Isa Pantoja está haciendo frente a uno de los momentos más complicados de su vida, al menos en lo que a la salud se refiere. Hace apenas un mes, la joven sufría una infección en las vías respiratorias por la que tuvo que acudir de urgencia al hospital. Un problema que persiste en su organismo, y por el que incluso ha llegado a llorar ante la desesperación que le supone este malestar.

Sin ir más lejos, durante la pasada semana Isa Pantoja admitió tener “miedo de morir” por lo mal que lo estaba pasando. Aunque experimentó cierta mejora, otra vez ha vuelto a recaer y ella misma lo ha contado a través de su cuenta de Instagram: “Hago este vídeo ahora que estoy un poco mejor para haceros llegar lo que siente una persona asmática. Yo esto no lo había vivido en mi vida, el polvo lo que ha hecho ha sido agravar lo que ya tenía, que era una bronquitis, y me ha derivado en asma. Lo estoy pasando fatal. En mi casa, aunque ya no estemos en obras como tal, el otro día vinieron a levantar el suelo porque había partes que no estaban bien. Que si el cemento del jardín… Solo hace falta escuchar”, ha comenzado explicando. 

Isa Pantoja, al límite: "Me asfixio"

Con sus palabras, la hija de Isabel Pantoja ha dejado entrever que la construcción de su nueva casa ha sido el detonante del empeoramiento en su estado de salud. Ya admitió hace días que el polvo le hacía estornudar cuando entraba a sitios, lo que no podía llegar a imaginar es que su situación se complicaría tanto a consecuencia de estas partículas: “Lo estoy pasando fatal. Estaba llorando por la desesperación de que veo que no mejoro, que veo que me asfixio, que me quedo sin aire. Me da miedo pasar esas crisis asmáticas, que es lo peor del mundo. No sé qué hacer, estoy desesperada. Estoy esperando a que me den cita médica, porque esto no se lo deseo a nadie. Es lo peor que puede pasar, y de verdad que vivo con miedo de asfixiarme”, ha continuado, muy asustada.

Isa Pantoja en 'Vamos a ver'

Isa Pantoja en 'Vamos a ver'.

Telecinco

Sin poder evitar que las lágrimas caigan sobre su rostro, la colaboradora ha revelado que va a volver al hospital para que los profesionales pertinentes le digan qué tiene que hacer exactamente para mejorar: “Voy a esperar ahora a que me lleve Asraf, porque es que me encuentro supermal. Cuando noto que estoy mejorando, de repente es como que vuelven a darme esas crisis que son lo peor. Me da miedo quedarme sin aire, te lo juro. Llevo así ya mucho tiempo y no noto mejoría”, ha zanjado.

La hija de Isabel Pantoja permanece alejada de la televisión hasta que su estado de salud mejore

Como no podía ser de otra manera, estas durísimas palabras han hecho saltar las alarmas entre sus más de 700 mil seguidores. Todos ellos permanecen muy preocupados ante la evolución que pueda experimentar la hermana de Kiko Rivera, pues todo apunta a que, esta semana, volverá a ausentarse en el plató de ‘Vamos a ver’. De hecho, hace unos días, intervenía en el programa de Telecinco a través de una videollamada para comentar el embarazo de su prima Anabel. La joven no se sentía en condiciones de acudir presencialmente a su puesto de trabajo, ya sea para evitar un empeoramiento, o para no contagiar a sus compañeros de profesión.

Fue el pasado jueves, 6 de junio, cuando la hija de la tonadillera reapareció muy preocupada ante el giro de 180 grados que había dado su salud. Pese a que todo apuntaba a que la bronquitis que padeció era ya cosa del pasado, nada más lejos de la realidad: “Esta noche, y la noche anterior, estoy dormida y de repente me despierto con tos que no me cabe nada de aire, ni por la nariz ni por la boca. Me asfixio, horroroso (…) Iré a que me sigan haciendo pruebas porque las crisis cada vez son más seguidas”, confesaba. Tan solo unas horas más tarde, Isa calmaba a sus seguidores al revelar que había pasado una noche mejor que las anteriores.

 

Ahora, su estado de salud ha vuelto a empeorar, y es algo que mantiene a Pantoja verdaderamente preocupada. Un durísimo trance en el que cuenta con el apoyo de su compañero de vida, Asraf Beno, que permanece pendiente a la construcción de su nidito de amor y también a cualquier cambio, ya sea positivo o negativo, que pueda experimentar su esposa.