Después de unos días guardando reposo en casa tras haber sido operada de un cuadro de apendicitis, Isa Pantoja ha reaparecido en 'Vamos a ver' y se ha sincerado por completo sobre su ingreso. La joven ha lamentado que su madre, Isabel Pantoja, no la llamase para saber cómo se encontraba. Además, también le ha querido dar su lugar a su prima, Anabel Pantoja, quien ha tenido un importante papel durante este bache de salud.
Poco después de recibir el alta hospitalaria, Isa Pantoja publicaba un mensaje de agradecimiento a todas aquellas personas que habían estado a su lado en estos momentos tan delicados. Reconocía que su marido, Asraf Beno, había sido su principal apoyo. También Anabel Pantoja, quien ha estado muy pendiente de la joven. En 'Vamos a ver', la hija de Isabel Pantoja recalcaba que su prima había actuado de intermediaria entre ella y la tonadillera.
Un importante papel que lleva ejerciendo durante años debido a la fría relación que mantienen madre e hija. Según han revelado en el programa, era Anabel Pantoja quien informaba a su tía del estado de salud de Isa Pantoja y quien le daba la última hora de la situación. Sin embargo, esto no ayudaba a que la tonadillera tomara la decisión de visitar a la joven.
"Ha estado Anabel a su alcance y tampoco ha dado el paso (de visitarla)", indicaba Isa Pantoja muy dolida. Además, reconocía que esperaba que acudiera al hospital de El Puerto de Santa María, en Cádiz. "Apostaba más porque viniera a que me llamase", aseveraba la colaboradora de televisión.
Isabel Pantoja se negó a llamar a su hija, Isa Pantoja
Minutos antes de que Isa Pantoja interviniese en directo en 'Vamos a ver' a través de una videollamada, Antonio Rossi explicaba que Isabel Pantoja se habría negado a llamar a su hija. No se lo llegó a plantear, aunque tenía todos los medios a su alcance.
En concreto, el periodista revelaba que el peluquero de Isabel Pantoja, que estuvo con ella en la finca el pasado lunes, le ofreció la posibilidad de llamar a la joven desde su móvil. "Para llamarle juntos. No estaba Agustín y aprovechó para hacerlo sin personas que se pudiesen negar", explicaba el colaborador. Pero la tonadillera dijo que no.
"Le dijo que sabía por Anabel cómo se encontraba su hija y que no tenía que saberlo por nadie más. Le insistió, pero ella dijo que no. Ha tenido oportunidad de llamarla y ha sido voluntad de la propia Isabel Pantoja no hacerlo", ha aseverado el periodista.
Isa Pantoja, dispuesta a hacer un importante cambio en su vida
Por otro lado, Isa Pantoja ha reconocido que en los días en los que ha permanecido ingresada ha tenido mucho tiempo para pensar sobre qué es lo que quiere en su vida. "Me han dado para muchas cosas, de todo ¿Eh? También te digo: alegrías, tristezas, enfadarme mucho y he soltado toda la rabia durante estos días porque he tenido tiempo para pensar", comenzaba a compartir.
La colaboradora de 'Vamos a ver' cuenta que ha llegado a muchas conclusiones. Entre ellas está que necesita un cambio: "Necesito quitarme cosas". Una de las decisiones que está pasando por su cabeza es someterse a un cambio de look radical. La hija de Isabel Pantoja está valorando cortarse su larga melena.
Lo que más le ha molestado a Isa Pantoja
Isa Pantoja también ha reconocido que lo que más le ha molestado es que se afirmara en un programa de televisión que se había producido una llamada con su madre. De hecho, se llegó a asegurar que había sido muy conmovedora la conversación.
"Se contó que mi madre me había llamado y que había sido emotivo, pero era mentira y no se tuvo en cuenta mi estado de ánimo y cómo me iba a afectar. Eso me molestó mucho", le confesaba a Joaquín Prat. Nada más salir del hospital, era ella misma la que negaba que se hubiera producido esa conversación. "Ojalá", llegó a recalcar mientras que iba camino del coche y agarrada del brazo de Asraf Beno.
El paso por el hospital y su operación ha supuesto un auténtico punto de inflexión para Isa Pantoja. Aunque sí que es cierto que ha sufrido algún que otro bache de salud más en los últimos meses. A raíz de la reforma de su nueva casa, el polvo le jugó una mala pasada y tuvo que dormir en el sofá para no tener un ataque de asma. Antes de que le diagnosticaran el cuadro de apendicitis, acudió al hospital por un fuerte dolor en la boca del estómago y en el propio estómago. Sin embargo, los médicos la volvieron a mandar a casa pensando que eran gases. Luego volvió al hospital de El Puerto de Santa María aquejada de dolores y fiebre.