Continúan los días de incertidumbre en la familia Pantoja. Ha pasado ya más de una semana desde que Alma, la hija recién nacida de Anabel Pantoja y David Rodríguez, fuera ingresada en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria con pronóstico reservado. A lo largo de estos días, se han ido desvelando pequeños datos sobre el estado de salud de la pequeña, siendo estos positivos y esperanzadores. Desde que ingresara la bebé, han sido muchos los familiares, amigos y personas cercanas a Anabel y a David quienes no han dudado en desplazarse hasta Gran Canaria para mostrar todo su apoyo a la pareja y arroparlos en estos momentos tan delicados. Una de las primeras personas en hacerlo ha sido Isabel Pantoja.
A lo largo de los últimos meses mucho se ha hablado sobre un distanciamiento entre Isabel Pantoja y su sobrina, Anabel. Algunos apuntan a que el motivo de su fría relación no sería otro que el despido de la tonadillera a su sobrina de su gira de conciertos al conocer su embarazo. Sea verdad o mentira que hubiese un distanciamiento entre tía y sobrina, lo cierto es que Isabel Pantoja no dudó ni un solo instante en desplazarse hasta la isla para estar junto a ella.
Isabel Pantoja ha querido pasar desapercibida en Gran Canaria, mientras arropa a su sobrina, Anabel Pantoja
La tonadillera dejó de lado todos sus compromisos y cogió el primer vuelo que le llevara a estar al lado de su sobrina. Desde que la artista pisara por primera vez la isla, todo ha sido un gran misterio en torno a ella. Hasta ahora. No fue hasta el pasado domingo cuando conocimos la situación que estaba atravesando Anabel y su pareja por el delicado estado de salud de la hija de la sevillana. Desde entonces, un halo de misterio empañaba la presencia de la tonadillera, pues no existía ningún documento gráfico que confirmara la estancia de la misma.
Isabel Pantoja se ha protegido para que no fuera vista ni entrando ni saliendo del hospital. Hasta ahora. La artista, harta de que se especulase sobre ella, por fin se ha dejado fotografiar en la entrada principal del hospital, donde acude de manera continúa para visitar a Anabel y a la pequeña Alma. En un primer momento, la cantante de 'Marinero de luces' ha querido pasar a un segundo plano y no acaparar el foco mediático en estos momentos tan complicados para la familia. De ahí a que decidiera "protegerse" y pasar desapercibida durante su estancia en la isla. Sin embargo, viendo que el asunto se estaba alargando, ha decidido dar un paso y ha permitido que se le 'viera' entrando y saliendo del hospital.
Finalmente, las cámaras han captado a Isabel Pantoja entrando al hospital donde permanece ingresada la pequeña Alma
La artista es una familiar más como todos los que acuden a este centro hospitalario a visitar a familiares. Quiere darle normalidad al asunto con el único objetivo de que deje de ser noticia tanto su presencia como el estado de salud de la pequeña Alma. A pesar de que todos son conscientes de la preocupación de todo el mundo por la niña, quieren vivir este momento en tranquilidad.
Isabel Pantoja se encuentra instalada en un exclusivo hotel, el Santa Calina, que está ubicado a tan solo diez minutos del hospital. Ese se ha convertido en el 'búnker' de la tonadillera durante su estancia en Gran Canaria, donde está viviendo los momentos más angustiosos de vida. Una estancia que se desconoce hasta cuando será, pues según apuntaban algunos periodistas a lo largo de estos días, la cantante no se plantea abandonarla y estará allí el tiempo que sea necesario. O lo que es lo mismo, hasta que la situación de la pequeña Alma se estabilice.
Agustín Pantoja acompaña a Isabel y a su sobrina en estos momentos tan delicados para toda la familia
La artista no viajó sola hasta la isla. En todo momento, cuenta con el apoyo de su hermano, Agustín Pantoja. Si siempre han sido inseparables, ahora, en estos momentos de angustia y preocupación para la familia, todavía más si cabe. Ambos se apoyan el uno en el otro. Prueba de ello es que durante la última visita de los dos hermanos a Anabel Pantoja, al entrar lo hicieron cogidos de la mano, como mandándose ambos todas las fuerzas posibles.
En las imágenes que hay sobre estas líneas, se puede ver a ambos llegar con una mascarilla, obligatorias en algunas zonas de los centros hospitalarios, y a Isabel Pantoja con gafas de sol. Ambos llegaron con ropa cómoda, pues las largas horas en el hospital requieren de prendas relajadas y amplias. Sin querer pronunciar ninguna palabra, ambos entraban al hospital para conocer la situación y evolución de la pequeña Alma.