Corría el mes de octubre de 2001 cuando la noticia comenzó a circular por los medios de comunicación de nuestro país: Norma Duval y Marc Ostarcevic se separaban. La sorpresa entre la gente de a pie era mayúscula, ya que durante casi dos décadas la artista y el exjugador de baloncesto croata habían personificado la pareja perfecta, la familia ideal.
Sin embargo, SEMANA estaba entre los escasos medios de prensa que ya venían viendo ciertas señales de alarma que presagiaban el fin de la pareja.
De hecho, a finales del mes de julio, el matrimonio viajó a Cuba con nuestra revista, junto a sus tres hijos, en lo que pudo ser el último intento desesperado de solucionar una grave crisis sentimental que se remontaba a meses atrás.
Fueron sus últimas imágenes públicas como pareja, ya que, ese verano, Norma decidió aparecer solo acompañada por su hijo menor en el tradicional posado que realizaba todos los veranos en Mallorca.
Los rumores de separación se disparan
Pero hubo un hecho más definitivo si cabe, y es que, en las últimas semanas, la artista catalana había sido vista con bastante frecuencia en compañía del productor José Frade, que estaba en trámites de separación de su mujer, Adriana Rothlander, después de 30 años de matrimonio y cuatro hijos en común, a las puertas de un divorcio que se anunciaba millonario.
De hecho, al mismo tiempo que Norma anunciaba su separación de Marc, SEMANA publicaba las primeras fotos de la artista junto a Frade, en las que ambos aparecían despidiéndose en un parking. Norma confesaba que había sido ella la que había tomado la decisión de separarse, pese a lo que esperaba seguir manteniendo una buena relación con el padre de sus tres hijos, Marc, Yelco y Christian.
Por su parte, el exdeportista, al que estábamos acostumbrados a ver siempre con una sonrisa, se mostraba muy triste y cabizbajo. "Lo estoy pasando muy mal. Esto es muy duro", aseguraba a los medios.
Lejos quedaban ya los inicios de la pareja, que se conoció cuando sus caminos se cruzaron en la conocida discoteca Palace de París. Norma Duval iba acompañada por un amigo cuando ambos se percataron que había un hombre muy atractivo que no dejaba de mirarla con cierto descaro. Cuando la artista se disponía a marcharse, Marc la invitó a una copa, que ella, haciendo una excepción, aceptó.
Se conocieron por azar y con hijos secretos de por medio
"Nos conocimos por azar, sin saber uno quién era el otro. Él no tenía ni idea de que yo era Norma Duval y trabajaba como artista ni yo que él entrenaba a un equipo de baloncesto y tenía una tienda de decoración. Fue un flechazo", contó la artista.
A partir de entonces, el exjugador croata se convirtió en un habitual del patio de butacas del Folies Bergère, tras cuyas funciones acompañaba a Norma a su casa, siempre escoltados por la madre de la artista, Purificación Aguilera, que ejercía de carabina.
Al poco tiempo de comenzar a salir, Marc Ostarcevic le reveló a Norma que era un hombre separado y padre de una hija de veinte años, Tayana. "Me pareció una chica encantadora y pensé: 'Bueno, separado, con una hija... No está mal', pero un tiempo después tuvo que confesarme que tenía tres hijos más", reconoció Norma.
Y es que luego se supo que tras haberse convertido en padre de esta joven, a la que reconoció legalmente, Marc contrajo matrimonio con una francesa, de la que acabó separándose y le dio tres hijos más.
Cuando conoció a Norma, Marc no tenía el divorcio y ella tampoco parecía ser muy proclive al matrimonio, pero lo suyo ya era un amor muy consolidado.
El 10 de febrero de 1992, tras el nacimiento de sus dos hijos mayores, Marc (1984) y Yelco (1986), la pareja contrajo matrimonio civil en la localidad francesa de Boulogne. La fecha no fue elegida al azar, ya que Marc y Norma se habían conocido ese mismo día nueve años antes. La felicidad se completaría con la llegada del pequeño Christian, en 1994.
Una familia perfecta
Una gran familia, a la que Norma antepuso a su carrera profesional: "La familia siempre ha estado por encima de la profesión. Así, dejé el Folies porque quería tener a mi primer hijo. Yo he preferido que mis hijos se criasen conmigo".
Durante todos esos años, Norma y Marc abrieron su casa a la prensa mostrando la imagen de una familia modélica, que se convirtió en el anhelo de muchos. Pero todo cambio cuando llegó la separación...
A pesar del deseo de Norma de mantener una buena relación, como probaba el hecho de que durante un tiempo siguiera siendo su representante, Marc empezó a acudir a un sinfín de saraos, a participar en concursos, como Supervivientes o First Dates, y a acudir a platós de televisión a hablar de la artista, echando por tierra su relación ideal.
Un hecho que, con los años, provocó un distanciamiento no solo con Norma sino también con sus hijos. Además, a los problemas económicos, se empezaron a sumar los de salud, tal y como contó Marc a SEMANA en una entrevista exclusiva en mayo de 2019.
En cuanto a Norma, se quedó embarazada de Frade, aunque perdió el bebé que esperaba y, tras una breve ruptura, se casaron en secreto en 2004. En 2009, este matrimonio, que apartó a la artista de la vida social, se rompió definitivamente.
Ahora, Norma comparte su vida con el empresario Matthias Kühn, con quien se casó en 2022 en Gstaad (Suiza). Hoy su historia con Marc Ostarcevic forma parte de un pasado que le cuesta recordar.
Marc: apartado de la vida pública
En los últimos años, Marc ha estado apartado de la vida pública y de los medios de comunicación. Sin embargo, en 2019, concedió una entrevista a SEMANA en la que relató su lucha contra un cáncer de próstata, sus problemas económicos y la soledad en la que vivía, tras su distanciamiento con sus hijos. "Mi prioridad ahora es sobrevivir", confesaba entonces. Tres años después, el exmarido de Norma también tuvo que hacer frente a problemas cardiacos que le llevaron a pasar por el quirófano.