós de toda su familia

El príncipe Henrik fue despedido el 20 de febrero de 2018 en un solemne funeral de Estado en la capilla del palacio de Christianborg, al que acudió toda su familia, sus hijos, nueras y nietos, además de algunos miembros de familias reales europeas. Luego sería incinerado y sus cenizas esparcidas, una mitad en el mar danés y la otra en los jardines privados del palacio de Fredensborg.

El luto de la reina viuda

Margarita de Dinamarca dio muestras de una conmovedora entereza tras su pérdida. Decía adiós al hombre con el que había compartido 50 años de matrimonio y había tenido dos hijos. No siempre fue idílico, pues fueron sonadas las crisis con el indómito Henrik, que a menudo se sentía desplazado por no ser tratado como rey consorte y ser "solo" un príncipe. Pese a todo, la Reina siempre mantuvo su afecto por él. En su funeral, a los pies de su ataúd,  ella depositó una corona de flores blancas con una banda en la que se leía "Daisy", es decir, margarita en inglés, que es como él solía llamarla cariñosamente.

Las lágrimas de su primogénito y su nuera

Sus familiares sintieron un profundo dolor por la muerte del patriarca, en especial el heredero, el príncipe Federico, quien no pudo reprimir sus lágrimas. A su lado, también la princesa Mary lloraba contenidamente. Los beneficios de la subasta de estas piezas tan especiales para Henrik irán destinados a las Fundaciones del Príncipe Heredero y de Nicolás y Félix, los hijos mayores del príncipe Joaquín.