El viernes 21 de julio Marta Chávarri falleció con 63 años tras un derrame cerebral. Su familia y amigos no podían creer lo sucedido, un adiós totalmente inesperado. Su asistenta del hogar la encontró en su domicilio cerca de las 5 de la madrugada, cuando acudía a su trabajo, y tras avisar a los servicios sanitarios nada se podía hacer. Álvaro Falcó, su hijo, e Isabelle Junot, su mujer, acudían rápidamente hasta la vivienda en Madrid e iniciaban la despedida a la que fue Marquesa de Cubas. Llevaba alejada del foco mediático muchos años, dejando atrás los 90 llenos de portadas donde era constante objeto de crítica tras la publicación de unas fotografías sobre una posible infidelidad. Todo aquello derivó en que "sufría fobia social y no podía estar con gente".
Marta Chávarri se encontraba en los últimos años en una etapa de aislamiento. Toda la exposición que había vivido la había situado en esa difícil situación. Tenía que lidiar con ella día a día y por ello se terminó aislando y rodeándose solo de un grupo muy pequeño de gente. Llegó a tal punto que incluso optó por llevar siempre gafas de sol como un mecanismo de ocultarse y no mostrar lo que su mirada pudiera reflejar.
Todo fue consecuencia al final de lo que la madre de Álvaro Falcó ha tenido que vivir. Son muchos los que siempre han señalado que la ex marquesa de Cubas fue tan solo alguien a quien echar las culpas de lo que sucediera alrededor. En las últimas semanas estaba más contenta gracias al nacimiento de su primera nieta Philippa, con la que compartía su tiempo y paseos siempre que podía. Su despedida oficial y familiar tuvo lugar el mismo viernes 21, con el tanatorio que se instaló en La Paz y al que acudieron numerosos familiares y amigos para mostrar sus condolencias y poder despedirse.
La separación de Marta Chávarri y el marqués de Cubas que lo cambió todo
En febrero de 1988 los marqueses de Cubas ocupan todas las portadas con la finalización de su matrimonio. En los 90 se llegó a calificar como "el escándalo sentimental de la década". Unas fotografías de Marta Chávarri y Alberto Cortina a la salida de un hotel en Viena lo terminó todo. Ambos estaban casados, él con Alicia Koplowitz, y que fueran figuras públicas lo complicó todo. Esta hipotética relación extramatrimonial se convirtió en interés y debate nacional.
Eran muchas las críticas que entonces recibía ella de una sociedad que todavía estaba anclada en pensamientos antiguos. Se señalaba en aquellos años a la mujer como la única culpable de estas situaciones. Su mal momento continuó cuando Fernando Falcó se hizo con la custodia de su pequeño Álvaro. Aunque los años pasaron, decidió dar el paso de terminar con todo aquello. Optó entonces por quedarse en un segundo plano público, en el que se mantuvo hasta el último momento. La suma de todos estos factores fue lo que cambió definitivamente por completo su vida y su personalidad llevándola a esta situación.