El caso de Daniel Sancho sigue dando mucho de qué hablar. El asesinato de Edwin Arrieta a manos del hijo de Rodolfo Sancho, según él mismo confesó, conmocionó a la opinión pública española este verano. De ahí que, cada nueva información que surge al respecto siga generando un interés desmedido. Más ahora, que está a punto de desvelarse la fecha del juicio que tiene pendiente en Tailandia por este hecho atroz. Una angustiosa contrarreloj que el asesino confeso del cirujano español pasa en la prisión de Koh Samui (Tailandia), donde está retenido desde hace dos meses. Ahora, se han desvelado más imágenes del fatídico crimen al que ha tenido acceso 'Y ahora Sonsoles' y que, es de esperar, sean usadas por la acusación durante el juicio.
El material gráfico inédito coincide con una nueva petición de prórroga de la Fiscalía para emitir su informe al juez encargado del caso
Fueron los primeros en emitir la durísima reconstrucción del crimen perpetrado, según su confesión, por Daniel Sancho en la isla de Koh Phangan. El programa presentado por Sonsoles Ónega se ha adelantado ahora y ha difundido un material gráfico inédito y del todo escalofriante. La emisión coincide justo cuando se terminaba el plazo para la Fiscalía tailandesa para redactar su propio escrito, entregárselo al juez encargado del caso y emitir sus conclusiones.
Con este dossier en su poder, el magistrado debía fijar una fecha en el calendario para la celebración del juicio, en el que Daniel se juega ser sentenciado a pena de muerte o cadena perpetua. Sin embargo, el fiscal ha pedido una nueva prórroga de 12 días, la última que puede solicitar antes de formalizar la entrega del documento. Esto porque todavía siguen apareciendo nuevos testimonios y pruebas trascendentales para esclarecer el futuro del joven de 29 años.
Las pruebas que incriminarían a Daniel Sancho y que podrían determinar su futuro en el juicio que tiene pendiente
En cuanto a las imágenes que se han emitido en el formato de Antena3, se trata de fotografías en las que se muestran las bolsas que utilizó Daniel Sancho para "repartir" el cuerpo de Edwin Arrieta. Recordemos que fue descuartizado en 14 partes y esparcido por toda la isla. También se pueden ver los restos ensangrentados de su contenido. Mientras el hijo de Rodolfo Sancho confesaba en comisaría el terrible asesinato, las autoridades policiales de la isla de Koh Phanghan, revisaban a fondo el vertedero. También la playa y zonas próximas para encontrar más partes del cirujano colombiano de 44 años.
Llama la atención, como han apuntado desde el magazín, la destreza que demostró el cocinero a la hora de descuartizar a su amigo. No en cambio, para deshacerse del cuerpo. En el primer hallazgo de la policía, en el vertedero, no solo se encontraron restos de Edwin, sino el ticket de compra. Una prueba de los objetos con los que Daniel Sancho habría cometido el crimen y habrían llevado a las autoridades policiales al supermercado donde las adquirió. Tras una rápida revisión de las cámaras de seguridad, el hijo de Rodolfo Sancho fue señalado como principal sospechoso. Unos señalamientos que, tras varias horas en comisaría, el cocinero español acabó por confesar.
El informe que cuestiona la premeditación del asesinato
Parte del equipo legal que representa a Daniel Sancho en España, Balfagón-Chippirrás, tratan de desmontar la teoría de la premeditación. Esto supondría evitar una más que probable pena de muerte a favor de la cadena perpetua. En un informe donde analizan cada uno de los instrumentos que el cocinero español compró antes de, supuestamente, asesinar al cirujano colombiano, indican que tal adquisición de debe "a su condición de chef y seguidor de la cocina tailandesa".
En el documento, al que ha tenido acceso 'El Mundo', la defensa se apoya en que nunca se encontró el ticket de la sierra motorizada que se dice compró Sancho. En cuanto a los cuchillos para cortar carne, "se corresponde con un cuchillo de similares características de los utilizados habitualmente por Daniel en la cocina", añaden. Con estas afirmaciones, el equipo legal trata de desvincular a su cliente de la compra premeditada de objetos para acabar con la vida de Edwin Arrieta.