Carla Vigo preocupa a su familia. Tanto que, tal y como te hemos mostrado en la revista SEMANA, sus abuelos corrieron a buscarla al hospital madrileño de La Paz, donde acudió el pasado 19 de agosto. En las imágenes que podrás descubrir en el interior del último número aparece la sobrina de la Reina Letizia, quien visiblemente seria refleja no estar pasando por un buen momento. Son varios los problemas de salud que arrastra, una situación sobre la que ella misma se ha confesado y que jamás ha querido esconder. La joven de 22 años padece bulimia, trastorno alimenticio que le ha llevado a estar ingresada incluso varias semanas en un centro médico.
La familia de Carla Vigo pendiente de ella
No ha dudado en ponerse en manos de profesionales tras darse cuenta de qué le sucedía, un problema que arrastra desde hace años y que de un modo u otro siempre ha estado presente en varias etapas de su vida. "Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero fue con ocho o nueve años cuando comencé a verme mal en el espejo. Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello. Es algo que te va a acompañar toda la vida, pero tienes épocas mejores", dijo Carla Vigo. Comenzó entonces sesiones con el psiquiatra, sin embargo, ha tenido algunas recaídas que le han llevado de nuevo a ser atendida. "Nunca nos recuperamos del todo. Tengo que tener cuidado", reflexionó.Estas palabras fueron pronunciadas por la propia Carla en el mes de marzo, siendo cinco meses después cuando ha sufrido un nuevo bache. Justo cuando Telma Ortiz, tía de Carla, estaba celebrando la fiesta de cumpleaños de su hija pequeña, la familia recibió una llamada. Necesitaba que fueran a buscarla y tanto Jesús Ortiz como Paloma Rocasolano cogieron el coche para ello, gesto que demuestra el cariño que sienten hacia ella y que se evidencian en las fotos de SEMANA. Ambos adoran a su nieta y desean que se recupere cuanto antes, por lo que están pendientes de su evolución, al igual que de su estado anímico.
La hija de Érika Ortiz fue diagnosticada de TCA, un trastorno en el que existe una distorsión corporal, algo que trata en sanar ya que se rechazan a ellos mismos. No solo su familia está pendiente de ella, también sus amigos, quienes no quieren soltarle de la mano dadas las circunstancias. Su tía doña Letizia, según pudo saber este medio, se puso en contacto con ella para saber cómo se encontraba hace algún tiempo, una angustia compartida con el resto del entorno.