Un preso que ha pasado por la prisión de Koh Samui ha compartido en su página web cómo fue su experiencia.

Daniel Sancho ha ingresado en prisión. Ha sido durante este mismo lunes cuando el hijo del actor Rodolfo Sancho se ha visto obligado a entrar en la cárcel de Koh Samui, ubicada en el sur de Tailandia, después de que un juez del tribunal provincial decretara prisión provisional para él por presunto asesinato de Edwin Arrieta. Una orden que no se ha hecho esperar más y por la que el supuesto asesino ha sido sometido a un aislamiento de 10 días por protocolo de coronavirus antes de que empiece lo que podría convertirse en una pesadilla en toda regla para él.

Daniel Sancho bebiendo de un coco.
Daniel Sancho bebiendo de un coco. (Foto: @danielsanchobanus Instagram)

Personas que han vivido en primera persona en el centro penitenciario en cuestión han querido relatar en algunas plataformas web cómo ha sido su experiencia, la cual no ha sido en absoluto memorable de forma positiva. En primer lugar, el día para ellos comenzaba a las 6:00 horas de la mañana con el silbido del capitán. Los presos tienen media hora para prepararse antes de que se abran las celdas y de que los responsables vayan haciendo recuento, para después poder todos ellos ir a un aseo de lo más concurrido dada la gran afluencia del centro.

El comienzo de la nueva vida de Daniel Sancho en prisión

Luego, en torno a las 8:00 horas, todos los encarcelados proceden a cantar el Himno Nacional tailandés, seguido de oraciones budistas y un segundo conteo en el que tienen que llevar puesto el uniforme de la prisión. Una prenda que es azul para los convictos y marrón para los que están en prisión preventiva.

Daniel Sancho posando en un barco en Ibiza
Daniel Sancho posando en un barco en Ibiza. (Foto: @danisanchobanus Instagram)

Después de que los profesionales pertinentes pasen lista, normalmente los recluidos esperan hasta que lleguen las 9:00 horas, momento en el que se abre la tienda de artículos básicos para su adquisición. Entre ellos están los jabones, las maquinillas de afeitar y algo de comida como galletas, patatas fritas o bebidas gaseosas. Una serie de utensilios especialmente importantes si se está en prisión preventiva, ya que al tener que ir cada 12 días al juzgado, tienen que afeitarse si tienen la barba o el pelo excesivamente largos.

A las 8:30 horas se ofrece el desayuno, que normalmente y según relatan está basado en "arroz de aspecto desagradable y caldo maloliente con algunos huesos, igual que la cena". Primero se reparten platos y cuencos entre las mesas y luego se procede a comer, aunque también existe la opción de pedir comida del exterior. Los pedidos tienen que ser efectuados el día antes, y muchos de los prisioneros pagan al empresario un recargo para que lo haga por ellos de una forma más rápida y efectiva.

En torno a las 11:00 horas de la mañana se produce el tercer recuento de presos. Cada uno de ellos tiene que decir a la policía el número en el que están situados en tailandés. Al estar de pie en ese momento, algunos reclusos aprovechan para lanzar piedras o hacer burla.

La última (y más tranquila) parte del día en la cárcel de Koh Samui

Cuarenta y cinco minutos después es el almuerzo, con comida muy similar a la del desayuno hasta que a las 13:00 horas se produce un nuevo recuento. En todo ese tiempo libre, la mayoría de reclusos aprovechan para charlar, estar en el gimnasio o leer, por lo que quienes han pasado por allí creen que "las prisiones occidentales son más duras y mentales". Por otro lado, entre las 14:00 y las 15:00 horas se abre el tiempo para el aseo en una habitación que cuenta con 16 duchas y 2 lavabos y después tiene lugar la cena, que finaliza a las 16:00 horas, momento en el que todos tienen que volver a sus habitaciones.

Para amenizar la tarde, alrededor de las 17:00 horas y hasta las 21:00 horas se enciende la televisión. Después de ese momento, todo se apaga para favorecer al sueño en silencio, aunque las luces nunca se apagan del todo. En lo que a los vis a vis se refiere, si alguien te visita te avisan por megafonía y al volver te registran por si has metido algo que no esté permitido desde el exterior. Sin duda alguna, un giro de 180 grados muy drástico en la vida de Daniel Sancho después de admitir haber desmembrado el cuerpo de Edwin Arrieta tras haber tenido una serie de acercamientos sexuales con él.