Vídeo: @rosacrespo
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La boda de
Michelle Salas sigue dando de que hablar tres días después de producirse. Y no es para menos. El, mejor dicho, auténtico bodorrio que celebró
la hija de Luis Miguel y su ya marido en La Toscana por todo lo alto lo merece. Una fiesta que duró el fin de semana entero, entre la ceremonia, la fiesta posterior y el recuperarse de los excesos. A pesar de la monumental bronca que protagonizó
la 'influencer' y su madre Stephanie horas previas al enlace, nada empañó la esperada cifra a la que también acudió Paloma Cuevas. Lo que no sabíamos, hasta ahora, es que
Pelayo Díaz también había sido uno de los flamantes invitados al matrimonio. Han sido varios amigos de la pareja los que han desvelado este detalle a través de sus redes sociales.
Si fuera por boca del
diseñador gallego de 37 años probablemente nunca hubiéramos sabido que asistió a la boda de la hija mayor de 'El Sol de México', como se llama cariñosamente a Luis Miguel. Durante todos estos días,
Pelayo Díaz no ha difundido ni una sola imagen que dejara entrever que había formado parte del nutrido grupo de asistentes. Nada. Algo muy inusual entre los famosos, que utilizan su Instagram como plataforma para mantener a sus seguidores informados de su día a día. No, en cambio, el diseñador, muy receloso con desvelar cualquier detalle sobre su vida privada.
A Pelayo Díaz le delatan otros invitados: el diseñador no ha compartido ninguna imagen de su asistencia al matrimonio de Michelle Salas y Danilo Díaz
Varias imágenes difundidas por otros invitados han revelado lo que, en ningún caso, era un secreto a voces: que Pelayo estuvo este fin de semana en La Toscana. En las fotografías se le ve muy elegante, vestido de traje, pero
haciendo gala de su inconfundible estilo. No pasan desapercibidos sus
pantalones pesqueros, ni sus mocasines con adornos dorados. La chaqueta también le delata: con un corte inédito y abotonado a un lado, que remata con una pajarita blanca, acorde con el
estricto 'dress code' que se exigía para los hombres en la boda de
Michelle Salas y el empresario Danilo Díaz.
Desde que se anunciara su compromiso, se había especulado mucho sobre quiénes estarían incluidos en la lista de invitados. Sobre todo, sobre la asistencia de
Luis Miguel a la boda de su hija, dada la compleja relación que les une desde hace años. Sin embargo, finalmente, el 'Sol de México' se dejaba ver en La Toscana junto a
su inseparable Paloma Cuevas. Pelayo Díaz puede presumir ahora de haber coincidido con el cantante en un mismo espacio. Sin duda, uno de los artistas más representativos y enigmáticos del la industria musical quien, además, no suele prodigarse en eventos masificados.
La pregunta del millón: ¿de dónde viene la amistad entre el diseñador gallego y la hija de Luis Miguel?
Vídeo: @nicofreijo
Vídeo: @nicofreijo
Se desconoce a ciencia cierta cómo se ha fraguado la estrecha relación de Pelayo Díaz con Michelle Salas y Danilo Díaz, con el que el español, paradójicamente, comparte apellido. Y, sobre todo, desde hace cuánto se conocen. En un vídeo difundido por el estilista Nico Freijo a finales de septiembre se puede ver al diseñador nacido en Oviedo compartiendo una charla discernida con la "hijastra" de Paloma Cuevas. Fue durante un exclusivo evento celebrado en el contexto de la pasada Madrid Fashion Week, entre bambalinas. Michelle le enseña algo en su móvil a Pelayo, que observa muy serio y totalmente volcado con aquello que está mirando.
Quién sabe si la primogénita de Luis Miguel le estaba pidiendo consejo sobre los tres despampanantes vestidos de novia que lució en su matrimonio con el empresario venezolano. Uno de ellos, diseñado por la firma italiana Dolce&Gabbana e inspirado en el diseño que lució Grace Kelly en su enlace con Rainiero de Mónaco en 1956. Sea como fuere, lo único cierto es que Pelayo Díaz se lo pasó en grande, a tenor de las fotografías que han ido compartiendo durante estos días el nutrido grupo de invitados del enlace. No se escatimó en gastos, ni en agasajos para los amigos de la pareja, que vivieron un momento muy especial junto a los novios en la idílica toscana italiana.