La diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada (63 años) se encuentra en un gran momento. Hace tan solo unos días que tuvo su encuentro con Carolina de Mónaco en el Baile de la Rosa, por el que se encontraba pletórica. Sin embargo, su alegría ha durado poco, pues ha recibido un comunicado de la Audiencia Nacional.
La que fuera mujer de Pedro J. Ramírez ha recibido una de las peores noticias de su vida y que lleva varios años evitando. Tras una larga lucha legal, su casa de Mallorca tendrá que verse modificada.
Durante el reparto de propiedades en el divorcio de la diseñadora y el periodista, en el año 2018, Ágatha Ruiz de la Prada se quedó con uno de los inmuebles más valiosos del matrimonio. La madrileña obtuvo el usufructo de su mansión en Mallorca, aunque la propiedad está a nombre de sus dos hijos, Tristán y Cósima. Sin embargo, en esta lujosa casa no es oro todo lo que reluce, pues parte de la finca es de uso privado y otras zonas son consideradas lugar de paso público, algo que no se respetó en su construcción.
Ágatha Ruiz de la Prada lleva más de décadas luchando
Por ello, desde hace 25 años, grupos ecologistas han luchado para que el matrimonio ponga en orden este espacio, respetando el acceso al mar. Tras varias disputas judiciales, el juez se ha pronunciado, pidiendo a la diseñadora demoler algunas zonas de su finca. Sin embargo, la diseñadora no está conforme con esta sentencia y piensa seguir luchando por conservar su mansión sin modificaciones.
Según la sentencia, Ágatha Ruiz de la Prada debe demoler la piscina y el embarcadero de su finca Son Servera, en la costa de los Pinos, al ser considerado su acceso directo al mar como ilegal. Además, debe acondicionar el espacio alrededor de su zona de baño particular para que sea un espacio de paso público.
Ágatha Ruiz de la Prada rompe su silencio sobre la demolición de su casa
La diseñadora se ha pronunciado ante esta sentencia, reconociendo estar muy molesta con esta decisión en su contra. Tras 25 años de litigios no piensa rendirse y seguirá luchando, por lo que recurrirá este veredicto en búsqueda de una resolución diferente que le permita seguir sin demoler parte de lo construido en su finca.
"La famosa piscina la recuerdo desde que era pequeña porque esta casa era de Joaquín Calvo Sotelo y veníamos aquí. En esa época no había Ley de Costas. Más adelante, se legalizó. No creo que haya una piscina en España con más permisos que la mía. Compramos la casa a la viuda y se mantuvo tal cual porque se suponía que no había ningún problema", explicó en una entrevista reciente, acostumbrada a responder sobre este hecho.
Sin embargo, pese a defender la legalidad del espacio, fue asaltado en 2005 por un grupo de activistas. “Ese momento fue muy violento. Me encantan los ornitólogos. De hecho, mi hijo quiso ser ornitólogo y no entiendo qué tienen que ver con esto. Estoy todo el verano quitando plásticos. Esta piscina es de agua de mar, no gasta agua, funciona con placas solares… Esa piscina se nota que es antigua. Esta piscina está legalizada, lo que pasa es que ha habido una sentencia que ha quitado esta concesión de medioambiente por 75 años. El innombrable estaba bastante amenazado”, expresó en su momento, cansada de los ataques en su residencia de la costa de los Pinos.
Ágatha Ruiz de la Prada en 'Bailando con las estrellas
La diseñadora ha sido una de las protagonistas del programa 'Bailando con las estrellas. Ágatha Ruiz de la Prada intentó abandonar en la primera gala del talent show. "Antes de que me echéis, prefiero irme yo solita", expresó tajante en pleno directo. Sin embargo, opto por regresar. ¿El motivo? Su participación estaba ligada a un contrato con unas cláusulas férreas que firmó previamente.
La cadena impone una importante penalización en el caso de un abandono de forma voluntaria, por lo que la diseñadora regresó al programa. "La equivocación fue mía. Me dijeron que iba a aprender a bailar, que iba a pasármelo genial e iba a adelgazar. Ha habido gente que consciente o inconscientemente no me trató bien. Ha habido gente que me ha tratado genial", expresó en su regreso, añadiendo que el concurso era todo un reto para ella, que se iba a tomar poco a poco y que iba a intentar disfrutarlo al máximo, siendo todo un ejemplo de lucha, según sus propias palabras.