No hay duda de que Frank Cuesta está inmerso en una racha de malas noticias. Si bien era hace apenas dos meses cuando el creador de contenido era brutalmente atacado por un ciervo en su Santuario de Tailandia, ahora ha podido saberse que ha permanecido ingresado en un centro hospitalario a punto de morir. 

La especie de rana peligrosa que casi mata a Frank Cuesta

La especie de rana peligrosa que casi mata a Frank Cuesta.

YouTube

Una vez que el peligro ha pasado, ha sido el propio Frank de la Jungla quien ha hecho uso de sus redes sociales para romper su silencio y revelar los motivos por los que no había escrito nada en los últimos días: “Perdonad que no haya contestado estos últimos tres días a tanto subnormal… Es que me estaban intentando llevar al otro barrio… Pero parece que de momento… NO!!!”, ha exclamado, visiblemente contento por haber salido de lo que parece haber sido un duro bache en su salud.

Frank Cuesta se sincera con sus seguidores: "Casi muero"

Las palabras del youtuber no han quedado ahí, y ha seguido revelando más detalles, esta vez a través de un vídeo explicativo: “Me podría haber muerto perfectamente de una manera silenciosa (…) Me tuvieron que limpiar la sangre, todo. He tenido un envenenamiento masivo con una infección brutal en los riñones, el hígado, el bazo inflamadísimo…”, ha contado con cierto susto, dada la gravedad de los hechos a los que se ha enfrentado.

Para poner a sus seguidores en contexto, Frank ha revelado que se encontraba limpiando una zona de su refugio en Tailandia en la que habitaban ranas dardo. Teniendo en cuenta que esta especie se ha criado en cautividad, el experto en animales pensó que no tenían veneno, pero nada más lejos de la realidad: “Yo no contaba con que allí había hormigas rojas, arañas… Y estas ranas han tenido que estar comiendo. Al yo manipularlas pensando que no tendrían el veneno… Yo esa noche me empecé a sentir mal, muchísima fiebre. Entré en una especie de coma muy raro. Toda la noche estuvieron limpiándome… Han sido dos días jodidos, yo no había sentido esa sensación nunca”, se ha sincerado con sus fans, dejando entrever que han sido unas horas clave en las que se ha determinado la continuidad de su vida. 

 

Contra todo pronóstico, este susto ha hecho que Cuesta reflexione sobre la importancia de acudir a los profesionales pertinentes cuando algo no va bien. Especialmente aquellas personas que trabajan en entornos un tanto complejos, como es su caso. Y es que, aunque es una persona que prefiere encontrar la cura de sus males por sí mismo, agradece haber sacado fuerza para acudir al hospital y ser atendido por los médicos. Es por ello que ahora valora mucho más su trabajo, e incluso se ha animado a hacer un llamamiento para todos aquellos que quieran trabajar con él: “Necesito gente que esté aquí en el refugio (…) Yo creé este santuario para dar libertad a animales, para darles una vida y me he dado cuenta de que yo no tengo vida y de que no hay nadie que pueda continuar con esto si a mí me pasa algo”, se ha sincerado en su cuenta. 

El brutal ataque de un ciervo a Frank de la Jungla

Si algo está claro, es que Frank de la Jungla ha tenido que tocar fondo para ver el verdadero peligro de su trabajo y tomar medidas al respecto. Algo que no le había sucedido a comienzos de este 2024, cuando compartía el impactante vídeo en el que uno de los ciervos de su Santuario, Perrito, aprovechaba un momento de debilidad para embestirle: “Acabo de tener un pequeño problema con ‘Perrito’. He cometido el error de salir por una zona donde él no veía salida y se me ha echado encima. La culpa ha sido mía de pensar que tenía salida, y me ha pegado varias cornadas, alguna más profunda que otra”, aseguraba, con muchas magulladuras y la ropa ensangrentada. 

Sus declaraciones continuaban con lamentos por la paliza que el animal le había pegado: “Estoy lleno de moratones, heridas… Hay mucha abrasión porque estuve metido entre las rocas. Tengo inflamada esta parte del codo (se señala). Me dejó dos costillas rotas. Estoy lleno de agujeros (…) No es la primera vez, ni la segunda, ni la tercera, ni la cuarta, es la quinta vez que me rompo las costillas, por lo que ya sé cómo es… Que duele al respirar, al toser, al hacer movimientos. En la parte de atrás tengo el golpe de cuando caí y me dio el castañazo”, zanjaba, entonando el ‘mea culpa’ por haber subestimado al ciervo.