Este martes, Manuel Díaz 'El Cordobés' ha ofrecido una rueda de prensa para contar todos los detalles del reencuentro con Manuel Benítez. Un cara a cara en el que han acercado posturas y en el que por fin se han reconocido ambos como padre e hijo. Ahora que ambos son legal y sentimentalmente familia, muchos se preguntan si dará el paso de cambiar su apellido por el de su progenitor. Es algo que ha abordado de manera clara: "Yo no soy de papeles. Lo que yo perseguía ya lo tengo. Si mi padre un día me dice: 'Oye, yo quiero que seas Benítez, pues igual sí. Pero no es mi inquietud ni de cambiar mi nombre ni de anticiparme en nada. No me planteo ahora cambiar el apellido".
Díaz se ha mostrado muy claro también al hablar de si desea recibir la posible herencia de su padre. "Solo nos separa tiempo, pero hablamos el mismo idioma", ha dicho. "Nunca se me ocurriría reclamar nada del patrimonio de mi padre porque sé lo que cuesta ganarlo y yo lo he ganado en el mismo sitio. Yo no necesito ya más reconocimiento yo ya no necesito más nada en la vida. Al revés: solo estoy aquí para sumar y solo quiero que esté tiempo que queda él sea feliz a mi lado porque para mi él siempre ha sido lo más grande de esta tierra".
"Yo me he perdonado a mí mismo y mi padre se ha perdonado también a sí mismo", ha recordado el matador de toros. Está feliz de tener a su padre a su lado. Le ha costado 54 años lograrlo, pero cree que no es momento de lanzar reproches. Tampoco siente rencor alguno hacia el hombre que considera "el espejo" en el que siempre ha querido mirarse. Para Manuel Díaz contar con el apoyo de Manuel Benítez es algo que necesitaba por encima de todo. "Y entonces llega el día y en ese momento es la primera vez en mi vida que yo escucho la palabra de un llevaba toda la vida queriendo escuchar. Él me está esperando en mitad del camino, yo me tiro del coche y me dice: 'Hijo, todo llega, ya estamos aquí'. Esas palabras se me clavaron dentro", ha recordado.
"En ese momento se me nubló el mundo. Me vi con él. Yo tocándole y él tocándome. Esa sensación no la he sentido en mi vida con nadie. No me lo podía creer. Es un ser humano muy especial. Es un ser humano que te traspasa. Yo necesitaba decirle lo que le dije. Me senté y le dije: 'Perdona si he hecho algo que no debiera, pero las circunstancias me han obligado. Y él me dijo: 'Perdóname tú a mí'. Y ya está. Es lo que necesitaba", ha destacado. Para Manuel Díaz, su cara a cara con su padre ha puesto fin a muchos años de dolor. Empieza así una nueva etapa: "En ese momento hemos nacido los dos".
Padre e hijo por fin acercaban posturas y protagonizaban un emocionado reencuentro el pasado 14 de febrero, Día de San Valentín. Ese día sorprendían compartiendo su primera foto junto a su progenitor. "¡La foto de mi vida!", escribía en sus redes. "Había oído la verdad, pero necesitaba la mía", ha dicho este martes. " "Yo buscaba meterme debajo de él, que me acurrucara. Es algo que no puedes parar... Esa noche caí malo. Estuvimos juntos un montón de horas. Fliparíais con las conversaciones porque lo conocía tanto sin haber estado con él que se quedaba sorprendido. Lo conocía tanto sin haber estado con él que él se quedaba sorprendido. Él me dice: 'Yo también sé muchas cosas de ti y empieza a contarme cosas mías. Estuvimos hablando de toros, de mil cosas".